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jueves, 19 de septiembre de 2013

Capitulo 18 (Tercera Temporada)

ALEXANDER


-¿Te dije que muchos me han preguntado por ti?

-¿Muchos o muchas?

-Bueno, tus amigos querían saber sobre qué mierda te dio por escribir lemas en las murallas.

-¿Qué les dijiste?

-Que de vez en cuando te daba tu “momento artístico” y buscas paredes aburridas.

-Muy convincente –nótese el sarcasmo.

-También Cassandra me preguntó por ti.
-Ah.

-Me dijo que quería presentarte a alguien que los ayudaría a no sé qué cosa porque lo dijo en francés o algo así.

-¿A alguien?

-Sí.

-En ese caso, espero que pasen luego los días.

-Aún te quedan dos días de suspensión.

-Ni lo menciones.

Los días más jodidamente aburridos de mi vida. Era peores que ostras, enserio. Mamá no paraba de vigilarme en su tiempo libre o cuando mis tíos no estaban poniendo sus ojos en mí. Realmente necesitaba salir de acá pero mamá se tomó muy enserio lo de mi suspensión escolar. Creo que lo único bueno que hice además de jugar al clásico Candy Crush Saga y algunos videojuegos, fue sacar la famosa canción de Tokio Hotel que Tom me enseñó tras mencionarle que aún no encontraba la técnica adecuada para las cuerdas.

Ayer me habían quitaba el puto yeso que me hizo la vida imposible en el brazo, aunque mencionaron algo de que debía seguir tomando anti inflamatorios. También me habían quitado los puntos de la cabeza, dejándome una fina costra en la cabeza que por suerte era fácil de cubrir con mi pelo un poco más largo.

Bianca, por su generosa parte, se encargaba de ponerme al día tanto en materias como en trabajos con ayuda de Matt, quien venía de vez en cuando a estudiar conmigo y otras veces con Bianca. Realmente formarían una buena pareja este par.

Pero estar encerrado en mi casa me ponía nervioso e inquieto. Y tenía la necesidad de hablar con Cassandra porque no podía seguir posponiendo mi búsqueda sabiendo de la relación de mamá con ese tipo (que aún no conocía) llamado Ian. Busqué mi teléfono entre mis bolsillos rogando para que aún tuviera el dinero suficiente como para un mensaje de texto.


Tenemos que hablar.


Enviar, esperar, aguantar la respiración y rogar para que lo leyera luego. Me senté en mi cama sintiendo la mirada de Bianca pasear desde mi computador hasta mis ojos, como si fuera un vigilante más.

-¿Sabías que tienes tu propio fan-club en internet?

Pestañeé atónito y me acerqué a la pantalla viendo un blog lleno de corazones y fotos de mí tomadas desde lejos. Esto era extrañamente escalofriante.

-¿”Chico rudo Kaulitz”? ¿Qué mierda de nombre es eso?

-Bueno, definitivamente va contigo –rió bajando en cursor para que viera más.

-¿”Cadena de oración para que se recupere y vuelva a clases pronto”? ¡¡ENSERIO!?... esto asusta, Bianca. Estas tipas no tienen límites y me… ¿ése soy yo?

Señalé un dibujo detallado de mí haciéndome una paja bajo la ducha, ¡Jesús! Estas tipas me dibujaban hasta en mis más privadas poses. Creo que me encargaré de verificar si me siguen a casa o si hay cámaras escondidas en mi habitación o baño.

-Lo hizo Carmen, una chica de intercambio que dibuja genial. Claro, ella no te sigue, pero le pagaron mucho para que hiciera éste dibujo y otros más.

-¿¡Otros más!?

Me iba a dar un infarto si seguía viendo estas cosas.

-Sí, mira.

Jamás me habían visto sin camiseta (o eso esperaba), pero parecían saber cada detalle de mi cuerpo al revés y al derecho. Mierda, aseguraré la puerta de mi cuarto y las ventanas cada noche antes de dormir. Había otra en donde aparecía sólo mi rostro, serio y de ojos penetrantes, como cuando me enojaba enserio, al menos esa era más decente que las demás.

-¿Quién hizo el blog?

-Tus fans, unas tipas de quince años o dieciséis… no lo sé, pero me han estado acosando para que viera la página y dijera si los dibujos estaban bien.

-¿Por qué piden tu opinión? Ni si quiera me has visto en bolas.

-Lo sé, pero me llamó la atención saber qué escribían de ti.

-¿Y qué escriben?

-A parte de obscenidades, dibujos, videos de ti en clases y fotos de ti, hacen poemas y canciones muy buenas.

-… esto es enfermizo, Bianca –me quejé.

-¡Oh! Pero eso no es todo, Sascha. Dibujan a todos estos tipos lindos en… bueno, en las mismas que el primer dibujo.

-¿Y ellos lo saben?

-No lo sé, pero lo mejor será que las ignores si te sacan fotos. De hecho, ahora que lo pienso, podría hacerme millonaria y subasto cosas que sean tuyas.

-¿Cosas mías? No.

-Se ganaría bien, Alexander. Podríamos hacer un negocio. Tú eres el rockstar y yo soy la manager.

-No.

-¿Por qué?

-No me interesa.

-Pero sería divertido –rogó.

-No, Bianca. Sabes lo que es mamá y nuestra familia. Y sería un riesgo enorme ponerlos en peligro. Entiendo que lo que menos quiero es que sepan quién soy yo o son ustedes, ¿vale?

-Entiendo.

Me alejé de ella dando el tema por terminado para que sus insistencias terminaran. Realmente las chicas estaban locas. Sí, locas de remate. ¿Qué mierda me veían? No es que sea un tipo de lo más amigable ni que hable constantemente con ellas. De hecho, ni si quiera entablo conversaciones duraderas con ellas. ¿Qué pasaba con el Alexander de antes, el que se follaba a una chica con sólo mirarla de pies a cabeza? Era como si Alemania me hubiese cambiado. Claro que lo ha hecho; acá está mi padre y mis prioridades cambiaron de mi polla y la búsqueda de él. Mi teléfono vibró y leí el mensaje de mi versión femenina.

Juntémonos después de clases!


Definitivamente pené que sería buena para suponer las cosas. Mamá está más estricta ahora que dijo que el viejo estaba en este país, y claro, los permisos son bien restringidos cuando te suspenden de clases. Observé a Bianca que cantaba una canción mientras seguía visitando páginas en la red.


Estoy bajo 7 llaves.

Ni que hubieses puesto una bomba nuclear.

Juntémonos en el parque de siempre. 10 p.m.

Ok, mister rebelde.

Ya te dije, no soy rebelde… soy vivo ;)



-¿Con quién hablas?

-Nadie.

-Bueno, ese nadie debe ser más interesante que lo que te estoy diciendo –murmuró levantando una ceja molesta.

-Ni que fueras mi novia.

-Soy tu prima, y también tu mejor amiga femenina.

-Estás chiflada… ¿eso cuenta?

-Sólo si reconoces que tú también lo estás.

-Bueno, lo estoy ¿qué me decías?

-Que tu amiguita Cassie tiene un buen historial según lo que comentan las malas lenguas.

-¿A sí?

Me acerqué apoyando mi mano en el respaldo de la silla de ella. Claro, una página de chismes estudiantiles echa por los mismos protagonistas se visualizaba en colores chillones y letras coloridas y de mal gusto. En el centro había una foto de Cassandra como sacada de un anuario escolar mostrando una agradable sonrisa y ojos brillantes.

Entre sus datos personales, nombraba su participación en un equipo de porristas que duró un mes debido a una riña con la líder del equipo y la entrenadora. Tenía un club de seguidores que la veían como una fantasía sexual, y no se la veía muy acompañada debido a que no le gustaba estar rodeada de gente.

Claro, esto explicaba su actitud avasalladora e infantil cuando nos conocimos. Seguramente era lo que se conoce vulgarmente como “calienta sopas” ya que dejaba a los chicos con un miembro erecto y luego se iba sin antes empezar la función.

Lo peor de todo, es que todas estas actitudes, se parecían a las mías en mis comienzos en las andanzas sexuales. Personalmente me encargaba de calentar chicas y las dejaba cuando ya estaban a punto de gritar sus orgasmos. Me entretenía y se podría decir que era un “virgen cruel y a propósito”.

Esa noche, tras cenar, mi madre mencionó algo sobre su nueva adquisición amorosa. Dijo que planeaba traerlo a casa este fin de semana para una cena en el jardín. Yo, personalmente, me encargaré de que Aki cague todo lo que quiera en el patio y ojalá que llueva demasiado. Sé que si no resulta la cena al aire libre, mamá querrá que entremos y la hagamos junto a la chimenea. Da igual, el tipo no durará mucho mientras siga con mi búsqueda.

-¿Te vas a tu cuarto? –preguntó mamá desde el pie de las escaleras.

-Sí.

-Ah… bueno, buenas noches cariño. Que descanses.

-¿Sucede algo? –observé su rostro algo ausente como si quisiera decirme algo pero prefiere callar.

-No, nada.

Cerré mi puerta y apagué inmediatamente la luz poniendo la grabación de mis suaves ronquidos en un mueble cerca de la puerta y formando un perfecto cuerpo en mi cama. Guardé a tientas algunas de mis pertenencias a una mochila, tomé un diccionario delgado y llamé dentro del armario a Cassandra asegurándome de que no me dejara plantado en mi pequeña fuga antes de partir a nuestra junta.

Por suerte, no se me hizo difícil trepar por mi ventana hasta el piso y luego de esquivar la seguridad volteando las cámaras volver a trepar ésta vez un muro de cuatro metros de alto enganchándome sólo en las enredaderas y árboles cercanos. Lo doloroso fue la caída sin amortiguar en el cemento, pero no le tomé mucha importancia ya que comencé a correr como un delincuente perseguido por la justicia entre las calles hasta dar con el iluminado parque en donde quedaría con Cassandra. La divisé a lo lejos sentada en la oscuridad para no llamar mucho la atención ante posibles bandidos o no sé qué mierda.

-Hey –la saludé con un murmuro sentándome a su lado-. ¿Llegaste hace mucho?

-Sólo unos minutos antes de ti.

-Ah…

-Bien, ¿qué tenías que decirme?

-Que las cosas se nos están complicando un poco.

-¿Por qué? –puso su bufanda a la altura de sus ojos para no respirar el aire frío de la noche.

-Mamá está saliendo con un tipo.

-Oh… bueno, no creo que sea un problema viendo que tu madre seguramente ya olvidó a tu papá.

-Ése es el problema, Cass. No quiero encontrar a mi padre y notar que ni se soportan.

-Sé realista, Sascha. Tus padres viéndose por primera vez luego de años no es una idea de un felices por siempre. De hecho, creo que al principio será algo complicado… y más si tu madre ya tiene una pareja.

-Pero si tu padre fuera…

-Mi padre es terco. Y a veces pienso que aún ama a mamá sólo que no lo quiere aceptar frente a ella. Él realmente no ha estado con nadie más en comparación con mi tío Bill. Es como si hubiesen cambiado sus personalidades de adolescentes.

-¿Qué hay de Ria?

-¡Agh! Ni me hables de esa perra.

-¿Qué? ¿Tanto la amas? –me reí.

-La muy puta le dijo a mi padre que tengo una perforación en el ombligo y, claro, mi padre se puso de los mil colores.

-¿Tienes una?

-Sí.

-¿Y estás castigada?

-No. Mi tío Bill habló con papá mencionándole que no podía negarme cosas que él había hecho en su juventud. Y tras una discusión llena de códigos respecto a tú-ya-sabes-qué, papá simplemente me dejó ir a mi cuarto.

-¿Y ellos… discuten siempre por eso?

-No siempre. Sólo cuando se trata de temas serios –frunció el seño entendiendo que lo de su perforación debió significar mucho en Tom.

-Bien, ¿a quién me querías presentar?

-Te presentaré a esa persona cuando te levanten la suspensión.

-Vale, puedo esperar dos días más.

-¿Oye, qué harás el fin de semana? Papá quiere organizar una pequeña fiesta en la casa.

-¿Con qué motivo?

-Es una junta… familiar y con sus amistades, incluyendo a quienes ya conoces.

-Ah… pues no puedo ir.

-¿Por qué?-sonó un poco decepcionada, al igual que yo con mi jodida vida.

-El novio de mamá irá a cenar… así que he de suponer que llegará temprano y se irá tarde o al día siguiente.

-Yo que tú, duermo con audífonos.

-Estoy rogando para que a mi perro le dé un ataque de diarrea explosiva en el patio y le cague los zapatos, o que le caiga un rayo encima y quede tonto.

-¿Lo conoces?

-No, y la verdad es que me da algo de miedo conocer a un tipo que podría ser mi padrastro en un futuro. Por eso te digo que no tenemos mucho tiempo en la búsqueda.

-Entiendo lo que es tener a Ria como la pareja de mi padre… y creo que no se lo deseo ni a mi peor enemigo.

-¿Tan bruja es?

-Bruja es quedarse cortos.

-Bueno, tengo mi carácter así que creo que ese tal Ian tendrá que acostumbrarse a él.

-¿Ian, así se llama?

-Ian Neville… le pregunté a mamá como una broma si sonaban campanas de boda o algo por el estilo al verla tan seria cuando hablaba de él.

-¿Y?

-Dijo que no lo sabía –fruncí el seño algo frustrado por las palabras de mamá.

-Eso no depende mucho de tu madre, pero si ese tal Ian le propone que se casen, yo que tú me preocupo si responde que sí.

-Necesitamos encontrar a mi padre pronto.

-De eso nos encargaremos en dos días más.

-¿Y quién es esa persona?

-Bueno, ya que insistes…-se encogió de hombros observando el cielo.

-La curiosidad es algo común en mí.

-Es mi madre.


4 comentarios:

  1. Wow!!! VA a conocer a ANDY!!! *-* madre mia me muerooooooooooooooooooo!!!

    Yo quiero saber un poco de la historia de Andy t Tom?? que paso????

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  2. dios muero por saber que dira andy al verlo sube pronto un beso

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  3. Muy muy bueno! Cada vez mejor
    Me encanta, espero y subas uno nuevo pronto
    Buen día!

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  4. Diablos diablos diablos DDDD:
    No me puedes dejar así!!!!!
    Ya quiero que todos esto empiece a tomar rumbo :DD
    sube pronto
    cuídate y un abrazo :D

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