-Oye, deberías decirle a la
profesora que te de un pase para enfermería –dijo por décima vez codeando mi
brazo y haciendo que escribiera mal.
-¡Dios Matt! –dije en voz alta
sin importar el silencio que nos rodeaba-. Te digo que estoy bien. Simplemente
no…
-Any problem, Alexander? –Claro,
hablando de cotillas.
-Yes, miss. He feels like fuckin’ shit –dijo
Matt a mi lado. Lo fulminé con la mirada una vez más por meter la nariz
donde no le incumbe.
- Vivianni, vaya a dirección.
-But, miss…
-AHORA.
Matt se levantó de su asiento
mirándome fijamente y pronunciando unas palabras que no sabía si querer o no
obedecer. “Anda a la terraza”. Salió con su bolso y lanzándole un beso a
nuestra profesora de inglés, quién se puso roja entre las risas de los demás y
prosiguió mirándome fijamente.
-Do you feel sick, Mr. Kaulitz?
–dijo con su perfecto inglés británico.
-I am, miss. Sorry but I’ve got
to go out and… vomitar –vale, ni recordaba cómo se decía esa palabra por lo que
opté al método “spanglish”.
-Oh… ok. Maybe is something in the air. You can
go, Alexander.
-Thanks, miss.
Antes de seguir a Matt preferí
dirigirme directamente al baño de hombres. Realmente tenía unas náuseas y no he
parado de vomitar desde que me enteré del nombre del padre de la mocosa. Boté
lo poco y nada de mi desayuno en un abrir y cerrar de ojos pero las arcadas
seguían sin parar hasta que se me acabaron las bilis. Esto apestada, enserio.
Me sentía un blando sin remedio y lo único que quería era volver el tiempo y no
haber buscado eso.
Lavé mi rostro demasiado
demacrado y pálido para un día caluroso. ¡Si hasta el tiempo estaba como las
pelotas!... estaba ojeroso y mi piel de un blanco enfermizo. Opté por enjuagar
mi boca de su asqueroso sabor y comer una mentita para terminar con el mal
aliento. Tras asegurarme de que los pasillos estuviesen desocupados, subí
calmadamente las escaleras ya que si me apresuraba, las arcadas volverían. ¿Y
si llamaba al tío Erik? Humm… nah, le diría a mamá.
-Pensé que seguías en estado
vegetal en la clase –murmuró Matt cuando me senté a su lado. Hum, al menos
llegaba viento y estábamos a la sombra rodeados de los experimentos de ciencias
y plantas.
-He vomitado todo lo que como sin
parar, Matt.
-¿Algún medicamento que
necesites?
-No eres doctor.
-Mi padre es el director del
hospital general de Berlín, y mi madre es dentista.
-Así que de ahí vienen tus buenas
notas en biología.
-Algo así –dijo avergonzado
mientras sonreía -.Pero no vinimos a eso.
-A penas nos conocemos como para
contarte mi vida.
-¡Ay! Cariño, no es necesario que
te hagas esperar, amorcito –dijo con voz de mujer, yo, por mi parte exploté en
risas con lo poco y nada que me podía mover.
-Jajajajajaa… para de mariconadas
o vomitaré en tu cara, Matt.
-Ok, ok. Pero dime qué es lo que
te tiene verde, amarillento y con cara de Halloween.
Aquí vamos. Matthew no se
rendiría fácilmente por lo que tendría que jurar no abrir la boca ni mencionar
nada delante de nadie jamás.
-Te lo juro por mi pequeña Canny
que es lo más sagrado de este mundo que tengo –dijo solemnemente.
-¿”Canny”?
-Sip. Mi pequeña e ilegal
cannabis que está sobre mi armario. Te juro que nadie la ha visto aún y no
quiero ni pensar en cuando se convierta en toda una mujer adulta con hojas
maduras y tallos firmes.
-¿Le tienes ganas a tu planta?
-¡Uff! De convertirla en pequeños cigarrillos, si.
Pero es un amor paterno que me imposibilita convertirla en droga.
-Ok, ya entendí Bob Marley.
-Bien, entonces cuéntame.
-Creo que soy familiar de la
chillona que besé.
-¿Cuál de todas?
-Esa que odia a su madrastra… la
tal Ria.
-¡Ah! Te refieres a Cassandra.
-¿Así se llama? Te juro que no
figura ni en los nombres de los mejores alumnos –murmuré de repente
impresionado y divertido al saber el nombre de mi versión femenina.
-Sus padres prefieren que ella
esté en el anonimato debido a la fama de su súper padre.
-Algo leí en internet de él
-Ajá. Toda Alemania la conoce
como una de las adolescentes más afortunadas del siglo XXI.
-Por eso es presumida, arrogante
y pendeja, eh.
-¿Así que… serían parientes por
“Kaulitz”?
-Es una simple teoría que dudo
que sea realidad. Quizás es un apellido demasiado común en Alemania y aún no me
doy cuenta, pero… hay un parecido físico entre nosotros.
-La verdad es que no es tan
común, pero… ¡Guau! Jamás lo había notado. Creo que la próxima vez que la vea,
me fijaré en eso… ¿pero si fueran parientes como tú crees, eso quiere decir que
eres adoptado?
-No lo creo. Tengo demasiados
rasgos de mamá además del mismo tipo de sangre. Debe ser una simple
coincidencia.
No sé por qué dije lo último.
Quizás fue para convencer a Matt de una supuesta seguridad e indiferencia ante
mi nuevo y posible descubrimiento o porque debía convencerme a mí mismo de la
locura que acababa de descubrir. ¿Y si éramos parientes bien, bien lejanos?
Seguramente ni ella sabía de nuestro posible parentesco o del árbol genealógico
de su familia paterna.
-¿Y si no son nada?
-Pues… no pasará nada.
-Ok. Aún así me aseguraré de
verla directamente para garantizar el parecido entre ustedes.
-Gracias, Matt.
-De nada, viejo. Aún así entiendo
tu reacción vomitiva y creo que yo estaría peor que tu si me enterara de que
tengo una versión femenina en el instituto.
-Sería una hippie con ropa
artesanal y plumas en el pelo, créeme –dije ya más calmado respecto a mi descubrimiento.
-Hum… quizás mantendría una
relación incestuosa con ella para ver qué tan genial soy –comentó poniéndose
los lentes de sol mientras se exponía a este para recostarse en el cemento como
una lagartija.
-Eso es ilegal.
-Canny también lo es, Alexander.
Y lo prohibido, es más excitante que lo regalado.
-Lo tendré en cuenta.
Tras escuchar el timbre del
cambio de hora, cada uno dimos el tema por concluido con la promesa de mantener
la boca cerrada ante mi posible teoría. A mí, personalmente no me importaba ni
me parecía tentador pertenecer a su mundo de fama, dinero, y gustos
extravagantes… no me gusta la idea de que otros prácticamente encuentren
fascinante la idea de cagar en inodoros de oro o plata como si fueran de la
realeza.
De repente la vi. Claro, cómo
ignorar su cara de odio cuando me divisó tras los casilleros. ¿Y si me
acercaba? No Kaulitz, eso sería caer realmente bajo pero… ¡Argh! Debía
averiguar si teníamos un parentesco o algo por el estilo. ¿Y si lo hacía
mañana? Humm… no dejes para mañana lo que
puedes hacer hoy, Alexander. Da igual, mañana lo haré y esta noche planearé
cómo hacerlo. Me dirigí a paso tortuga al edificio en donde impartían las
clases de música ya que eso era lo que me tocaba en la próxima hora. Extrañamente,
las náuseas desaparecieron a medida que respiraba profundamente la brisa, pero
fueron reemplazadas por una especie de cansancio mental.
Luego, mi mente empezó a divagar
en la nueva información que obtuve, ¿qué clase de padres le pondrían a su hija
un nombre de bruja? Era como llamarse Brígida o Gertrudis. Bueno, a juzgar por
su padre guitarrista, seguramente vio en un video ochentero ese nombre y dijo
“oh! Mi hija debe llamarse así a como dé lugar”. A penas entré, saludé a los
que ya estaban afinando guitarras y practicando su pasatiempo musical con
baterías, pianos, trompetas, amplificadores, etc.
-Me pasé todo el fin de semana
sacando “Wo sind eure hände” y “summer boy” de Lady Gaga –Mencionó mi compañero
de acordes al que le decían Al ya que su nombre era impronunciable.
-¿Lady Gaga canta en alemán?
–dije afinando la guitarra que tenía en mis manos. Humm… una española de
excelente calidad pero malas cuerdas que ya veía que me sacaban un ojo.
-¿¡Qué!? Jajajajajajajajaaa… es
que, ajajjajajajajaaa… ¿es enserio, bro?
-¿Me perdí de algún chiste o qué?
Lo siento pero no te entiendo –dije controlando mi molestia. Creo que a nadie
le gusta que se rían de ti sin tu permiso.
-Ok, ok –dijo parando de reír
agarrándose el estómago y limpiando sus lágrimas de risa -. Es que me ha
causado gracia que dijeras eso.
-Sigo sin entender.
-Lady Gaga en su puta vida ha
cantado en alemán, Alexander.
-¿Y de quién es esa canción?
-De Tokio Hotel, bro. Es una
banda nacional y la única que ha durado más de diez años viva en Alemania.
-¿Tokio Hotel? ¿Qué clase de
nombre es ese para una banda?
-El cantante siempre dijo que era
porque querían conocer Tokio, y ya lo lograron, y porque pasaban de hotel en
hotel.
-Bien creativos salieron, eh.
Claro, sin insultar tus gustos Al –Mira que ponerle a una banda así. Entonces,
si me gusta tocar la guitarra y me gustan las fresas, mi banda se podría
llamar… ¿Guitarra Fresa? Guau… era de gay.
-Si lo piensas racionalmente, el
nombre no tiene mucho sentido pero… creo que ninguna banda de rock tiene un
nombre con sentido. Y lo bueno es que no te ha escuchado Cassie o te
destriparía acá mismo.
-¿Cassie?
-¿Aún no la conoces? –Me miró como
si fuera un bicho raro y luego intercambió nuestras guitarras para terminar de
afinar la que yo tenía -. Se podría decir que es la única con la que no te
puedes meter en el instituto ya que su padre respira y caga dinero.
-¿Te refieres a Cassandra Kaulitz?
-Ella misma. De hecho, en un rato
más llegará a practicar el piano mientras los profesores la felicitan
forzosamente.
-¿Tan… dominante? –Y yo que la
besé sin permiso y la dejé con la palabra en la boca. Guau. ¿Cómo le pueden
tener miedo a una niña de papi?
-No es tan así. Su padre es quien
se asegura de que la mantengan bien vigilada y la traten bien. Por eso hace lo
que quiere, sin embargo, sus notas son intachables.
-¿Su padre soborna a los profes?
-No lo creo. El año pasado su
padre la reprendió delante de medio mundo por no estudiar para una prueba. En
verdad le exige.
-Suenas como un admirador de
ella.
-Ella tiene suerte. Las cosas se
le han dado en bandeja y realmente no valora nada, por lo que no me puedo
considerar uno de sus millones de seguidores.
-Dime de la banda –dije sacándole
información al pobre chico de pelo largo y rubio como el baterista de los Foo
Fighters.
-No hay mucho que decir, ¿sabes?
Se hicieron famosos acá, luego en Europa y finalmente en el mundo entero.
Ganaron premios, muchos. Todos se casaron menos el vocalista, y creo que de vez
en cuando se reúnen para pequeñas giras sin descuidar a sus familias. De hecho
el guitarrista de la banda es el padre de Cass…
-Espera, espera. ¿El vocalista
era un gay de pelos parados?
-Jajajajajaaa… eso en su
adolescencia. Después se lo cortó y de ahí lo mantiene así.
-¿Pero es gay? Es que te juro que
lo vi en un video de Youtube y aparecía maquillado como nena y con ropas
ajustadas.
-Bill siempre lo ha negado, y de
hecho ha salido con una que otra modelo pero no dura demasiado.
-¿Por qué?
-¡Yo que sé! Ni que fuera ese
tipo de gente.
-Ok, ok. Mejor conectemos los
amplificadores para que la profe vea que estamos haciendo algo.
Sí, misteriosamente pensé que
habría más profesores del sexo masculino que del femenino, sin embargo se dio
al revés. Algo andaba mal en esa familia. De la banda me encargaría luego, sin
embargo, algo andaba mal entre los Kaulitz. ¿Por qué el cantante no duraba
demasiado con sus parejas y nunca llegó a casarse? Además, Cassandra me confesó
que sus padres están divorciados. Mamá dijo que conocía a un tal Tom que fue su
amigo hace mucho tiempo, ¿Y si es el padre de ella? Pero existen miles de Thomas en el mundo, no
sólo puede ser él. ¿Y qué hay con el apellido? Los Kaulitz no son muy comunes
en Europa ni mucho menos en Alemania.
¡Argh! Tantas preguntas hacían
que mis neuronas se estresaran. Tomé la guitara de cuerdas tiesas e imposibles
de afinar y tras asegurarme de que estuvieran firmemente puestas en cada
extremo, empecé a ronronear una canción demasiado antigua. Su nombre era
“Starman” de David Bowie. Esa canción me relajaba por mucho que fuera del siglo
pasado y el tipo estuviera en sus últimas. Pero no vi venir la cuerda más aguda
azotar mi brazo al llegar al coro, de hecho no sentí dolor hasta unos segundo
después cuando vi la cuerda enrollada con forma de espiral en el otro extremo.
-¡Argh! –grité al ver en mi brazo
una línea que mucho pensarían que es de suicida por su longitud y profundidad.
Claro, no sólo eso fue lo que
obtuve sino que también la atención de todos los presentes. Miré mi brazo que
ya empezaba a ponerse rojo y derramar gotitas al piso, presioné la herida con
mi otra mano y me dirigí a la enfermería con toda la calma. Claro, había
presenciado heridas de bala y de cuchillas mucho más profundas provenientes de
mi progenitora, por lo que podía incluso controlar el dolor mental que me
provocaba la herida.
-¡Señorita Kaulitz! Vuelva inmediatamente… ¡Cassandra!
Miré para atrás y ahí estaba
ella.
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De ahora en adelante, me demoraré un poco en subir porque hoy se acabaron mis vacaciones de invierno, así que seguramente subiré el próximo capítulo el viernes o el sábado.
Dios mío :O
ResponderEliminarYa se empiezan a revelar cosas poco a poco...
Cada vez me quedó con más ganas de leer...
Esperare el próximo
Cuídate y un abrazo :D
no seas tan cruell!! jaja
ResponderEliminaresta buenisima como todas las temporadas
buena suerte en tu regreso!
lástima que tengan que acabar las vacaciones
dios esto cada vez se pone mejor y te entiendo sube pronto un beso
ResponderEliminarMe encanto!!! Espero pa la prox!!!
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