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viernes, 29 de junio de 2012

Capitulo 35 (2/2) (Segunda Temporada)


Yo: Y… son amigos (vale, sé que esperaba una confesión, pero no era el momento. Incluso vi como aquel brillo en sus ojos que durante mi último relato parecía tomar vida propia, ahora se opacaba y desaparecía ligeramente).

Bill: ¿Sólo eso? Ese Bill empezaba a agradarme… parecía un buen chico.

Yo: ¡Qué egocéntrico! (me reí ante sus muecas y pucheros).

Bill: No dije que encontraba sensual o ardiente, (name), sólo dije que me agrada ;)

No quería encaminar la conversación por un terreno en donde aclararíamos nuestros sentimientos, no ahora que razonaba en cuán frágil era nuestra relación. ¿Y si era así porque no teníamos nada concreto a parte de nuestra amistad? Queríamos estar juntos, lo sabía y él también, pero nos asustaba cómo terminaríamos debido a nuestra anterior experiencia. A fin de cuentas, el ser humano es el único ser que tropieza más de dos veces con la misma piedra. Seremos masoquistas. Seremos tercos como una mula. Unos completos idiotas que nunca aprenden de experiencias anteriores… y todo por una maldita palabra universal que es la que preserva la paz entre nosotros, una palabra que evitaba a toda costa a pesar de tenerla frente a mí cada vez que pensaba en Bill: AMOR.

¿Cómo se nos pasaba la tarde tan rápido estando juntos? Desearía congelar el tiempo o volverlo tan lento como fuese posible. Recorrimos la costa, mercados callejeros, y diversas ferias artesanales en donde los objetos más pequeños se mostraban tan valiosos con su delicadeza propia de artefactos hechos a mano. Todo para mí era nuevo, y podía sentir la mirada expectante de Bill preparándose ansiosa para mis posibles reacciones. Parecía una niña que visita por primera vez un circo, sólo que ésta vez veía por primera vez un montón de manualidades hermosas por todas partes. A pesar de las insistencias de Bill por querer comprarme algún recuerdo de todo esto, me negué rotundamente a que gastara su dinero en mí…

Rematamos la tarde paseándonos por la playa, con nuestras zapatillas en nuestras manos, sus pantalones arremangados y nuestros dedos entrelazados… ni yo sé cómo terminamos tomados de la mano. Reíamos, parecíamos dos adolescentes riéndonos de todo y de nada… de hecho, creo que es la primera vez que me río tanto hasta llegar a llorar. Pero como una puta Cenicienta, la alarma de mi celular sonó indicando la hora en la que debía estar en el puerto de los pescadores en Malibu Beach. Detuvimos nuestros pasos por la arena húmeda y miré algo apenada a Bill deseando que algo arreglara mi maldita suerte.

Bill: ¿Debes irte?

Yo: Algo así (dije tratando de sonreír pero obteniendo una mueca a cambio).

Bill: Sólo… dilo. Se supone que somos amigos y… que entre nosotros ya no hay nada oculto (¡crack!... ¿hasta qué punto podía doler esa maldita palabra que no te dejaba muchas posibilidades?).

Yo: Humm (si así evitaba perderlo de nuevo, prefería decirle de una vez todo. Fue demasiado con no verlo por dos semanas)… está bien.

Bill: ¿Ves? Puedes confiar en mí.

Yo: Debo ir al puerto de pescadores de Malibu Beach en busca de unas armas dentro de media hora.

Bill: Oh… tienes una nueva misión, ¿verdad? (su sonrisa pareció opacarse un poco, como una acuarela a la que le rocías agua y cuyo dibujo se difumina… ¿no era eso lo que quería, que le dijera la verdad?).

Yo: Si… es en Las Vegas.

Bill: Ah…

Yo: Bill, no quiero que te sientas incómodo con lo que soy. La verdad es que creo que cuando te hablo sobre esto de ser espía, te alejas de mí como si fuera la peor del mundo, aunque prácticamente me merezca el infierno con todas las cosas que he hecho. Y si quieres irte está…

Bill: No he dicho que me iré, (name). Y la verdad es que no me siento incómodo, es sólo que todavía siento que es una faceta que no conozco de ti completamente. Ya te he dicho mil veces que tú no eres la culpable de ser quién eres, ésta es la única manera de vivir que conoces.

Yo: (Guau, definitivamente me dejó sin palabras… ¿no se alejaba de mí?)… ¿entonces… no te doy repelús ni nada de eso por ser una asesina?

Bill: Jajajajajaaaa… no, no me produces repelús, como le dices (murmuró poniendo mi cabello detrás de mi oreja, sonriéndome cálidamente que ya me veía lanzándome a sus brazos). Y para que me creas, te acompañaré.

Yo: ¡No! (pero si incluso mi corazón se agitaba con sólo imaginarlo junto a mí).

Bill: ¿Por qué?

Yo: Bill… no quiero ponerte en riesgo, no quiero que te apunten con una pistola por no reconocerte, ni que te sigan porque te vieron conmigo. Arriesgarías a Tom, a Simone y Gordon si te apareces junto a mí. Y… eso es lo que menos quiero… enserio.

Bill: Agradezco tu preocupación por mi familia. Ya sé a qué me arriesgo con acompañarte, pero quieras o no, no pienso dejarte sola en esto. No ahora que tengo la posibilidad de formar parte de tu vida como… tu amigo.

Yo: Bill (Si fuera posible, me tiraría por segunda vez a sus brazos y besaría su boca como en el pasado lo hice… sentía un nudo en mi garganta que se moría por salir… el nudo de mis sentimientos secretos hacia él)… está bien, dejaré que me acompañes.

Bill: Gracias (sonrió luciendo sus dientes blancos para que mis ojos los vieran y supiera cuán feliz lo hacía).

Yo: Sólo que hay una condición.

Bill: Pff!… ¿Cuál?

Yo: No saldrás de tu auto por mucho que insistas o veas que me estoy demorando mucho.

Bill: ¿Y cómo sabré si estás bien?

Yo: Préstame tu celular (lo buscó en sus bolsillos del pantalón y me lo extendió. Guardé mi número en su agenda de contactos y se lo devolví). Ahora tienes mi número, por lo que si ves que me demoro y no te aguantas los nervios por saber si sigo viva, sólo me llamas.

Bill: Ok… ¿y si no contestas?

Yo: Si no contesto a la segunda llamada, tienes permiso para preocuparte.

Bill: ¿Permiso? ¿Desde cuándo necesito de tu permiso para sentir?

Yo: Desde que dijiste que querías acompañarme (sonreí volviendo a tomar su mano como acto reflejo mientras nos dirigíamos a los estacionamientos).

Bill: Te juro que si no me respondes, saldré con una raqueta de tenis que tengo en el maletero a buscarte, eh.

Yo: ¿Juegas tenis?

Bill: De vez en cuando junto a Tom. Pero ese no es el tema, (name).

Yo: Bueno. Saldrás a buscarme y llamarás al 911, la guardia costera o no sé a quién.

Bill: A los guardianes de la bahía ;-)

Yo: Jajajajajaa….deben andar en silla de ruedas y bastones con todo el pellejo colgando por sus…

Bill: ¡Argh! ¡Mejor ni sigas que me traumo con sólo imaginármelo!

Yo: ajajajajaaa… ok

Ya en la ruta, le fui dando paso a paso las indicaciones según lo que me mostraba mi GPS móvil, mientras en mi mente planeaba cualquier tipo de plan de escape y de ataque en caso de que vieran a Bill o le pasara algo a él.  Amaba su actitud tan sobreprotectora conmigo, me hacía sentir querida y… especial. Pero no quería arriesgarlo a tanto peligro por mucho que fuera sólo la entrega de unas armas y una que otra palabra intercambiada, la mafia era una arma de doble filo con el que no se debía jugar nunca.

A los treinta minutos exactos, nos encontrábamos en una oscura caleta de pescadores con un olor algo putrefacto que espantaría hasta a las moscas. Normal; peces podridos, minerales marinos, una marea alta, y muchos botes con sus pescadores descansando tras una jornada completa de pesca. No me daba miedo salir, sino que temía por un repentino ataque a Bill entre tanta oscuridad y sitio de mala muerte. Un auto caro no se ve muy bien en un lugar como éste. Saqué mis documentos e identificaciones del bolso con la mirada atenta de un Bill serio y tenso tras apagar el motor de su auto.

Bill: Por favor, cuídate. Llama si estás en peligro.

Yo: Si, mamá (dije restándole importancia al asunto para quitarle el miedo que sentía a por mí).

Bill: Hablo enserio, (name). No quiero encontrarte ultrajada o descuartizada entre peces podridos.

Yo: Estaré bien, Bill. Confía en mí y recuerda que si me demoro demasiado puedes llamarme.

Bill: ¿Cuánto es demasiado para ti?

Yo: Más de diez minutos.

Bill: Vale.

Yo: ¡Ah! y no salgas del auto por nada del mundo. A penas cierre la puerta, ponle seguro a las puertas y quédate en los asientos traseros donde la luz no te delate.

Bill: ¿Qué pasa si…?

Yo: Ni lo pienses. Sólo llámame si pasa algo.

Bill. Ok.

Yo: Bien… nos vemos, Kaulitz.

Bill: (Name).

Yo: Que.

Bill: Cuídate. Por favor (vi sus ojos directamente y supe cuánto temía por mi integridad a tal punto de sentir un escalofrío recorrerme la columna vertebral).

Yo: (Me volteé mientras abría la puerta y le sonreí lo mejor que pude) Lo haré.

Tras cerrar la puerta, dejé con ella mi vida como estudiante de psicología, como amiga de Bill, de Andy y de Tom. Empecé a pensar calculadoramente viendo mis posibilidades de defensa, vías de escape y posibles instrumentos que estén a mi favor… pensaba como la Invasora. Las tablas a mis pies crujían por la humedad y los años que guardaban, y uno que otro pescador me vio sin decir nada, seguramente debían suponer que a estas horas todo lo que regía era el peligro.

Con las descripciones que Pantera me dio respecto al velero pude localizarlo fácilmente al final del muelle. Unos hombres/gorilas bajaban de él con un bolso negro y linternas en sus manos. A penas me vieron, se alinearon frente a mí iluminando mi rostro con sus linternas gigantes. Me acerqué lo suficiente (dos metros de distancia frente a ellos) cubriendo mi vista para no quedar ciega por el resplandor y les mostré mi identificación real (Si, tengo una legal con mi nombre y todo).

Yo: ¿Enserio tienen que cegarme con unas putas linternas? ¿Por qué no se alumbran la polla en vez de joderme la vista?... imbéciles tenían que ser. Mejor identifíquense.

Xxx1: Max Meyer, para servirle.

Xxx2: Jimmy Page.

Yo: Vale… Si ven a Pantera, agréguenle al informe que su ovo sigue en el punto y que pronto lo tendré.

Jimmy: Si.

Yo: ¿Qué hay en el bolso?

Max: Dinamita, pólvora, municiones, silenciadores, pistolas, gas lacrimógeno, granadas, entre otras cosas. Dentro del bolso hay una lista con su contenido.

Jimmy: Vendremos a buscar el bolso un día después de la misión exactamente a esta hora.

Max: Ante cualquier inconveniente, avise a Pantera con anticipación de unas tres horas.

Jimmy: Erik la esperará el día de la misión de un terminal de buses en Las Vegas a penas desembarque.

Yo: ¿Algo más?

Jimmy: Se le agradecería terminar la misión en el tiempo exacto.

Yo: Vale.

Me entregaron el bolso y un sobre que decía mi nombre con la letra de Malkovich. Y subieron nuevamente al velero marchándose de la costa y adentrándose en la silenciosa marea. Ya no había peligro. Ellos no trataron de asegurarse a toda costa que fuera yo, ni insistieron en buscar peleas nocturnas… simplemente entregaron la carga y las indicaciones correspondientes. Todo siguió exactamente igual por el camino de regreso. Ningún pescador se movió de su bote y las tablas parecían crujir menos. Hacía un frío que calaba los huesos y la neblina comenzaba a espesarse, si no fuera por una que otra farola pestañeando, no vería ni por donde caminaba.

A penas sentí mi celular vibrar en el bolsillo de mi shorts, la Invasora pareció esfumarse de mi cabeza, penetrándome en mí un calor y una sonrisa socarrona y segura que parecía ser imborrable. ¿Tan rápido pasaron los diez minutos o temía por mi vida? Daba igual. Cada paso que daba, me acercaba más a él y mis sentimientos se volvían incontrolables. ¡Adiós autocontrol! ¡Sale de mi cabeza por un rato y luego nos veremos las caras cuando me reproches y mechonees todo lo que quieras!... pero ahora te vas de vacaciones. A penas divisé el auto, cogí la llamada de Bill y le dije que le quitara el seguro a las puertas. Divisé su figura en el volante y oí el motor ronronear suavemente. Sé que me vio a penas le hice una señal con mi brazo libre. Metí el bolso a los asientos traseros y luego me metí en el asiento del copiloto con un millón de mariposas y nervios en mi estómago. Mis sentimientos ya no tenían control… los oprimí demasiado que ahora saltaban sin chistar.

Bill: ¿Cómo te fue?

Yo: Sigo viva (sonreí poniéndome de lado cara a cara).

Bill: Te demoraste doce minutos. Agradece que fuera paciente porque tenía los nervios de punta.

Yo: Bill…

Bill: Estaba a punto de salir del auto e ir a buscarte entre los…

No lo dejé terminar. No era necesario que replicara mi falta de responsabilidad.

Necesitaba de aquel contacto con sus labios como si fuera agua en un desierto. Como si mi vida dependiera de ello. Miles de imágenes pasaron por mi mente. Recuerdos, sensaciones, sentimientos, risas, lágrimas… momentos con él. ¿Cómo pudieron mis labios pasar más de un año separados de los suyos sin tener ningún contacto con su aliento? Simplemente no lo sé… la abstinencia de él, se me hacía demasiado difícil cuando ya me consideraba adicta a él. A Bill.

Sus manos estrecharon mi cintura aprisionando mi cuerpo al suyo, respondió a mi beso casi al instante en que yo fui a por sus labios, quienes encajaron a la perfección como dos piezas de un puzle. Su aliento con el mío, su lengua con mi lengua, mis labios con los suyos… todo en nosotros parecía encajar dejándome atónita. Enredé mis manos en su cabello corto y rubio atrayéndolo más a mí, y él coló una de sus manos por los bolsillos de mis shorts aprisionándome a él. No hacían falta las palabras, simplemente las adicciones llegaron a sus nivel de descontrol y dejamos de mentirnos respecto a una amistad inexistente. Separamos nuestros labios, tratando de calmar nuestros jadeos, quedando sólo nuestras frentes juntas. Sus ojos depararon en los míos cuando los abrió y pude ver el ellos claramente una luminosidad propia en donde me reflejaba, una profundidad en la que me perdía. Mordió mi labio inferior suavemente con una sonrisa dulce calcada en su boca cuando yo lamí sus labios delineándolos.

Bill: ¿Por qué lloras?

Yo: (Toqué mis mejillas notando una leve humedad en ellas) Oh… pues… no sé.

Bill: …No quiero seguir reprimiendo lo que siento por ti.

Sonaban como mis propias palabras. Sonreí y correspondí su siguiente beso.

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Hallo Gurls!! Primero que nada.... GANAMOS EL FAN ARMY!!! WOOOOWW!!  LOS/LAS ALIENS SOMOS LOS/LAS MEJORES!!!!  :D

Bien... jajajajajaa xD

Primero que nada perdónenme por no subirles un capítulo. Estaba en periodo de pruebas de síntesis, y de las cuales me eximí de la gran mayoría ;) además, el capítulo tuvo muchos arreglos para llegar a lo de ahora.

Hoy me dio un ataque de creatividad y (aún sin terminar esta temporada), empecé el prólogo de la posible próxima temporada, en donde quizás haya un giro en este fan-fic.

Muchas gracias por tener paciencia y esperarme. Este capítulo es un pequeño regalo para ustedes por votar por Tokio Hotel como locas hasta no sé qué horas.

Espero quue comenten toooodo lo que quieran, y si quieren enojense conmigo por dejarlas con la intriga de lo que pasara. Pero no se hagan muchas ilusiones ;)

Kusses sabor a ALIENS!!!


Bye//Bye

Capitulo 35 (1/2) (Segunda Temporada)


¿No era esto lo que quería, verlo  dar el primer paso a un error que ambos cometimos? ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? Bill era todo un espectáculo entre las chicas que lo observaban a mí alrededor rumoreando que debían estar alucinando con tanto estudio y que ese oasis de hombre debía ser hijo de algún delincuente o alguien famoso para tener semejante auto. ¿Tan arriesgado era? Ahí, aparcado frente a la universidad, cualquiera podría reconocerlo y sacarle fotos, pedirle autógrafos y chillarle en los oídos hasta romperle los tímpanos. ¿Estaba loco o qué? Prácticamente era un ciervo rodeado de lobos salvajes, y si seguía viéndolo desde una de las ventanas, se iría o lo atacarían las fieras que parecían pensar en acercarse a él.

Con mis latidos alocados, una sensación algo molesta en mi garganta y estómago (el hormigueo que tanto odiaba tener  porque delataba mis sentimientos), y un calor que se posicionó de mis mejillas, salí de los vidrios que nos separaban sintiendo el aire deslizarse por mis piernas y brazos desnudos junto a una que otra mirada atenta en ver quién salía. Algunos que ya me conocían me saludaron a lo lejos y otros simplemente ignoraron mi andar al bajar las escaleras y estar a unos treinta pasos de distancia de él. Se me hacía común verme algo desaliñada cada vez que nos veíamos, por lo que sólo ignoré ese detalle y caminé hacia él, atenta a sus movimientos corporales. Ya me había divisado a penas di el primer paso, y a pesar de los lentes de sol que cubrían sus ojos dándole un aspecto más seductor y misterioso, noté el escaneo general que hizo en mí. Y si andar con una sudadera beige y galaxy shorts era un delito, está bien, al menos Bill lucía guapo como siempre con sus músculos y su suave bronceado.

Yo: Hola (sonreí al decir esto para quitar tensiones que podrían surgir, y alejar mis repentinas ansias y nervios de no sé qué).

Bill: Hola, ¿acabas de salir?

Yo: Bueno, me quedé hablando con un profesor y recibí una llamada de Pantera.

Bill: Ah…

Yo: ¿Cómo supiste dónde estudio?

Bill: … Humm…

Yo: ¿Bill? (dije mirando de reojo a un grupito de chicos y chicas que observaban curiosos).

Bill: Está bien. Se supone que no debía decirte…

Yo: Oh, vamos. No soy tan agresiva como para imponer miedo en otros.

Bill: Lo sé (sonrió observando su alrededor). Tom de dio la dirección.

Yo: ¿Thomas? Pensé que fue Andrea.

Bill: No. Andy estaba estudiando cuando le dije que yo vendría a por ti.

Yo: Oh… ¿entonces vienes porque ella no pudo? (ahora me sentía mal por quitarle de su tiempo) Ella me dijo que hoy salía temprano de su examen.

Bill: Vengo porque yo se lo pedí.

Yo: No entiendo (¿o sea que Andy sabía de esto y lo hizo a propósito?).

Bill: (Se quitó los lentes fijando su mirada en mí,  creí morir por unos segundos)… Creo que te debo unas disculpas por mi tonto comportamiento en la casa de tu amiga. Debí suponer cómo reaccionarías al decirte algo tan delicado. Y… enserio lo he lamentado todos estos días porque se supone que debíamos…

Yo: Lo sé. Pero creo que yo también debo disculparme… No debí interferir en tu vida, ni mucho menos reaccionar así cuando tú ya eres consciente de tus actos. Y… perdóname por pegarte.

Bill: Hmm… si tú me disculpas, yo lo haré ;)

Yo: (Vi su mano extendida entre nosotros, y la estreché sin dudarlo tratando de ignorar la repentina descarga eléctrica que recibí por su contacto con mi piel) Ok… disculpas aceptadas.

Bill: Igualmente.

Yo: (Separamos nuestras manos observando cómo una chica tomaba una foto con su celular a Bill, fue inevitable reírme indicando con mi pulgar derecho a mis espaldas) Así que… ¿Eres la sensación acá?

Bill: Eso dicen (dijo encogiéndose de hombros mientras se volvía a poner los lentes y sonriendo de lado… ¿Es posible que un humano se derrita frente a él?).

Yo: Revolucionaste las hormonas de miles de chicas que deben estar pegadas como lagartijas en las ventanas.

Bill: ¡Exageras! (se carcajeó ante mi comparación ¿qué estarían diciendo ellas de mí o de él?)Además, ella no tienen ninguna oportunidad conmigo, ni la tendrán.

Yo: “Never say never” (canté recordando esa canción de pelucón de Bieber que daban cada cinco minutos en la radio).

Bill: O_O ¿¡Es enserio!? ¿Te gusta Justin Bieber?

Yo: ¡No! Ajajajajajajaaaa… ¡con suerte conozco esa canción!

Bill: ¡Uff! Ya me estaba asustando de tus preferencias…

Yo: xD

Bill: Bien, Tengo hambre y creo que tú también, ¿por qué no vamos a comer a alguna parte?

Yo: ¿Por eso Andy no vino?

Bill: Ajá =)

Yo: Ok. Muero de hambre y prefiero irme ya antes de que una manada de chicas te reconozca.

Bill: Bueno, si pasa eso, manejaré fuera de L.A.

¿Hablaba enserio o sólo bromeaba? Ya me lo imaginaba, él y yo en su auto huyendo de hormonas femeninas que amenazaban con la integridad de Bill. Me abrió la puerta del copiloto y luego se subió a mi lado encendiendo el motor e iniciando el camino entre semáforos y calles transitadas y llenas de turistas. Estaba chillando mentalmente de pura felicidad, lo reconozco, porque el hecho de verlo hablándome sólo a mí, sonriéndome, mirándome y pronunciando mi nombre, era como para morir en paz y revivir de la pura adicción de verlo.

Yo: ¿McDonald’s? ¿Enserio? (dije al ver que hacía la fila de los pedidos para llevar frente a un escaparate gigante con el logo tan mundialmente conocido).

Bill: Oh… ¿no te gusta? Si quieres vamos a…

Yo: No, no te preocupes. Es que… ¡guau! Hace años que no venía a uno.

Bill: ¿Bromeas? (negué sonriendo)… bien, de ahora en adelante te llevaré a todos los lugares de comida rápida y que conozco… ¿desde cuándo que no venías a uno?

Yo: (Sonreí ante el recuerdo de mis padres sentados frente a mí en un McDonald’s) Desde los seis o sietes años con mis padres y un amigo de la infancia.

Bill: Oh…

Yo: ¡Avanza Bill que te quedas atrás! (me reí cuando su cara cambió y se puso roja por su descuido).

Inconscientemente hicimos como si nada pasara, como si fuésemos amigos de toda la vida o quizás… ex novios. Y es que no todo podía ser vomitivamente dramático o cursi, a fin de cuentas, sólo éramos un par de veinteañeros nada normales tratando de hacer cosas normales y actuar de la misma manera. Él, hacía desmayar a las chicas con un guiño o un simple “hola” sonriente, en cambio yo, mataba y cometía delitos de gran peso. Los opuestos se atraen, dicen. Bill mueve masas, yo muevo armas.

Y quizás comer una Big Mac (su hamburguesa era vegetariana o creo que de soya) sentados en los columpios de un parque poco transcurrido por niño y con muchos ancianos, no era lo más mágico ni moderno, pero divertirse imaginando la vida de aquellos que debían triplicarnos en edad, era un panorama interesante y muy chistoso junto a un Bill cuyas sonrisas siempre iban en mi dirección.

Yo: ¿Y qué me dices de la del bolso rojo gigante? Debía ser muy guapa a nuestra edad (comenté indicando a una anciana de cabellos blancos, ondulados y cortos que cotilleaba con una señora de su misma edad a juzgar por sus risitas cómplices).

Bill: Pues… ella era actriz porno, pero esas de revista, eh. Apuesto a que tenía unas curvas mortales que derretían a cualquiera y que tenía muchos seguidores dueles que compraban sus calendarios… pero ahora la ves desgastada porque…

Yo: Está vieja, Bill.

Bill: ¡Es más joven de lo que crees! De hecho, tiene la misma edad que mi madre, sólo que quiso ser la mujer con más hijos del mundo y quedó… fofa.

Yo: ¿Fofa? (me reí ante la palabra que usó).

Bill: Ajá… desinflada, con mucho pellejo sobrando y arrugada por la fuerza de parir a más de veinte hijos.

Yo: Puedes conmigo, Bill (le dije tratando de no reírme a carcajadas de sus locuras o me atragantaría con la Coca Cola).

Bill: Y la de su lado, es su prima y estudió enfermería para ayudar en la Segunda Guerra Mundial a los soldados, y uno de ellos fue su esposo.

Yo: Humm… interesante pero, ¿cómo una actriz porno es amiga de una enfermera puritana?

Bill: Son lesbianas encubiertas (murmuró Bill y estallé en toz atragantándome con la bebida). Se tienen ganas y sólo hablan guarradas. Por eso se ríen entre ellas… de hecho, están esperando a que nosotros nos vayamos para follar entre los arbustos ;)

Yo: ¡Bill!

Bill: Jajajajaaa… ¡Pero si todo puede suceder! La libertad de expresión todavía está vigente.

Yo: Estás loco (dije recuperando la compostura y secándome las lágrimas producto de mucho reírme).

Bill: ¿Y qué dices del señor del saco verde oscuro que lee el periódico?

Yo: (Observé al viejecillo que Bill indicaba a mi izquierda, canoso, lentes ópticos con marco negro y grueso, mirada gastada y arrugas en sus manos.  Estaba solo) Se llama Carl. Vive en una casa con una vista maravillosa que da a un lago de aguas cristalinas, y está de paseo por L.A. para visitar a sus nietas Mary Ann y Luisa. Tiene un tatuaje de su primer amor en su brazo cuyo nombre es Janette. Es un ex marino jubilado que sólo navega en un lago cantándole a su esposa, quien esta vez fue a comprar unas malteadas y se quedó coqueteando con el chico que la atendió.

Bill: Guau. Notable, eh. Y así dices que tengo mucha imaginación y que estoy loco :)

Yo: Jajajjajajajaa…

Bill: ¿Y qué me dices de la chica de shorts, camiseta beige y zapatillas rojas de lona que está a mi lado? Parece tener una historia atípica e interesante a juzgar por su carácter y personalidad.

Yo: Humm… ¿es un halago?

Bill: No lo sé, quizás.

Yo: Bien, ella se llama (name). Sus padres murieron asesinados por un mafioso al que ella tuvo que aliarse para sobrevivir, por lo que es un aprendiz de uno de los más temidos. Y… hace unos años atrás supo que ser la mejor espía no bastaba y conoció a un cantante alemán famoso llamado Bill con el cual mantuvo una bonita relación. Ellos terminaron cuando él supo que era mala y ella volvió a su país natal para enfrentar temores pasados por un año y… superar su quiebre con Bill. Y resulta que un año después lo vuelve a ver y…

Bill: ¿Y? Estaba genial esa historia. De hecho fue la más interesante entre la de los demás ancianos.


miércoles, 6 de junio de 2012

Capitulo 34 (Segunda Temporada)


NARRAS TÚ


Andy: Y dentro de las cosas que me dijo de la infancia de ellos, me pidió disculpas. Debiste verlo… ¡era como ver a un pequeño de cinco años!

Yo: ¿Por qué se hizo rastas?

Andy: Lo pensó durante un tiempo ya que odiaba tener que hacerse las trenzas cada dos o tres semanas, en cambio con rastas, lleva el pelo como quiere y sin necesidad de ir a la peluquería siempre.

Yo: ¿No es algo… anti higiénico?

Andy: Las de él no. Las cuida y no deja que las manoseen mucho, pero se ve más sexy… no sé, tiene un aire más rebelde y salvaje.

Yo: ¿Y alcanzaste a verlo con el cabello suelto y natural?

Andy: ¡Si! Te juro que le cambia completamente el rostro. Incluso tuve que hacer acto de presencia cuando las peluqueras y clientas empezaron a halagarlo por su cabello tan bien cuidado.

Yo: Jajajajajaaa… no cambias, Andrea.

Andy: ¿Y tú? ¿Dos semanas con licencia médica y yendo a clases cuando se te apetece? Eso no es normal en ti, (name). ¿Sucede algo? Porque es un hecho que ya no estás resfriada, sino que esto ya es algo más emocional.

Yo: ¿Te crees psicóloga? (dije cambiando los canales del televisor sólo por hacer algo).

Andy: No. Se nota a leguas de distancia cuándo estás de mal humor o sin ánimos, como ahora.

Yo: Ah… (Si, no se lo podía negar… fue espía y lo que aprendió suele usarlo con cualquiera).

Andy: ¿Y? ¿Me dirás o debo quedarme con la duda?

Yo: …

Andy: Entonces no sé para qué me llamaste si no hablas.

Yo: … (¡Qué difícil era abrir la boca!).

Andy: Oye, desde que me contaste lo que te pasó cuando ingresamos a la mafia, te dije que podías confiar en mí, y no pretendo…

Yo: Fui a ver a mis padres. En Alemania.

Andy: Oh…

Yo: Ajá.

Andy: Debiste decirme que te acompañara.

Yo: No. Necesitaba ir sola y… pensar.

Andy: ¿Viste a Jeremy o a Solarin?

Yo: Pantera aún no baja de su nube de vacaciones pero está atento a lo que pasa con su mafia, y Malkovich ya que entregó los datos de mi próxima misión.

Andy: (Name), tú no deberías…

Yo: Necesito el dinero. Con eso pago mi vida lo quiera o no.

Andy: Pero es que es demasiado malo. Aquí hay miles de trabajos y escoger uno es fácil.

Yo: Ninguno me pagará tanto como éste, Andy. Tendría que trabajar en Playboy y salir con Kanye West si quiero ganar dinero por no hacer nada más que follar o mostrar mis senos.

Andy: En eso tienes razón, pero…

Yo: Andy… (Le advertí para que supiera que no cambiaría mi opinión por nada del mundo).

Andy: …Ok. Pero cuando te falte un brazo, no llores en la puerta de mi departamento.

Prácticamente eran las 3 a.m. y seguíamos despiertas sin una pizca de sueño en nuestros ojos, y es que su visita me sorprendió demasiado e insistí en que se quedara a cenar conmigo y que no nos veíamos de hace una semana y media luego de lo ocurrido en su departamento. ¿Por qué nos distanciamos cuando peleo con Bill siendo que ella es mi amiga? No es que lo queramos, sino que es un movimiento inconsciente en el que buscamos refugio de diferentes formas. Me enseñó a hacer croissants de chocolate, una delicia que valía la pena comer en una madrugada compuesta por aire húmedo y un cielo despejado en donde los edificios tenían las luces apagadas y sólo el silencio se adueñaba de la poca iluminación en el ambiente.

Andy: Tom me dijo que el martes se juntó contigo antes que te marcharas.

Yo: Si. Me explicó lo que sucedió y las causas de su decisión. Yo le pedí disculpas y le expliqué que me sentía un poco dolida cuando Bill me dijo lo que hicieron tan fríamente.

Andy: Si me contó. Te juro que estaba súper feliz porque ya había arreglado los problemas que tenían y se sentía sin cargos de consciencia. ¿Y Bill? ¿No has hablado con él?

Yo: No tengo su número.

Andy: Pero sabes donde vive y yo te lo puedo dar.

Yo: No, no quiero tenerlo aún. Si él quiere que hablemos, me llamará o intentará ubicarme.

Andy: ¿Tanto orgullo?

Yo: No sé. Pero me gustaría verlo en esas ;)

Andy: El fin de semana pasado estuvo con un ánimo por el núcleo de la Tierra y se pasó todo el día con sus perros según me dijo Tom, además de mencionar mil veces que odia hablar demás y…

Yo: No creo que quiera hablar, Andy.

Andy: ¿Tú quieres aclarar las cosas?

Yo: Si

Andy: ¿Aún te gusta?

Yo: Si (sonreí recordando su sonrisa y sus ojos).

Andy: ¿Y has pensado en todas las cosas que hizo para conocerte?

Yo: ¿A qué quieres llegar?

Andy: Contesta.

Yo: Si, lo he pensado siempre desde que me dijo lo del diario.

Andy: ¿Entonces? ¡Qué esperas!… se supone que tú también deberías esforzarte como él para que esto funcione.

Yo: Es fácil decirlo, Andy. Tú no eres yo (dije apoyando mi mentón en las rodillas observando mis calcetines con rayas de colores, súper infantiles).

Andy: Pero si yo perdiera a Tom por algo que ya está hecho, lo recuperaría como pudiera.

Yo: Creo que esperaré a que él se acerque primero.

Andy: No tienes pretextos ¿ves?… lo perderás con tantas peleas.

Yo: Sólo han sido dos.

Andy: ¿Y? En la primera se distanciaron por más de un año, y ahora llevan una semana que se convertirá en meses o años y siglos.

Yo: … Andy…

Andy: Si lo perdonas, el de arriba te dará un pase liberado al Edén ;)

Yo: ¿Desde cuándo hablas con Dios?

Andy: Desde que pienso ;)

Yo: Ja-Ja muy chistosa ¬¬

Andy: ¡Ah! se m olvidaba mencionar que se cambiaron de casa.

Yo: ¿Enserio? ¿Por qué?

Andy: Llegaban stalkers al portón o llamaban a altas horas de la madrugada sólo para molestarlos y decirles tonterías.

Yo: … ¿A tanto llega el fanatismo? Pensé que era un recinto demasiado seguro y privado.

Andy: Bueno, ni yo comprendo esto, pero ahora viven más cerca del centro en una casa un poco menos llamativa y no tan grande como la otra, pero más moderna. Quizás cuando hagas las paces con Bill la conozcas y sepas donde está :)

Yo: ¿Quieres terminar en Argelia junto a Lisbeth si sigues insistiendo?

Andy: ¿Es enserio? (dijo levantando una ceja).

Yo: Dicen que los paisajes son hermosos y que la gente es muuuuuy cariñosa (dije con ironía).

Andy: ¿Quieres que selle tus labios con pegamento?

Yo: No, gracias ;)

Andy: Entonces no metas a sin-cerebros en nuestra conversación.

Yo: ¡Ya me preguntaba qué había pasado con tu rudeza! (reí junto a ella).



NARRA TOM

Yo: ¿Bill?

No. Cero reacciones a pesar de que murmuré su nombre. Por suerte esta vez no fue tan crítico su coma vegetal ocasionado por el amor que le tiene a (name). Estaba normal, lo sabía y lo sentía, sólo que a veces parecía perderse en sus pensamientos y no escuchar ni su propia voz. Imagínense esto en dos semanas; un exorcismo era más entretenido que Bill, por lo que hoy le pondría pausa a todo esto y le daría lo que tanto necesitaba para ser feliz y tratar de enmendar sus errores así como yo ya corregí los míos completamente luego de una queja proveniente Andrea.

Yo: No creo que quieras mandarme a la mierda después de lo que te diré, sino que me amarás y dirás que soy el mejor ;)

Bill: Bien, puede que ya lo sepas así que no lo diré.

Yo: Pf! ¿enserio? ¡Te estoy aliviando la carga con eso!

Bill: Ya pero, ¿Qué es “eso” tan importante?

Yo: Antes, debes prometer que irás sí o sí, sin dudar.

Bill: ¿Dónde? Thomas…

Yo: Ya te diré, promételo.

Bill: Ok, vale. Lo haré.

Yo: Bien (saqué el papel doblado en cuatro de mi pantalón y se lo mostré).

Bill: ¿Y eso?

Yo: Yo siempre supe el número telefónico de (name), y su dirección la supe hasta hace unos días atrás. Pero no quise dártela para hacerte sufrir un poco así que…

Bill: ¿Bromeas? (dijo con un rostro iluminado y alegre).

Yo: Pero ahora debe estar a punto de salir de clases en su universidad ¡Ah! también esta esa dirección ;)… si yo fuera tú…

Bill: Lo sé, lo sé (dijo quitándolo de mis dedos). Gracias, eres lejos el jodido mejor hermano mayor.
Yo: Mejor apúrate o no llegarás a tiempo.

Besó mi mejilla sólo para molestarme cuando encontró las llaves de su auto en la mesa que estaba a mi izquierda y lo vi correr y cerrar la puerta de golpe. Es tan fácil hacer feliz a Bill, que me sentía como Papá Noel cada vez que le hacía sonreír luego de tantas lágrimas y caras tristes. ¿No es esa en parte la labor de un hermano mayor? Hmm…

Y para asegurarme de que Bill iba en la dirección correcta, llamé a Andrea, quien me confirmó que (name) salía en 10 minutos más de clases ya que planeaba juntarse con ella. Como era de suponer, gritó de la emoción tras contarle que Bill planeaba hablar con ella y afirmó que enviaría un mensaje de texto a su amiga para cancelar su salida de chicas, o como le llaman las mujeres a eso de juntarse.



NARRAS TÚ

Pantera: El primo segundo de Nikita se lo obsequió cuando cumplió la mayoría de edad hace treinta y dos años atrás, como un símbolo de unión entre ellos.

Yo: ¿Incesto?

Pantera: No, sólo amistad. Ha sido su objeto más valioso, algo así como su cábala de la buena suerte en los juegos de intercambio de blancas, drogas y armas. Pero todo eso quedó atrás cuando apostó el huevo de pascua contra mí.

Yo: Perdió.

Pantera: Por supuesto, y se rehusó a entregármelo como acordamos. Ambos salimos heridos y él escapó en un helicóptero en dirección desconocida.

Yo: ¿Huevo de pascua?

Pantera: Si, hecho por Peter Carl Fabergé, un joyero ruso que es uno de los más importantes a nivel mundial. Y ese ovo, precisamente, es uno de los que aún no encuentran de la colección total.

Yo: ¿Qué harías con él? ¿Será un trofeo más para tu colección?

Pantera: No, querida. Tiene peso, un peso bien importante si lo negocio con autoridades rusas o inglesas, a tal punto que costearía mi hogar hasta el fin de los tiempos.

Yo: ¿Y qué hace en Estados Unidos?

Pantera: Presumir su huevo con incrustaciones por casinos lujosos y ganando dinero.

Yo: olvidaba las intenciones que hay detrás de un cabecilla.

Pantera: Me lo imaginaba.

Yo: ¿Mi equipo?

Pantera: Jeremy lo envió. Llegará esta noche al puerto de pescadores de Malibu Beach. El velero lleva una pantera en una de sus velas.

Yo: Bien, allá estaré. Debo colgar, estoy en clases. Mejor cuida tu salud y duerme.

Corté antes de que me respondiera y de que Nim se acercara lo suficiente como para oír la conversación que mantenía con mi casi ausente jefe. La misión se llevaría a cabo en 3 días más, y planeaba ir en bus ya que no expondría la patente de mi motocicleta en asuntos ilegales y peligrosos.  Por mucho que no lo quisiera, tendría que matar personas dirigidas por un mafioso al que sólo le interesaba divertirse a costa de los demás. Obtuve los datos faltantes en donde se encontraba su historial criminal, biografía, enfermedades, alergias, estado psicológico, círculo social frecuentado, entre otras cosas.

Nim: Me recuerdas mucho a Erik, el chico que te mencioné.

Yo: ¿Yo? Hasta donde sé, mis genes indican pertenecer al sexo femenino.

Nim: No sonríes mucho, te sientas correctamente, procuras o delatar con tu caligrafía tu personalidad, tus calificaciones sobresalen del resto e ignoras a tus “admiradores”.

Yo: Tenemos el mismo nivel de entrenamiento.

Nim: ¿Lo conoces?

Yo: Es información confidencial. Si él quiere verlo, vendrá. No soy mensajera de él ni él de mí.

Nim: Ser espía acarrea muchas cosas ¿verdad?

Yo: Ni lo imagina (murmuré guardando mis libros en mi bolso).

Nim: ¿Tener sexo con sus compañeros de clases es una de ellas?

Yo: Espere (dije ante aquel doble sentido viendo mis posibles vías de escape). ¿Qué quiere insinuar?

Nim: Joe habla demasiado alto. Le sugiero que controle su boca si va a seguir lanzando estupideces al aire… ¡Ah! se me olvidaba decirle que Erik me envió una carta mencionando que la visitaría y la acompañaría como oyente en mis cátedras en dos días más.

Yo: Hágame el favor de no preguntar cosas que ya sabe (murmuré cuando pase por su lado).

No hubo ni mamada, ni paja, ni polvo, ni previa, ni nada. ¿Tan virgen podía ser alguien como para inventar rumores de una? ¿Tan necesitado estaba? Hackeé desde mi móvil sus contactos del celular y envié una foto falsa de su “supuesto” amigo del porte de mi dedo meñique, divulgándola en sus contactos que en su mayoría eran demasiadas chicas que no conocía.

A medida que avanzaba por el pasillo principal, veía el rostro boquiabierto de muchas chicas quienes comentaban con otros la imagen que bajaría de su trono imaginario a Joe. Di con él a la vuelta del pasillo, su rostro rojo como un tomate indicaba que se enteró en tiempo récord de mi pequeña venganza y de cómo sus compañeros se burlaban de él. “Demasiado pequeño” modulé perfectamente en su dirección cuando me vio como la responsable de esto. Sabía que era demasiado el golpe a su ego, y que me dejaría en paz hasta una nueva presa por cazar ;)

Pero dicen que cuando te concentras demasiado en algo, terminas descuidando otra cosa, y creo que eso fue lo que pasó por mi mente cuando vi la dirección de los murmullos de las chicas que se arremolinaban por ventanas y la entrada. Sabía de quién era ese flamante auto atípico de estos lugares y esa cabellera rubia que brillaba apoyado en él con una pose algo chula pero que en él se veía atractiva. Demasiado sexy, atractivo y sensual para pertenecer a la figura de un norteamericano, por lo que no cabía duda que debía ser europeo. ¿Pero qué hacía acá?. Nuevo mensaje recibido, o eso indicaba mi celular que repentinamente empezó a vibrar dentro de mi pantalón.


“Dejemos nuestra salida para otro día. Ya lo entenderás… y no te preocupes por cómo volver ;) XOXO… Ah! ¿No era esto lo que querías?”


Andy tenía que ser.

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Hallo Gurls!!  uff... las tenía abandonadas con tanto trabajo, pruebas, tareas, bla bla bla. Ya sabes, lo de siempre ;)

Hoy les subí capítulo porque me resfrié (lo bueno es que ya estoy mejor c:), mi madre es tan buena, que me dejó faltar al colegio ayer y hoy... pero mañana no me salvo porque tengo pruebas -.-

Espero dejarlas con ganas de más en este capítulo ya que pronto se aproxima la emoción, acción, drama, reden, etc. pero no les quiero adelantar nada xD

Graaaaaacias, muchas gracias a todas las chicas que leen y comentan en el chat, abajo de cada capitulo (no sé como se llama esa parte del blog xd) y por inbox en mi facebook. Enserio hacen que me den ganas de avanzar más rápido con los capitulos y seguir con el fan-fic.

Bien, no me alargo más o las aburriré :)


Kusses sabor a croissants de chocolate (la verdad es que nunca he probado uno .-.)


Bye//Bye