www.nina-gonnabeokoneday.blogspot.com

sábado, 7 de septiembre de 2013

Capitulo 15 (Tercera Temporada)

Mamá no puso ninguna objeción cuando le dije que iría a hacer un trabajo y que seguramente volvería tarde. Claro, su condición fue tener el celular en mi bolsillo y no en silencio. Mentalmente, había preparado diálogos que podrían surgir con su familia, o con su tío si es que llegaba a hacer preguntas sobre mí. Por supuesto, no planeaba decirle mi apellido ni algún dato que se relacionara con mamá o mi vida… más bien sería algo reservado en cuanto a esto.

Mi tío Gaspard insistió en que si tenía relaciones me cuidara, excusándose con que conocía la juventud actual. ¿Acaso piensan que sólo pienso en follar cuando me junto con una chica? Pf!... ignoré sus comentarios en doble sentido guardando los últimos trabajos que debí entregar dentro de la semana en un archivador.

-¿Vive muy lejos? –preguntó mi tío Erik mientras ayudaba a mamá con unos documentos de su trabajo.

-Nos juntaremos en un parque y de ahí iremos a su casa –comenté cerrando los cierres de mi bolso.

-¿Es linda? –preguntó con una sonrisa cómplice el tío Gaspard.

-Es odiosa, egocéntrica, algo agresiva, muy lista, creativa y… ¿me creerían si les dijera que es como mi versión femenina?

Los tres presentes me miraron con sus cejas alzadas sorprendidos por la última descripción. Solté una risita mientras pasaba el cable de los audífonos por el interior de mi chaqueta.

-Interesante descripción –murmuró mamá volviendo la vista a los papeles frente a ella y acomodándose los lentes de aspecto gatuno -. Que yo recuerde, jamás la había oído antes.

-¿Si es odiosa, por qué le harás clases? –dijo el tío Gaspard.

-No son clases. Simplemente debemos hacer unos trabajos juntos. Es enserio.

-Ok, vale. No insistiremos más –sonrió levantando las manos.

-Deberías traerla alguna vez –sugirió mamá sonriendo aprobatoriamente.

-Lo pensaré… la verdad es que su familia es algo famosa en Alemania por lo que no puede salir demasiado. Creo que es la hija de un senador o algo así.

-Inteligente elección –susurró el tío Erik.

-No lo molestes, Erik. Sé cuando mi hijo habla enserio, y hoy es uno de esos momentos.

Miré a mamá alzando una ceja algo impresionado por su comentario frente a mis tíos. En su rostro se dibujó una sonrisa cómplice que me decía que sabía que no mentía en nada y que parecía saber lo que pensaba.

-Bien, ¿me puedo ir ya? Sería una falta de respeto llegar antes que una mujer.

-Le enseñamos muy bien –sonrió mi tío a su primo.

-No llegues muy tarde, y avísame si cenarás con ellos o con nosotros. Llama en…

-...Caso de emergencias o si la cosa se pone insoportable –terminé la frase de mamá sonriéndole antes de depositar un beso en su mejilla-. Quien debería cuidarse eres tú, no yo. Llámame ante cualquier emergencia por favor.

-Lo haré, cariño.

-Vale. Cuídenla –les dije a mis tíos, quienes sonrieron y volvieron con mamá a ver los escritos sobre la mesa.

Ya en el parque, no fue mucho lo que tuve que esperar a Cassandra, quien me guió hasta un auto completamente negro que parecía del gobierno. Discutimos sobre la manera e que empezaríamos y cuando llegamos a un acuerdo mutuo, ya estábamos nuevamente en su casa.

De día, no se veía tan grande como de noche, sin embargo el toque arquitectónico realista, le hacía lucir como una vieja mansión sobreviviente tras las anteriores guerras alemanas.

-Pensé que mi tío se quedaría con nosotros, incluso le dije que vendría un amigo y sería de muy mala educación la ausencia de uno de los dueños de casa –comentó tras despedirse del chofer que nos trajo.
-¿Y qué te dijo?

-Prometió no demorar mucho y que estaría acá antes de la cena.

-¿Aún dan entrevistas?

-No tan seguido como antes. Cuando están de gira o promocionando un nuevo álbum, suelen estar llenos de ellas, pero en estos momentos no.

-¿Año sabático? –sonreí observando los muebles modernos.

-Año de grabaciones –me corrigió.

Subimos a su cuarto sin importarle mis insistencias respecto a la presencia de un chico en su habitación y de lo que podría decir su padre cuando me viera. Para parecer una completa consentida, su cuarto no parecía estar lleno de lujos; consistía en una cama de cobertor blanco, paredes color lila, cuadros familiares y artísticos, un espejo de cuerpo entero, un escritorio y con computador moderno, una laptop, dos puertas junto al espejo, ventanales, cortinas, y una repisa de muro a muro llena de libros.

-¿”Twilight”? –le pregunté echando un vistazo a los títulos de su colección larguísima.

-Es el primer libro que leí –comentó restándole importancia.

-Nunca he entendido que le ven las chicas a los vampiros, hombres lobos, robots, ángeles, y todas esas cosas. ¿Acaso de mojan con esos tipos?

-Es más simple de lo que crees.

-Explícame entonces, representante del género femenino.

-Es fácil. Las chicas buscan despegarse de sus vidas cotidianas adentrándose en otro mundo. Muchos de los chicos que las rodean son unos completos asnos, así que prefieren leer sobre tipos que no lo son, y que llevan a las protagonistas a aventuras de todo tipo.

-¿Algo así como un chico malo o como Romeo?

-Una mezcla de ambos.

-Pero hay chicos que son así.

-¿Enserio? Llevo diecisiete años de vida y te juro que aún no me cruzo con ninguno.

-Eso es porque vives en un mundo poco sociable. Eres la hija de un famoso, por lo que es normal que tu círculo social se vea afectado por la fama de tu padre. Tiendes a desconfiar de cualquiera que quiera ser tu amigo porque no sabes si quiere aparecer en la prensa y hacer igual de famoso que él, o simplemente quiere tu amistad.

Se quedó perpleja a mi lado, boqueando y con los ojos bien abiertos. Parece que hablé más de la cuenta, porque parecía incómoda cuando reaccionó y empezó a mirar a su alrededor.

-¿Acaso piensas como las chicas? –bromeó con una risa amarga tomando el un libro de historia universal de su repisa y acercando una segunda silla a su escritorio.

Es parecido a mi historia de vida, no puedo hacer amigos porque los relacionaría con un mundo al cual no quieren pertenecer ni por mera curiosidad… carraspeé sacando mis libros y dejándolos sobre su escritorio evitando el contacto visual con ella, quien me miraba expectante por una respuesta ante su pregunta.

-¿Acaso no desconfías de mí? Nada te asegura que no busque tu amistad.

-No desconfío porque ni si quiera conocías a mi padre. Además, se nota que a pesar de tu constante mal comportamiento en clases, no te gusta llamar la atención de todos.

Ahora fui yo el que se quedó de una pieza observándola. ¿Acaso es una experta en leer conductas? Da igual, ésta era una lección que me decía que debía ser más precavido que antes.

-Mejor comencemos antes de que se nos haga tarde –murmuré abriendo el índice de uno de los libros y dando la conversación por terminada.

Al poco rato después, cuando nos planteábamos si mencionar los datos curiosos sobre la conducta de Hitler además de su historial psiquiátrico, su padre irrumpió en su habitación, saludándonos impresionado por la cantidad de papeles desperdigados por la alfombra persa. Le explicamos lo que hacíamos y concordó con que mencionáramos el nivel de locura del antiguo líder de masas.

-Tendrán pruebas de la locura de él. Y si algún profesor les dice que es un trabajo impresentable, pueden contar conmigo ante cualquier cosa que se les presente –sonrió sentándose junto a nosotros en la alfombra-. ¿Por qué no están en el escritorio? Terminarán con dolor de espalda.

-Nos faltaba espacio –se excusó Cassandra.

-Hm… en ese caso, hubiesen bajado.

-Da igual, estamos cómodos acá y sería una pérdida de tiempo bajar.

-Bueno, hagan lo que deseen –sonrió encogiéndose de hombros, vi a Cassandra algo impresionada con las palabras de su padre como si no las hubiese escuchado jamás en su vida o como si estuviera hablando en chino mandarín-. ¿Cómo te ha ido, Alexander?

-Dile Sascha, es más corto –sugirió con una sonrisa enorme, mi versión femenina.

-Cassie, no puedes…

-No se preocupe, señor. De hecho, pienso que leyó mi pensamiento ya que quería comentarle lo mismo – ¿qué planeaba mi mente al dominar mi voz y defenderla de una recriminación paterna? Rasqué mi cabeza algo incómodo al notar lo que dije.

-Sascha… normalmente a quienes tienen tu nombre, se les dice Alex. Jamás escuché ese diminutivo.

-Es ruso –murmuré hojeando uno de mis libros leyendo cada título y viendo cada imagen para evitar la mirada de ellos.

-¿Ru… ruso? –parecía impresionado por su tono de voz.

¡He aquí la pista que necesitabas!... Levanté la vista firmemente notando que sus ojos me observaban muy abiertos.

-Uno de mis tíos vive en Rusia y encontró un apodo cómodo a mi nombre. Al principio sólo él me llamaba así, pero al tiempo después todos preferían ese diminutivo… a excepción de cuando me recriminan algo.

Mamá…

-Los padres suelen ser así cuando cometes errores –comentó Cassandra aún teniendo a su padre al lado.

-No podemos tratar con demasiada dulzura a los hijos cuando queremos que aprendan algo.

-En mi caso, sueles ser mi tíos los más exagerados que mi madre… la mayoría de las veces –sonreí sabiendo que aunque no tenga un padre biológico presente en mi vida, los tenía a ellos que eras prácticamente unos padres adoptivos.

-Bueno, no eres el único. Mi tío Bill suele reemplazar a papá cuando él no está.

-¿Y él… tiene hijos?

Cassandra miró a su padre esperando a que él respondiera y saliera de su repentino asombro ante mi pregunta, cuando volvió a tierra firme, entendí que era algo complicado de hablar ese tema.

-Una vez estuvo dispuesto y se imaginó siendo padre, pero de eso ya van años. Y su novia quiere formar una familia, pero él se niega rotundamente antes de salir corriendo.

-Pero se supone que lo tienen todo. Dinero, fama, éxito, inspiración, una banda reconocida a nivel mundial, pareja… ¿por qué no quiere dar el siguiente paso? –insistí algo sorprendido ante la testarudez de este tipo llamado Bill.

Mi versión femenina volvió a mirar a si padre, quien parecía algo complicado con mi pregunta y buscando las palabras correctas para no hablar más de lo que debe. ¿Qué ocultaban estos dos hermanos? ¿Qué podía ser tan doloroso o terrible como para no poder ni nombrarlo? ¿Qué pasó para que Bill no quisiera tener hijos?

-Bill es algo… negado. Creo que simplemente no quiere que haya una persona más importante para él que Cassandra.

-¿Acaso no sería mejor que se operara para quedar infértil? –preguntó ella tratando de cambiar de tema a uno más llevado a la biología, en donde no entraban temas muy incómodos como el de su tío con pintas de amargado social.

-Eso sería un recurso demasiado exagerado, cariño… sería como castrarte.

Me reí ante su extraña comparación de infertilidad. Él sonrió satisfecho por producir un efecto irrisorio en ambos y se levantó del piso estirando su espalda adolorida y estirando su ropa. Murmuró algo en voz baja y sonrió.

-Bueno, iré a terminar de preparar la cena. Espero que en diez minutos bajen o me lo comeré todo yo –ambos asentimos sonriéndole hasta asegurarnos que se fuera cerrando la puerta de la habitación.

Cassandra me miró seriamente antes de volver la vista a sus anotaciones sobre lo que hasta ahora llevábamos en el trabajo. Ahora que volvía a aterrizar en el espacio actual, entendía que me había pasado. Estoy en un territorio que no es mío haciendo preguntas que no me incumben… ¿o sí? Vale, sé que seguramente no es normal que pregunte sobre un tipo amargado que ni conozco o he visto, sin embargo el hecho de que quizás esté estrictamente relacionado conmigo es algo que no puedo olvidar.

-¿Pregunté demasiado? –murmuré escribiendo en detalle las últimas horas de vida del régimen nazi.

-No es eso –dijo dejando el bolígrafo junto a los papeles para mirarme fijamente-. Es simplemente que no sé qué pasará si le preguntas algo a él… ya sabes, algo delicado.

-¿Por qué?

-Es que no es lo mismo hablar con mi padre a que con él. Para ser gemelos, son muy diferentes. Sólo ellos se conocen completamente y no se guardan ningún tipo de secreto, sin embargo quien tiene mejor disposición para hablar sobre el pasado es papá.

-En ese caso será mejor que le preguntemos a él –sugerí restándole importancia a su preocupación.

-Es que él tampoco sabe toda la historia detrás de mi tío.

-Pero me acabas de decir que no se…

-No hay secretos. Pero mi tío prefiere ni referirse a ese tema antiguo… es como si algo de él lo repeliera. Y por eso papá acepta su negación.

-¿La negación de procrear?

-Ajá. Yo creo que mi padre sabe el motivo y por eso respeta su decisión.

-Entiendo.

No. No entendía ni con ecuaciones la decisión tan obstinada de este tipo frente a un tema que sensibiliza hasta al más frío. ¿Qué habrá pasado? Algo debió impedir que su proyecto de vida se desplazara por el de follar a cualquier modelo que se le cruzara. Quizás presenció algo repugnante y quedó traumado, o mató a alguien. Pero mamá ha matado a gente y no queda tan mal, de hecho no es vegetariana.

Terminamos de anotar lo último cuando Tom nos llamó y bajamos mientras planeábamos el orden cronológico en el informe escrito. Jamás me cansaría de ver los cuadros de ésta mansión/casa/casona, eran geniales y le quitaban el toque anticuado reemplazándolo por uno moderno.

El comedor era lo suficientemente grande como para diez personas y un poco más. La mesa era de vidrio con detalles típicos del art nouveau, y las sillas eran de una madera oscura con detalles iguales. La mesa estaba llena de diferentes comidas, y había más puestos de los que imaginaba. Claro, en ellos estaban los miembros de la banda (Georg y Gustav) además, de un tipo que no conocía y que a penas entré me miró con la boca abierta. ¿Qué? ¿Otro más? ¿Qué me ven? Tom lo presentó como Andreas, un amigo de la familia que no forma parte de la banda. Claro, el tipo me preguntó de dónde salí y Cassandra le respondió que somos compañeros y que no fuera grosero. No había ninguna mujer a excepción de ella, lo que me recordaba a la última cena de Da Vinci.

-¿Y tus padres? –preguntó Tom.

-¿Qué pasa con ellos? –pregunté tomando un sorbo de refresco preparándome para la escena donde me miraban como cordero degollado.

-¿En qué trabajan?

Papá ausente, mamá espía… ¡ah! Y si tienen a alguien que no deseen ver nunca más, me avisan y yo le digo, eh.

-Mi madre es una agente de negocios –dije mirando a cada uno de ellos esperando sus reacciones.

-¿Y tu padre? –preguntó Georg.

Miré a Cassandra sonriéndole con una pizca de humor negro antes de responder mirándolo fijamente con una indiferencia que asfixiaría a cualquiera.

-No tengo. Sé que está vivo pero no lo conozco, por lo que no tengo uno.

Reacciones en 3, 2, 1… Un cubierto del plato de Tom cayó sobre su plato sonando estruendosamente, y Gustav me miró sin inmutarse a diferencia de sus amigos que parecían incómodos.

-Yo… -murmuró limpiándose la boca con la servilleta.

-Ni lo sientas, Tom. Es un tema superado al que no le doy  mucha importancia. De hecho mis tíos se encargaron de llenar esa imagen paterna ausente en mi infancia, se podría decir que son como mis padres adoptivos.

-Me alegro mucho, Alexander –sonrió apenado y los demás siguieron con su comida -. ¿Y cómo van tus avances con la guitarra?

-Bueno, hace poco escuché un amigo me enseñó una canción de ustedes en el instituto. Dice algo de… ¿sentirse clautrofóbico?

-“Break away” –dijo Gustav.

-No recuerdo el nombre pero empieza con unos acordes agresivos y pegajosos que se repiten durante toda la canción –tarareé un poco recordando como empezaba.

-Esa misma –sonrió Tom.

-¿Enserio?

-Ajá –asintió Georg ya más relajado.

-Genial. Estoy tratando de hacerla rápido, pero se me enredan los tiempos y los dedos.

-Si quieres te la enseño luego, los años de práctica nunca se van de mis manos.

-A excepción con las chicas –murmuró Georg guiñándome un ojo.

-De hecho a Alexander le va muy bien con las chicas del instituto –comentó Cassandra.

-¿Enserio? –dijo Andreas impresionado. Aún más de lo que ya estaba.

-No me interesa tener una relación. No ahora cuando prefiero… fijarme en otros objetivos.

-¿Cuáles?

-Bueno, buscar a…

Una voz ingresando a la casa/mansión/casona, interrumpió mi respuesta. Hablaba rápido y entre dientes, lo suficientemente agresiva como para mantener a cualquier tipo indeseado alejado. Miré a Cassandra y ella lentamente asintió.

Lo siguiente fue demasiado rápido para mi mente, cuya única función fue procesar ese asentimiento; Un hombre alto y delgado con un abrigo negro y cabello corto, dejó un bolso sobre un mueble, dejó las llaves colgadas y sin soltar el teléfono de su oreja, se deshizo del abrigo exponiendo una camiseta manga larga blanca y holgada, jeans ajustados y zapatillas sueltas. El tipo tenía porte de modelo y parecía ser todo lo contrario a Tom.

-…no, enserio… ¿sabes? Es problema tuyo si no me crees, de hecho, no pienso gastarme una explicación contigo… ¿y desde cuándo te importa algo más que tus putos tacones?... tonterías, no tengo nada que  excusar… te dije que estaba hablando con David y me mandaste a la mierda porque según tú ando de cachondo por la vida… ¿¡Yo!? Jajajaaaaa... vale, avísame cuando andes de humor. Ciao.

Tom, molesto con la escena de lenguaje vulgar y arrogante observó a su hermano con una cara de mil metros. Georg cruzó sus manos frente a su boca tratando de ocultar la sonrisa. Gustav observaba también molesto al tipo de la entrada, y Andreas abrió la boca de par en par pasando la mirada de él a mí, maldiciendo en susurros. Nuevamente, me sentía como un completo extraño en una situación bastante incómoda.

-La próxima vez, trata de discutir con Lena fuera de la casa, o fíjate si hay invitados presentes o no, Bill –dijo Tom con un tono demasiado serio que desconocía hasta ahora.

Espera… ¿Bill? ¿Bill Kaulitz? El hermano gemelo, aquel que podía ser mi padre, el tipo amargado… estaba frente a mí.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hallo Gurls! les adelanto el capítulo de mañana porque estoy en semana de pruebas, trabajos e informes, por lo que dudo tener el suficiente tiempo de subirles un capitulo... espero que les guste! ;-)

PD: Seguramente notarán que cambié las imágenes del lado derecho... y que cada vez se pone mejor la fic :)

7 comentarios:

  1. creo que empezare a leer comiendo porque casi me arranco los dedos de los nervios y la intriga! Dios! escribes fantastico y tu fic es mi favorita ante todas las que leo, estoy atonita *-* siguela, me encanta! un beso ;*

    ResponderEliminar
  2. Ninaaa! no nos dejes asi porfavor:( publica pronto x3 muero de los nervios y ansiedad de ver la reaaccion de Bill aaaahhhhhh.!
    besos:*

    ResponderEliminar
  3. Dios mioo me causas ansiedad! !! Me encanta la historia mas porfa!
    Suerte en esta semana

    ResponderEliminar
  4. santo cristo esto se pone cada vez mas interesante ayyy y pues ni modo espero que salgas bien de todo lo que tienes que hacer cuidate un beso

    ResponderEliminar
  5. me voy a quedar sin cabello!!! De tanto que me agarré la cabeza! XD
    dios cada vez se pone más interesante!!!!
    Espero subas pronto
    Cuídate y un abrazo :D

    ResponderEliminar
  6. Simplemente, eres genial, Nina. Como ya es común, lo bueno se hace esperar, y con esta ficción te lo tomas estrictamente literal! Supongo que eso hace que disfrutemos aún más la historia <3 Espero leerte pronto, suerte con todo,
    Saludos

    ResponderEliminar
  7. Mierrrdooooooooooo! Cada vez mejor!! Nina te amo <3 :* esta fic es lo mejor
    Sorry por no comentar los anteriores capitulos u.u espero el prox.

    ResponderEliminar