"-¡Mamá! ¡Mami! ¡Mami!
-¿Qué pasa cariño?
La abracé con todas mis fuerzas, llorando y
tratando de esconderme en sus brazos. Tenía miedo, mucho miedo de que esos
niños grandes me pegaran y volvieran a reírse de mí. Mami es la única que puede
salvarme. Mami es más fuerte que todos ellos juntos. Mami me salvará.
-Sascha, hijo, me estás asustando.
Apoyé mi frente en su pecho y ella acarició
mi cabecita mientras nos sentaba en una banca.
-Esos niños grandes, mami.
-¿Qué te hicieron ahora, cariño? ¿Por qué tu
camiseta está…?
Los busqué con la mirada y noté que me
miraban con sonrisas ganadoras. Mami les daría su merecido. Mami es la única
que me entiende.
-Me dijeron que era huérfano porque no tengo
un papi, mamá. Me tiraron pintura mami, y todos se rieron de mí.
La mano de mamá en mi cabeza de detuvo y me
separé de ella limpiando mis lágrimas en su vestido.
-Mami…
Me llevó en sus brazos con ella. Algo vieron
los niños en la cara de mami, algo que les hizo huir corriendo. Mami es fuerte,
lo sé.
-Cariño, espérame acá. Y si uno de esos
niños grandes vuelve, grita mi nombre lo más alto que puedas, ¿entiendes?
-Mami, no me…
-Hijo, mami tiene que hablar con personas
grandes y no quiero que te asustes. Espérame un ratito sentado acá.
Sonrió depositando un beso en mi frente y
rebuscó algo en su bolso… un dulce amarillo felicidad. Limpió mi cara con sus
manos suaves y me peinó antes de dejar la paleta en mis manos.
-Antes de que acabes de comerla estaré
contigo, cielo.
La vi cerrando la mampara de vidrio donde
estaba la gente grande. Mami hablaba con dos mujeres, una intentaba detenerla
levantando sus manos y la otra la señalaba con el dedo. Pero mami es más fuerte
y pasó sobre las dos cruzando una puerta.
“D” con “i”, “Di”… “R” con “E “, “RE”… “DIRE”
“C” con “C” y con “i”… ¿cómo era? “CCI”
“O” con “N”, “ON”
Oh… “DIRECCIÓN”
Escuché gritos desde adentro, y una señora
gorda me miraba negando con la cabeza… todos parecían enojados, todos parecían
no quererme y no querer a mi mami. Pero mami es más fuerte que todos, mami me
ama más que a su vida, ella me lo repite todos los días.
Un señor grande salió junto a mamá, él tenía
la cara roja como un tomate y parecía avergonzado. Mami le gritó palabras malas
y abrió la mampara de vidrio. Tapé mis oídos cuando el señor le gritó algo a mi
mami.
-No toleraré que siga siendo tratado así. Es
suficiente.
-Señora, tiene tres años, entienda que él no
sabe lo que es…
-¿¡Malo!? Alexander sabe lo que es bueno y
lo que no. Parece que es usted el que tiene problemas de razonamiento y ética
–la voz de mami me dio miedo, oculté mi cara entre sus cabellos dejando la
paleta en el piso.
Mamá camino haciendo oídos sordos de lo que
pasaba a sus espaldas, se puso sus lentes oscuros y me agarró con fuerza contra
ella, contra los malos.
-No te preocupes, cariño. Ya no volverás a
ver a esos niños malos ni a nadie que te haga daño. Tu mami te protegerá."
La vi eligiendo
unos aros de perla cultivada sencillos. Usaba un vestido de un verde olivo y su
cabello estaba recogido en una cola. Su maquillaje era muy suave y parecía
concentradísima en atornillar las perlas correctamente a sus lóbulos. Me
recosté en su cama observando el techo blanco.
-¿Planos o con
taco? –me preguntó mostrándome dos pares de zapatos.
-Estás en casa.
Planos.
-Buena
elección.
-Y no uses
collar o notará que te arreglaste demasiado para él.
¿Por qué
aconsejaba a mi madre sobre qué usar acá con su novio? Dios, ¿novio es la
palabra correcta, verdad? Quizás era porque aún no conocía al sujeto que
enamoró a mi madre, y la verdad es que nunca le he deseado lo peor a ella. A
nadie le gusta ver a su madre sufrir por culpa tuya o de alguien más. Nunca la
había visto tan nerviosa y ensimismada en su apariencia como ahora. No digo que
siempre esté desaliñada, al contrario, siempre está elegante y rara vez usa
jeans.
Observarla en
un acto tan femenino como arreglarse para su… pareja, me hacía olvidar las
palabras dichas por la madre de Cassandra. Tras irnos de su casa me sentía aplastado
contra el pavimento y sin ganas de nada que no fuese dormir y no despertar
jamás. Ella dijo que tenía los ojos de mi padre, y no sabía si eso era bueno o
malo. ¿Qué clase de promesa tan profunda se puede realizar entre Andrea, Bill,
Tom y no sé cuántos más? Daba escalofríos pensar que podía llegar a ser un
pacto familiar, en donde querían mantener a todos alejados de un pasado o un
suceso.
-¿Estás bien,
Alexander?
-Sí, ¿por qué
preguntas?
-Te estaba
hablado.
-Lo siento,
estaba distraído.
-Si quieres le
puedo decir a Ian que no venga y…
-No mamá. Estoy
bien. Créeme.
-Si tú lo
dices…
Me paré a observarla
mientras encajaba los zapatos planos en sus pies. Dios, ¿cómo mi padre pudo
separarse tan fácilmente de ella?
-Es raro verte…
ansiosa.
-Quiero que se
lleven bien, eso es todo –murmuró sonriendo.
-Bueno, aún no
lo conozco y si le cae bien a Aki, puede que lo pase.
-¡Alexander!
-Está bien,
está bien. No te preocupes. Todo saldrá como quieres.
Ceder para
hacerla feliz. ¿Hasta qué punto estaría dispuesto de ceder por ella? Era mi
única familia directa y de mi propia sangre, era la única que me conocía más
allá de lo posible… ¿acaso es bueno ceder por su felicidad? Sí, lo es. La dejé
seguir con sus cosas femeninas en donde me sentía totalmente perturbado porque
definitivamente ser mujer parecía ser sinónimo de problemas, fui a mi cuarto y
tras cerrar la puerta puse en mis manos la foto escondida entre mis cosas… la
foto de la tranquilidad. Sea quien sea la persona de aquella imagen borrosa,
algo debía tener para calmarme. Mi teléfono sonó indicando un nuevo mensaje.
¿Vendrás a la fiesta del más puro estilo Kaulitz?
Oh… bueno, hace
tiempo que no voy a fiestas. No es que en este instituto sean fanáticos de las
celebraciones, sino que parece que cada uno nada en su propio mar. No quería
dejar a mi madre a solas con un tipo que conocería recién por mucho que ya
estaba seguro de que se conocían hasta por los rincones más oscuros. Bueno, si
le decía a mi madre que iría a una fiesta en casa de un “amigo” frente al tal
Ian, lo más seguro es que accediera para no quedar mal con él.
No sé cuánto
tiempo me quedé absorto en mis pensamientos, pero desperté de mi trance cuando
noté la risa de mi madre provenir desde el primer piso. Mi tío Gaspard debía
estar con su hermano aprovechando su último día en Alemania para volver con la
tía Lily a Rusia. Así que por lógica la opción era que Ian Neville folla-madres
había llegado.
-Oh… tú debes
ser Sascha –su voz era ronca y de un acento británico que realmente aburría.
-Alexander
–estreché su mano tendida dándole una fuerte sacudida antes de fingir una
sonrisa.
-Tu madre me ha
hablado maravillas de ti, realmente ansiaba conocerte.
-¿Con que
maravillas, eh? -¿acaso habrá mencionado el hecho de mi historial problemático?
-Bueno, yo iré
a la cocina a ver como sigue ese pavo –mamá desapareció con una sonrisa que
parecía suplicar a dedos cruzados que no nos matáramos.
-¿Te ayudo,
cariño? Soy buen cocinero y…
Espera.
Retrocede. ¿”Cariño”?... Dios, qué asco.
-No te
preocupes, Ian –le gritó desde la cocina-. Ponte cómodo mientras yo termino de
ver la comida.
Pasó junto a mí
hasta divisar la sala de estar. ¿Por qué no encargué un pitbull como mascota?
Cristo, este tipo era de lo más ñoño del mundo. ¿Quién con uso de razón usaba
pantalones tan arriba y un peinado bañado en gel de cabello? Me recordó
vagamente a los tiempos del musical de “Hairspray” en donde todos parecían ser
fanáticos de fijador… con tipos como este, la capa de Ozono tenía sus días
contados.
-Así que…
¿cuántos años tienes?
¿Enserio? ¿Un
interrogatorio?
-Diecisiete.
¿Tú?
-Eehm…
cuarentaicinco –murmuró observando la chimenea frente a él.
¿Mamá con un
vejestorio? ¿Acaso este tipo tenía que usar viagra para durar lo suficiente?
¿Qué no debería estar en un asilo?
-Genial
–murmuré viendo a Aki observándome con una cara burlesca-perruna.
-¿Es tu perro?
-Sí, se llama
Aki. ¿Tienes uno?
-Tengo una
pecera gigante… soy algo alérgico a los perros y gatos, así que opté por
coleccionar peces en mi casa.
-¿Cuántos
tienes?
-Veinte.
Generalmente elijo especies tropicales, aunque un día compré una piraña y…
bueno, tuve que empezar de nuevo con mi colección.
Que. Tipo. Más.
Raro… ¿desde cuándo a mamá le gustaban los frikis?
-No te
preocupes por Aki, no suele pasar en casa a no ser que la chimenea esté
encendida o le baje el amor por mi cuarto.
-¿Duerme
contigo?
-En invierno.
-Es…
-Sí, lo sé. Así
que de vez en cuando sube a mi cuarto.
-¿Y tu madre no
te dice nada?
-Mamá lo ama.
De vez en cuando duerme en su habitación pero generalmente duerme en la mía.
-Ah…
Silencio
incómodo. Le dije a mamá que lo haría sentir bien, y sé que pretendo ceder mi
felicidad por la de ella, sin embargo empezaba a cuestionar mis palabras. ¿Qué
le vio mamá a este vejestorio? Dios, ni Tom, el padre de Cassandra lucía tan…
arcaico.
-¿Dónde
trabajas?
-Con Pantera.
-Eso quiere
decir que ya sabes que mamá…
-Sí, no te
preocupes, nos conocemos hace unos meses pero anteriormente ya habíamos
trabajado juntos sólo que no lo recordábamos.
-¿Y… qué haces
allá?
-Bueno,
generalmente soy espía de tiempo completo, sin embargo prefiero ayudar en el
entrenamiento de los nuevos. Les enseño a allanar zonas peligrosas, creo
simulacros virtuales y…
-¿Entonces eres
un friki de la computación?
-En realidad yo
soy el que idea, no el que lo crea. Yo y la tecnología no nos llevamos del todo
bien.
Ve-jes-to-rio.
Por suerte la
tortura y la tensión disminuyó cuando mamá anunció que nos acercáramos al
comedor ya que la cena estaba servida. ¿Mencioné que mamá era de esas mujeres
que buscan recetas en internet o pasan metidas en la televisión culinaria
cuando tiene tiempo libre? Creó todo un banquete en proporciones justas para
tres personas sólo por la llegada del friki.
-Realmente me
ganaste en la cocina, amor –le murmuró depositando un beso en su frente.
¿¡”Amor”!?
-Años de
práctica.
Nos sentamos a
comer en una completa calma. Moría del hambre, mamá no me dejó probar bocado
alguno cuando cocinaba. Sirvió vino en nuestras copas, brindando por el
invitado de honor. Mamá lucía como una niña con un dulce, se veía feliz y le
daba sonrisas tímidas cuando encontraba su mirada con la de él. ¿Realmente así
fue mamá cuando se enamoró de mi padre? ¿Así de enamorada lucía? ¿Así eran sus
sonrisas, tímidas? ¿Así le brillaban los ojos?
Algo me decía
que sí, aunque me dolía el hecho de que lo haya olvidado por mucho que hayan
pasado años.
-¿Y… cómo se
conocieron? –me sentía como un entrevistador de la televisión.
-Bueno, me
encontraba en el gimnasio techado enseñando defensa personal a los novatos, y
tu madre se encontraba en la piscina enseñándola a usar herramientas acuáticas
e instalar bombas acuáticas de gran intensidad.
-Sus
instrucciones distraían a mis alumnos, así que me acerqué a Ian para decirle
que entrenaran en otro lugar y… bueno luego de una discusión frente a los
demás, él se fue con su grupo y yo seguí con el mío.
-Después de
dedicarnos por semanas miradas de odio, Pantera nos asignó una misión.
Ahora entiendo
los viajes que mi madre realizaba a Berlín los fines de semana.
-Y bueno, aquí
estamos –sonrió tomando la mano de mamá y besando sus nudillos.
Un neandertal por donde se le mire.
-¿Y… cuánto
llevan juntos? –me crucé de brazos sabiendo que mi madre estaba atenta a mis
movimientos, y que la posición de mi cuerpo invitaba a su psicología a
descifrar lo que pensaba.
Mamá me miró
con una ceja alzada antes de volver a sonreírle a su… a Ian Neville.
-Serán unos…
tres meses.
-Con planes de
casamiento, ¿verdad?
-Aún no lo
hemos hablado –confesaron ambos al mismo tiempo, y luego se miraron
sorprendidos por la coordinación de sus palabras.
¡PUAJ! Dios,
qué cursi. Enserio no me gusta esto. Es vomitivamente… cursi.
-Quizás primero
deba consultarlo con el hombre de la casa –comentó el nerd.
Repentinamente
el apetito se me quitó y dejé la cuchara apoyada en el borde del plato.
¿Realmente existía un límite entre lo que estaba dispuesto a ceder y lo que no?
Sé que es su felicidad, y que en ella no me podía interponer, pero… no quería
un padrastro. Esa palabra no encajaba en mi esquema mental, quizás sintiera un
rencor nato a mi padre pero prefería tenerlo a él antes que a un padrastro nerd
al que acababa de conocer.
Tenía demasiada
información que procesar y mi cabeza no parecía querer obedecerme
momentáneamente. Debía definir mi opinión respecto al nuevo novio de mi madre
porque seguramente me preguntaría sobre ésta cuando él se fuera. ¿Quién tenía
de mascota peces en estos tiempos? ¡No estábamos en el siglo XX y ni si quiera
en la prehistoria! Un pez… ni si quiera podías sacarlo a pasear… mierda, qué
clase de friki podría amar los peces.
-¿Te encuentras
bien, cariño? –preguntó mamá tomando mi mano.
-Emm… la verdad
es que quería hacerte una pregunta antes de que llegara Ian.
-Oh... bueno,
si quieren salgo un poco al patio y…
-Está Aki así
que es mejor que lo oigas si no quieres terminar en el hospital por tu alergia
–le dije sonriendo de lado. Mamá estrujó mi mano antes de que la sacara
ahogando un quejido.
-¿Qué querías
decirme? –insistió perforándome el cerebro con sus ojos.
-Bueno, una compañera
hará una fiesta y hace tiempo que no voy a una, así que… quiero ir.
Levantó una
ceja interrogativa que decía explícitamente “ésta no te la creo, Alexander
Kaulitz”.
-¿Y cuándo es?
-De hecho –dije
observando el reloj de la pared frente a nosotros-, ya empezó.
-¿Y cuándo te
invitaron?
-¿Es enserio?
Esto parece interrogatorio, ma. No creo que Ian se sienta lo suficientemente
cómodo como para presenciar esto y la verdad es que no quiero discutir frente a
tu novio.
Mamá restregó
su cara con ambas manos seguramente maldiciéndome por haber sacado un tema así
frente a su invitado estrella. El nerd por excelencia le acarició el hombro
sonriéndole cuando ella destapó su rostro.
-Está bien,
anda. Pero no vuelvas muy tarde y debes tener tu teléfono encendido.
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Hola! Les adelanto el capítulo de mañana porque no podré subirles ya que tengo que preparar un examen oral muy importante. Las partes en cursiva que son muy largas y entre comillas, corresponden a los recuerdos de los personajes. Aquellas que son cortas y sin comillas son pensamientos de quien narra. Viva, griten, comenten, lean ;-)
aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh!!! Buenisimo! me dio risa como llamaba a Ian jaajajaj vejestoriojaajajaj aracaico LOL nina sos la mejor
ResponderEliminarahhhhhh no muero por saber mas ¿en serio? que noviecito en fin espero el siguiente y mucha suerte en tu examen un beso
ResponderEliminarOdia a Ian -.- xD
ResponderEliminarNo me importa lo odio xD
Ya que se sepa la verdad por favor T.T
Quiero leer más T.T
cuídate y un abrazo :D
FOTO DEL NERDDDDD, porfaaaaaaaaaaaa jajajajja
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