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sábado, 16 de marzo de 2013

Capitulo 48 (Segunda Temporada)


NARRAS TÚ


Yo: ¿Cómo sabías que estaba ahí?

Gaspard: Los hackers de la mafia estadounidense de Pantera se filtraron en los servicios de seguridad del perímetro de tu departamento y te siguieron hasta darme la ubicación exacta.

Yo: ¿Todo eso en menos de un día?

Gaspard: Pantera insistió en encontrarte porque no sabía qué mafia estaba tras esto.

Yo: Bueno, nunca hubo una mafia. Fue Lisbeth y la prometida del Pintor.

Gaspard: ¿Su prometida? Se nota que eran tal para cual.

Yo: Él… la escondía de la mafia para que no viera un mundo lleno de tratos oscuros e ilegales.

No esperaba un final así para Dina y Lisbeth; una murió y la otra siguió con la duda de quién asesinó a su esposo. No le diré que fue Erik si me la encuentro en un futuro, pues prefiero que ella investigue antes que delatar a mi mentor. Sentía mis brazos agarrotados, mis muñecas tiesas al igual que mis pulgares, y mi espalda dolía y picaba. Por suerte me encontraba recostada en los asientos traseros de la camioneta dorada que trajo para venir en mi rescate.

Yo: ¿Dónde la conseguiste?

Gaspard: ¿Conseguir qué?

Yo: La camioneta.

Gaspard: La arrendé por el día.

Yo: ¿En el aeropuerto?

Gaspard: Sí.

Yo: ¿Te vas hoy?

Gaspard: ¿Quieres que me quede?

Yo: Sí. Hace tiempo que no te veo.

Gaspard: No creo que tu novio quiera que me quede.

Bill. Sigo viva gracias a él. Pudo actuar con un ataque de histeria y no escuchar atentamente cada instrucción que le daba, sin embargo hizo lo posible para conservar la calma en todo momento. Esperaba verlo sano y sin ninguna bala o herida en su cuerpo. Quería verlo y contarle que estoy bien… pero primero debía prometerle que nunca más lo pondría en peligro. Vi por las ventanas, letreros que me indicaban estar en el centro, en el camino equivocado o…

Yo: La casa de los Kaulitz está en la dirección contraria (avisé cuando frenó ante un semáforo).

Gaspard: Bueno, después llamaré a Andre para que me diga las instrucciones.

Yo: ¿Después?

Gaspard: Sí.

Yo: ¿Dónde vamos?

Gaspard: A un hospital.

Yo: No puedo (me horroricé con sólo pensar en dar mis datos o ser interrogada por la policía luego de que se percataran de que algo iba mal conmigo).

Gaspard: ¡Hey! Tampoco es para que entres en pánico. He estado antes en Los Ángeles y tengo mis contactos médicos ¿vale?

Yo: ¿Sabes lo que haces? ¡Me llevas a un puto hospital!

Gaspard: ¡Que no es cualquier hospital (name)!

Yo: ¿Entonces…?

Gaspard: Es uno ilegal.

Yo: ¿¡Ilegal!?… Gaspard, no quiero ir a…

Gaspard: Es uno donde atienden a quienes no quieren ser identificados. Al principio se  usaba para narcotraficantes y prostitutas, pero ahora va todo tipo de personas.

Yo: ¿Es territorio neutro?

Gaspard: Sí.

Yo: Debiste partir diciéndome eso primero.

Gaspard: Si no fueras tan histérica y chillona te lo habría explicado.

Yo: No soy chillona.

Al llegar a un barrio casi desierto y sin mucha iluminación, Gaspard me dijo que eran terrenos peligrosos debido a la vigilancia nocturna de bandas callejeras. Nunca pasó por mi mente que L.A. siendo una ciudad llena de glamour y fama, tendría este lado lleno de peligro. Ulliel me ayudó a bajar con mucho cuidado para no rozar demasiado la tela en mi espalda y tomó mi brazo para dirigirnos hacia los callejones que se abrían ante nosotros. No volaba ni una mosca por el lugar, sólo nuestros pasos eran oídos junto con los de las ratas que paseaban por las orillas de las paredes. Doblamos y cruzamos unas calles más hasta que vi un letrero gigante con una cruz roja en fondo blanco. No se veía grande el lugar, sino que era lo suficientemente pequeño como para pertenecer a una casa antigua. Alrededor de ella, podíamos ver las primeras señales de vida.

Yo: ¿Un hospital?

Gaspard: Ni la policía llega hasta acá. Todos saben que es territorio pacífico, que nadie en un sano juicio debe acercarse con armas y que no es obligatorio decir nombre o dar direcciones y números.

Yo: ¿Y si lo haces?

Gaspard: El hospital no se hace responsable de lo que pase después. Es la ley de estos barrios.

Yo: Ok. Entiendo.

No obstante, Gaspard presentó una credencial ante la recepcionista del hospital y ésta nos dirigió hacia un segundo piso lleno de personas corriendo y otras esperando ser atendidas. Nos guió a un pequeño cuarto con una camilla, una silla y un estante con medicamentos. Esperamos a no sé quién mientras Gaspard me ayudaba a desnudarme de la cintura para arriba. Con la sangre sobre mi espalda, el vendaje improvisado de Ulliel tendió a pegarse e inevitablemente chillé un poco cuando lo despegó.

Xxx: ¡Jesús! La persona que te hizo esto se desquitó contigo.

Observé sobre mi hombro a un tipo que no superaba los cuarenta años y que parecía modelo de revista de salud. Era realmente atractivo, pero no me interesaba algo con él teniendo a Bill y unas heridas que curar en mi espalda. Saludó amistosamente a Gaspard palmeando su espalda y luego Ulliel le contó lo sucedido resumiendo que dos mujeres despechadas me culparon de sus desgracias.

Gaspard: ¡Ah! Él es el doctor Nicholas Russell, uno de los mejores y más confidenciales socios que he tenido a oportunidad de conocer.

Russell: Un gusto, (name). Creo que no cualquier médico puede presumir que atenderá a la mismísima Invasora. ¡Ah! Y llámame Russell o Nick, como quieras (murmuró mi apodo y nombre para proteger mi identidad).

Yo: Gusto en conocerte, Nick.

¡Vaya! Pensé que mi visita al hospital sería peor o con un médico demoníaco que llamaría a la policía. ¿Eran los efectos alucinógenos del dolor o realmente este doctor era atractivo? ¡Tengo veinte y ya me gustan los mayores! Bueno, Bill es mayor que yo por unos años si lo pienso razonablemente ¡Por Dios, (name)! Concéntrate de una vez.

Nick: Por suerte hoy no hay tantos pacientes así que podré dedicarme sin interrupciones a sanar tu espalda.

Yo: ¿Cuánto demorarás?

Nick: No calculo tiempos, pero te aseguro que será más de una hora.

Yo: ¿Me darás algo de anestesia?

Nick: Te daré la mitad de una pastilla para dormir ya que no sabemos si eres alérgica a la anestesia.

Yo: ¿Cuánto dormiré? (me ofreció la mitad recién dicha con un vaso de agua y tragué el medicamento).

Nick: Lo suficiente que demoraré yo y lo suficiente para que descanses.

Gaspard: ¡En ese caso me tomaré la otra mitad yo!

Nick: Tú me ayudarás, Gaspard. No quiero que las demás enfermeras sepan de ella.

Yo: ¿Acaso soy conocida?

Nick: Eres como un mito callejero.

Gaspard: ¿Dónde están los guantes quirúrgicos?

Nick. En el estante.

Gaspard: Ok.

Yo: ¿Y qué dicen de mí?

Nick: Unos que estás muerta, otros que eres una mujer biónica, y hasta dicen que eres una asesina sanguinaria o un especie de fantasma.

Yo: Guau (murmuré sintiendo los efectos del sedante).

Me dejé azotar por un crimen que no cometí, ¿era correcto hacerlo? Dejar que los demás descarguen sus penas y rabias en mí como un saco de boxeo, ¿era buena en eso? O simplemente lo merecía por todas esas personas que he matado. Lisbeth tuvo razón, el Karma y el destino dijeron que debía estar en ese horrible lugar. Las cosas pasar por algo y…


NARRA BILL


Andy: ¡Tengo a alguien al teléfono! (avisó entrando al jardín).

Era espantosamente temprano, demasiado para mi gusto y el de Tom. Nos considerábamos “aves nocturnas” ya que odiábamos amanecer antes del mediodía. Pero ahora, nadie ha dormido lo suficiente con tanta preocupación. Incluso olvidé que la próxima semana era nuestro cumpleaños, mío y de Tom. Cumplíamos 23 años y vendrían unos amigos de Alemania y L.A. a celebrarlo con nosotros, incluyendo nuestros padres. Sería mi primer cumpleaños con (name), lo que lo hacía aún más emocionante. Ahora, rogaba a quien manejaba el destino que mi extra conocida estuviera viva. Andrea se aproximó a nosotros con el teléfono inalámbrico en la mano y siendo olfateada por nuestros perros.

Tom: ¿Quién es?

Andy: Gaspard. Ulliel. Lo pondré en altavoz (presionó el botón azul y volvió a hablar). ¿Aló, Gaspard? ¿Me escuchas?

Ulliel: Si, si… no es necesario que me grites.

Andy: Ok.

Tom: Gaspard, soy Tom.

Ulliel: ¡Hola! Tiempo sin vernos, eh.

Tom: Ajá, oye… ¿hay nuevas?

Ulliel: Demasiadas.

Andy: ¿Buenas o malas?

Ulliel: Ambas.

Tom: ¿Dónde estás?

Ulliel: No te lo puedo decir.

Tom: Di las malas.

Ulliel: Bien, es una lista.

Andy: Sólo dilas, ¿vales?

Ulliel: Bueno, se desquitaron demasiado con ella.

Andy: ¿De uno a diez?

Ulliel: Ocho, casi nueve. Lisbeth estaba tras esto junto con una joven de luto.

Tom: ¿Algo que agregar?

Ulliel: Bueno, las buenas son que ella está descansando y que ya controlamos las heridas. Creo que despertará dentro de unas 3 horas y algo. ¡Ah! Y Lisbeth ya no existe.

Andy: ¿¡Qué!? La mat…

Ulliel: Era el monumento a la molestia, ¿saben? Además, ya no estaba en su sana razón.

Tom: Ok. Cuando (name) despierte será mejor que vengan y se pongan cómodos acá, eh. Hace tiempo que no nos vemos y…

Ulliel: ¿Ok! Me pasaré por allá aprovechando que (name) no puede manejar, pero… ¿no me odiará Bill por irrumpir en su casa con ella?

Tom-Andy: (Ambos me miraron advirtiendo que Ulliel vendría sí o sí) Nooo… de eso nos ocupamos nosotros.

Ulliel: Ok, estamos hablando.

Cortó y ambos me vieron como si fuera el culpable de un crimen. Me encogí de hombros acariciando a uno de nuestros perros e ignorando que esperaban una respuesta de mi parte. Sé que Gaspard no tuvo nada con (name), por eso no me afecta que estén juntos. Sólo me importaba que mi Invasora estuviera bien y que nada grave le hubiese pasado.

Andy: No puedes ignorar a Ulliel por siempre, Bill.

Yo: ¿Acaso lo hago?

Andy: No hablaste nada recién.

Yo: Ustedes preguntaron lo que yo quería saber, Andrea.

Andy: Sí, pero no…

Tom: El caso es que Gaspard vendrá y seguramente querrá hablar contigo.

Yo: Ok.

Tom: Y le debes demasiado porque fue él quien se encargó de cuidar a (name) cuando tú no estabas.

Yo: Y lo sigue haciendo (murmuré dando por concluido que él era mejor partido que yo).

Andy: Bill… él es espía y sabe cómo controlar situaciones armadas y peligrosas.

Yo: Gracias (dije con sarcasmo amargo), ya sé que soy un simple músico.

Tom: No te pongas idiota, Bill. Lo que Andrea quiere decir es que a (name) no le interesa Gaspar porque es como ella. Un espía que mata gente o… bueno, lo que ellos hacen ¿vale? En cambio, tú eres su cable a Tierra porque la haces sentir normal, humana. ¿Ahora entiendes?

Asentí desganado. Entendía cada palabra que me decía Tom pero realmente necesitaba hablar con ella, con (name). Estaba celoso, porque él estaba con ella y yo no, él la ayuda y yo… no. Me sentía un completo perdedor. ¿Qué vio ella en mí que no viera en Gaspard?

¡Jesús! La necesitaba en estos momentos, necesitaba sentirla y ver su encantadora sonrisa además de su mirada en la mía. La necesitaba para sentirme seguro y completo. ¿Podría soporta tres horas más sin verla, o quizás cinco? Sólo conocía una distracción posible. Mi banda. La música.

Yo: Iré al estudio. Todavía nos quedan cinco temas por arreglar.

Tom: (Me miró y captó mis intenciones distractoras) Ok, ¿Andy?

Andy: Dime.

Tom: ¿Nos acompañas o te quedas?

Andy: Iré a buscar un poco de ropa para (Name) y luego volveré para cuando ellos lleguen.

Tom: Vale. Ya sabes que puedes usar mi auto si no tienes la suficiente bencina.

Andy: No te preocupes, Tom. Aún me queda lo suficiente.

Tom: Bien, entonces nos vemos (la besó y envolvió en sus brazos por un instante).

Andy: Cuídense e inspírense para crear buenas canciones, eh.

Yo: Y tú llama si sabes algo nuevo de…

Andy: Lo sé, señor enamorado. Te aviso si vuelve, si respira y pestañea (sonrió blanqueando los ojos). Parece que la locura por el amor e genético en la familia Kaulitz.

Tom: ¿Qué comes que adivinas, nena? (se rió tirándole un mechón de pelo).

Andy: Tom al coñac con hierbas secas.

Tom: Hm… debe saber a porno.

Yo: ¡Toooom! (me reí viendo la expresión de  caliente de mi gemelo). Mejor vámonos o esto de pondrá más guarro de lo normal.



NARRAS TÚ

Una criatura pequeña de pestañas espesas y grandes ojos café tomaba mi mano indicándome un columpio colorido en un parque vacío. No sabía si era niño o niña o un duende… no sé, me refiero a algo creado por mi imaginación. Supe que quería que lo empujase para que comenzara a mecerse suavemente sin que me dijera palabra o seña alguna. Lo hice, y me maravillé al oír su sonrisa alegre y llena de emoción cuando vía el cielo tan cerca y estiraba sus piernitas como queriendo alcanzar las nubes.

Xxx: (Name)…

No. Aún era muy pronto para irnos, comenzaba a divertirme viendo a esta hermosa criatura riendo frente a mí mientras se elevaba y mostraba sus pequeños dientes blancos al reir. No quería alejarme, no que se acabara nuestro juego de alegrías y risas.

Xxx: ¡(Name)!

De repente el niño desapareció no sin antes verme por última vez con una sonrisa en mi rostro. Abrí los ojos sintiéndome cegada por la luz proveniente de una ventana polvorienta a medio abrir. Tenía sed y sentía mi corazón agitado como si hubiese corrido una maratón. ¿Qué fue todo eso? ¡Dios! Ese debió ser el sueño más raro en noches. Observé al doctor frente a mí sonriéndome.

Yo: ¿Qué hora es?

Nick: La hora de examinarte.

Yo: Me siento bien (y no mentía, me sentía renovada y sedienta).

Nick: Muy lista. Debo cambiar tu vendaje y verificar que todo esté en orden.

Yo: ¿Cuánto le pagan? (dije sentándome con cuidado al sentir mi espalda tirante).

Nick: (Levantó una ceja divertido con mi repentino entusiasmo al despertar preguntona) Es información confidencial.

Yo: Tengo hackers a mi disposición, Doc.

Nick: Típico de espías.

Yo: ¿A sí?

Nick: Me pagan lo suficiente como para vivir.

Yo: ¿Mucho o poco?

Nick: Ya te dije, lo suficiente.

En eso llegó Gaspard portando un café exprés en su mano y en la otra, una prenda de color gastada. Nick me examinó tanto el pulso, los pulmones, la temperatura, y las heridas aprovechando de cambiar el vendaje por uno sin rastros de sangre además de desinfectar de nuevo. A juzgar por las ojeras oscuras y el cabello despeinado, Ulliel no durmió nada, de hecho era comprensible que usara café para permanecer lúcido por un tiempo más.

Yo: ¿Estás bien? (le pregunté cuando Nick terminó de vendar mi torso y espalda).

Gasaprd: Algo irritable. Levo veintiséis horas sin dormir (su voz pastosa lo decía todo).

Yo: Si quieres, puedo manejar yo.

Gaspard: No sabes el camino de vuelta.

Yo: Indícame cómo regresar al centro y de ahí yo me ubico.

Gaspard: Ok.

Yo: ¿Puedo manejar, Nick?

Nick (No es recomendable (dijo haciendo una mueca de desagrado).

Yo: Pero…

Nick: Hagamos un trato.

Gaspard: Acepto a ciegas (dijo levantando su café).

Yo: Ni lo has escuchado.

Gaspard: Lo conozco.

Yo: Aún así…

Nick. Yo los llevaré en mi auto y de paso compramos el desayuno en alguna parte. Y quedan todos felices ¿vale?

Yo: Gaspard arrendó un auto en el aeropuerto.

Garpard: Pues te mentí.

Yo: ¿Qué?

Gaspard: Lo robé y ya. El tipo estaba viendo la televisión y hablando por teléfono así que lo tomé prestado. Podemos dejarlo acá y luego la policía vendrá por él.

Yo: Acá la policía no es igual a la de Rusia, Ulliel.

Gaspard: Lo sé. No te preocupes, es territorio neutro no pasará nada.

Yo: Si tu insistes (me encogí de hombros)… ¿por qué no han desayunado?

Nick: Las mañanas son intensas en el hospital y Gaspard me ayudó con los pacientes.

Yo: ¿¡Tú!?

Gaspard: Oye, sé más de medicina de lo que tú en tu vida.

Yo: ¿Cómo aprendiste?

Gaspard: He tomado demasiadas clases universitarias.

Yo: ¿Te filtras?

Nick: Ahí nos conocimos y luego nos encontramos en los barrios bajos de Alemania cuando hacía la práctica.

Gaspard: Una gran historia de amor (sonrió o hizo el intento).

Yo: ¿Qué hora es?

Gaspard: Doce del mediodía.

Yo: ¿Tanto dormí?

Nick: Normal. Hay pacientes que duermen días completos (tomó la prenda de la mano de Gaspard y me la puso con sumo cuidado, era un camiseta gigante de color celeste). ¿No encontraste una más chica?

Gaspard: Lo demás olía a naftalina.

Yo: ¿De dónde es?

Gaspard: De Gucci.

Yo: Ja-Ja.

Nick: Tenemos una reserva con prendas usadas de algodón y esterilizadas para los que terminan con sus ropas hechas trizas.

Yo: Ah…

Nick: Cambia el vendaje tres o cuatro veces al día si es necesario, y trata de no moverte demasiado para que los puntos de se abran ¿ok?

Yo: Sí, Doc.

Nick: En dos semanas más puedes venir para quitarte los puntos y examinar el progreso de la regeneración de tu piel. Y si no estás en California o en el perímetro, Gaspard te puede ayudar.

Me ayudaron a pararme con cuidado y ahí fue cuando sentí los dolores provenientes de mi espalda. No había visto las heridas ni las quería ver, sólo aceptaría el dolor de ellas. La camioneta de Nick me recordaba a los granjeros que se ven en las películas; toda oxidada, con rayones y pintura descascarada. Claro, seguramente le servía para trasladar enfermos y pasearse con seguridad por los barrios bajos. Subimos a ella (al menos la cabina era grande y los neumáticos nuevos) y al quinto contacto con la llave partió gruñendo y luego de unos kilómetros se volvió silenciosa.

Ya en el centro, paramos por café, rosquillas y pasteles con tal de calmar el hambre de quienes no durmieron por demasiadas horas. Los hombres comían más, pero estos devoraron todo. Cuando estuvieron saciados, Ulliel me contó la historia de su amistad con Nick, y éste me contó anécdotas médicas bizarras. No sé cuánto tiempo perdimos comiendo y charlando. ¿Qué tenían en común dos espías (uno retirado) y un doctor? Pues nada. Unos herían, el otro sanaba. Ellos eran malos y Nick el bueno. Somos polos opuestos pero ¿acaso no es lo mismo con Bill? ¿Un cantante se parece a un espía? No, en nada.

A eso de las cuatro de la tarde, nos encontrábamos frente a la  asa de los Kaulitz no sabiendo si tocar el timbre o no. Por suerte la camioneta de Nick no se desmanteló por el camino en ningún momento. Como agradecimiento le enviaría una camioneta nueva para sus servicios médicos a terreno.

Nick: Recuerda lo del vendaje, (name). Y si presentas alguna infección llámame o habla con Gaspard.

Yo: Lo haré, Doc.

Nick: Eso espero porque los espías sueles olvidarse de ellos mismos.

Yo: Teneos chucherías en la cabeza, Nick.

Nick: Normal (sonrió pasándome una bolsa de papel). Dentro están los remedios que debes tomar y las indicaciones de los horarios.

Yo: Ok.

Gaspard: ¿Necesitas más ayuda en el hospital?

Nick: Estoy bien, hombre. Las enfermeras tienen sobrepeso así que las haré correr por los box a penas llegue.

Gaspard: Sabes que me puedes llamar.

Nick: Tatuaré tu teléfono en mi nalga si lo deseas.

Gaspard: Será un lindo recordatorio cada vez que cagues… ¡Ah! Por suerte, (name), tu tatuaje quedó intacto.

Yo: ¡Wow! Ni me acordaba de él.

Nick: Trata de usar siempre cremas regeneradores, ése es mi último consejo.

Yo: Gracias por todo, doc. Creo que estoy en deuda contigo.

Nick: No hay de qué, (name). Amo mi trabajo y planeo hacerlo por el resto de mis días.

Nos despedimos de Nick, y Gaspard llamó a Andrea para avisarle que estábamos frente al gran portón lleno de cámaras de seguridad. A penas nos abrió me estrechó demasiado fuerte y Gaspard nos separó por el bien de mi espalda cuyo dolor aumentó, a regañadientes se alejó y nos dejó entrar a la casa. Ulliel quedó totalmente impresionado con la magnitud mientras Andrea hacía todo tipo de preguntas sobre lo que pasó tras lo que Bill le dijo, y claro, Uranio fue quien le contó todo con lujo de detalles mientras yo subía a por mi novio.

Andy: ¡Ah! No están, (name). Fueron al estudio.

Yo: Oh… ¿cómo estaba Bill?

Andy: Preocupadísimo pero por suerte Tom lo calmaba. Te juro que no dormimos nada así que puede que vuelva un poco gruñón.

Gaspard: No podía llamarte a cada rato, Andrea. Estaba ayudando al doctor que nos atendió.

Andy: ¿Sabes de medicina?

Gaspard: Nunca la he estudiado, pero solía colarme en las universidades por unas semanas.

Andy: ¿Jamás de pillaron?

Gaspard: Jamás. De hecho…

Bien, ellos seguirían conversando mientras yo me daba un baño y trataba de matar las horas sin Bill. Lo amaba tanto que no quería ni recordar su expresión al preguntarme si había matado a alguien. Me sentía indigna y sucia porque él me vio en la faceta de espía. Temía alejarlo o asustarlo con lo que hacía, sin embargo, luego de este ataque sorpresa, nada me aseguraba que todo haya terminado… Quizás lo mejor sería alejarme de Bill para evitar poner su vida en riesgo nuevamente.

sábado, 9 de marzo de 2013

Aviso!

Hallo Gurls!

Escribo este comunicado para decirles con anticipación que este lunes empezaré mis clases en la U. Por ello,  aún no sé cuánto tiempo libre tendré para escribir en el blog. Estudio una Ingeniería que a mi parecer no es muy fácil.

Además, les adelanto que a ésta temporada le quedan unos cuántos capítulos, y que la próxima ya viene en camino. 

Trataré de no demorarme mucho en pasar el cap. al computador aunque estimo que ya esté publicado como máximo el próx viernes (el 15 de marzo).

Espero sinceramente que comprendan cuán complicado se me hará dividir los tiempos entre mis estudios y el fan-fic.

                                    Atte. Nina.

PD: -Si fuera por mí, pasaría por siempre de vacaciones y así les subiría capitulo casi todas las semanas. 
       -Muchas gracias por ser pacientes y seguir leyendo este fic... realmente no esperaba que les gustara                       mucho y que lo siguieran día a día. Aprecio mucho cada uno de sus comentarios y visitas al blog.