Epílogo

NARRAS TÚ

Pantera: (Tu nombre), no veo mejoras en tu comportamiento… se supone que te harías más fuerte, no que te pasarías encerrada viendo televisión.

Yo: Si he salido (aseguré sabiendo que era mentira y que él ya lo sabía).

Pantera: No me mientas… (Suspiró agotado de tanta discusión, llevábamos hablando una hora y media y no habíamos llegado a nada) Hija, no quería usar este método para ayudarte, pero creo que es lo mejor para ti.

Yo: ¿A qué te refieres?

Pantera: He decidido que estarás a bajo las ordenes de Gaspard Ulliel.

La sangre se me heló de sólo escuchar aquel nombre. Quizás apareció en películas como “Hanibal Lecter” pero en realidad era un espía encubierto, pero no cualquiera; es un agente ruso. Recuerdo haber compartido misiones con él pero era individualista e ignoraba mis quejas ante su sistema de trabajo… si yo era la mujer más buscada, él era el hombre más buscado. A lo que hago referencia, es que es un maldito insoportable, egocéntrico y machista.

Debí haberme tragado mis sentimientos, hubiese sido mejor absorber mi depresión y ocultarla.

Yo: Por lo que más quieras no me pongas en las manos de Ulliel (susurré temblando ante la imagen mental que me hacía de él con aquella sonrisa macabra), si quieres haré todo lo que desees… ¡pero no lo traigas!

Pantera: Su vuelo sale en 30 minutos, hija mía, y él ya va camino al aeropuerto.

Yo: ¡Gaspard es un monstruo!

Pantera: Es por tu bien, no has cumplido con tu deber por lo que te daré un pequeño empujoncito.

Yo: ¡¿Por qué no me escuchas?! (Le grité cortando el teléfono).

Ulliel llegaría en unas cuantas horas más; lo asimilara o no, venía a por mí. Hubiese sido más fácil si enviaba a Erik… ¿por qué precisamente tenía que enviarlo a él? ¿Qué propósito tiene ser torturada? ¿A caso es el Karma?... jamás salía de mis pensamientos la muerte de mis padres, seguía sintiendo escalofríos al entrar a la cocina o al pasar frente al dormitorio de mis difuntos padres y recordaba a Bill cada noche entre sollozos.

Gaspard arruinaría aún más mi vida, se burlaría de mí y me destrozaría a como dé lugar… ahora dudaba de mi existencia… ¿A caso envió a Gaspard porque con él aprendí el trabajo de seducción a una víctima y di mi primer beso apasionado?

Espero que Bill lo esté pasando mejor que yo, porque está claro que yo soy la que está pagando por los platos rotos en este momento.

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Hallo Aliens!! este es sólo un pequeño adelanto de lo que se viene en la segunda temporada ;)

creo que estare subiendo un cap. por Junio...

gracias a todas las chicas que han comentado a lo largo del fan-fic!! de verdad me inspiran mucho sus comentarios.

Bien, së que muchas dirán que no les gusta Gaspard Ulliel, pero es el ünico hombre que conozco ke tiene una sonrisa que da miedo :S

Las espero muy pronto en la próxima temporada ;)

Bye// Bye

Capitulo 43: ¿The End?

NARRAS TÚ

Árboles. Prados. Postes eléctricos. Anuncios publicitarios. Camiones. Viñas. Fábricas. Pequeñas casas de madera. Todo había cambiado tanto desde la última vez que vi la carretera, seguramente es porque fue como a los diez años luego al zoológico con mis compañeros de colegio; ahora se notaba la mano del hombre en la tierra, el uso de las máquinas y la evolución del campo. Al menos el sol seguía igual de radiante y el aire igual de puro y con olor a eucaliptus y pinos entre otros árboles. Casa, mi verdadero hogar era este.

La gente que se subía al bus que tomé cerca de la estación de trenes era de lo más simple; vestía diferente a los europeos, sus cabellos no eran tan rubios sino que en su mayoría morenos, sonreían por todo y usaban aquel idioma que yo creía haber olvidado en mí… el español. Recordaba por suerte que era la sexta parada después de haber pasado por el río de aguas frías y puras, ahí debía bajarme.

Todo era diferente; la música era hogareña y de rimas complicadas y rápidas, la gente coreaba las canciones con todo la personalidad del mundo como quien camino en ropa interior por su propia casa, y al parecer todos se conocían. Ahora debía pasar a mi proceso de adaptación, en donde tendría que ponerme al día con cada cosa nu7eva que encontrara.

Pedí permiso (hablando en español) y cogí mis cosas mientras presionaba el botón que decía “parada solicitada”, un estruendoso pitido sonó y el bus frenó bruscamente… por suerte me aferré a una manilla. Uno de los encargados me auxiliares me ayudó con las pertenencias y luego se despidió coquetonamente de mí, aunque simplemente le ignoré.

Estaba en el sexto paradero, frente a mí podía ver el único camino de tierra que llegaba hasta mi casa. Ahora habría servido tener mi auto para trasportarme de un lugar a otro. A mí alrededor todo era silencios, sólo podía escuchar el canto de las aves y el viento soplar y mover los árboles. Ya más decidida de que todo esto lo hacía por mi bien, crucé la carretera a través de un puente que había sobre esta. Desde arriba podía ver aquella vieja casa blanca rodeada de prados floreados y árboles frutales.

¿Realmente estaba lista para revivir el pasado? Ya no había vuelta atrás… estoy aquí en mi país natal superando mis traumas psicológicos” por así llamarlos y huyendo del desamor. Esperaba que Bill leyera mi carta.

Bien, aquí vamos de nuevo… volviendo a mis orígenes…

Ya más convencida, me puse en marcha por aquel estrecho camino que me llevaría a mi casa… MI CASA.

NARRA BILL

“¡Vamos Bill!” me decía una voz en mi cabeza animándome a ponerle “Play” a lo que parecía ser un video hecho por ella. No parecía tratarse de nada privado por lo que bajé a la sala y lo puse en el televisor pantalla plana. Las manos me sudaban mientras jugaban con el control. Mis padres estaban en la terraza junto a Andy y Tom, prácticamente estaba solo en casa.

“¿Qué esperas? ¿Al Espíritu Santo?” insistía la voz. Suspiré y apreté el botón rojo con una flecha. Play.

De fondo sonaba una canción, creo que era “Bubble” de Colbie Caillat y en la pantalla aparecían videos, videos caseros que ambos habíamos hecho en su celular. Reí cuando apareció Tom en el suelo luego de caerse de las escaleras, su risa había quedado impresa junto a la mía como si encajaran. Videos de Las Maldivas, en el estudio con Georg y Gustav, de nosotros en compras navideñas, de ella manejando mi auto… de unas horas antes de Navidad. En la gran mayoría terminábamos besándonos y filmándonos mutuamente. La hermosa extraña conocida sonreía sin parar y en ningún momento se había separado de mí. Los videos pararon y en la pantalla aparecieron letras.

“Esa es la que tú conoces, la (tu nombre) normal…

La que viene ahora es la peor, por favor no te asustes”

La música paró y vi un video grabado desde una cámara de seguridad. Era una pelea, en donde una chica combatía contra 3 tipos y acababa con sus vidas parecía de película realmente. Apareció otro video en lo que parecía ser una escalera con escombros que obstaculizaban los escalones; a los pies de la extraña conocida había una chica que disparaba mientras (tu nombre) esquivaba sus movimientos hasta que ésta acabó con la chica que estaba a sus pies. Y la última fue de un lugar que parecía ser un gimnasio lleno de hombre entrenando con técnicas del Karate y defensa personal y colchonetas grandes y planas alargadas por el piso, entre esos hombre, resaltaba una chica que acababa de noquear a su contrincante y saltaba triunfante provocando la risa de los que la rodeaban.

“Esa es la (tu nombre) verdadera… la que mata

A sangre fría y trabaja como espía en una mafia”

Apreté el botón “Stop”. No podía seguir viendo… me costaba respirar y tuve que sentarme en el suelo. Era demasiada información para procesar aunque ya sabía todo eso, pero era diferente a ver videos de la extraña conocida moviéndose con destreza y matando a aquella chica a sus pies. Suspiré nuevamente y le puse “Play” para luego adelantarlo a la parte en la que quedé. Ahora aparecía ella hablándole directamente a la cámara.

Tn: “Bill, no quería decírtelo por temor a cómo reaccionarías, aunque igual tarde o temprano te lo diría porque no soporto seguir ocultándote esto. Sé que no es el mejor regalo de Navidad pero necesitaba decírtelo (Lágrimas empezaron a salir de sus ojos y fue inevitable sorprenderme y añorarla) ¿Sabes? Me da miedo morir con el trabajo que tengo, porque sé que no te volvería a ver jamás y que nunca más podré sentirte junto a mí. Te amo, Bil… pase lo que pase siempre te amaré…”

Más videos de nosotros y fotos en las que nos besábamos o nos sonreíamos; en Las Maldivas, en el hotel, en mi habitación, en el patio junto a mis perros, en el Centro Comercial, en el mirador, en aquella cabaña junto al lago… todos aquellos recuerdos que por muy hermosos que fueran, me herían.

Tn: “Hay demasiadas cosas que aún me falta decirte y es que me demoraría un milenio en decírtelas… si te preguntas dónde estabas cuando grabé este video, pues, en el estudio grabando un video… o eso creo”.

Y se cortó… quería verla nuevamente sin importar que fuese un maldito video. Necesitaba entenderla a pesar de lo mucho que la odiaba; necesitaba motivos para sentir odio, o quizás… sólo amarla más de lo estimado. Sentí nuevamente lágrimas caer por mi rostro y sentí a alguien, a aquel amigo sentarse a mi lado y apretar mi hombro para saber que contaba con él.

Yo: No puedo, Tom. Por más que trato de olvidarme de ella, vuelve a aparecer en mi vida. Con (tu nombre) todo era tan mágico, todo parecía tan real y hermoso…

Tom: Bill…

Yo: ¡Ni si quiera tengo la más puta idea de dónde está!... lo hicimos todo mal, nada de esto debió haber pasado… nada.

NARRAS TÚ

Yo: ¿Milo?... ¡Ah! Ahí estás pequeña bola de pelos.

Y miré mi habitación, mi habitación. Era rosada, como la de las princesas de Disney; cortinas blancas, estrellas pegadas en el techo, ositos de felpa en un rincón y telarañas en los muebles. ¿Serían siente u ocho los años que llevaba sin verla?

Y es que no me atreví a subir a ella en una semana, el tiempo que llevaba acá en mi casa; dormía en el sofá tapada con matas. Había un mural en el que estaba mi horario en la escuela y unas cuantas fotos de mis amigas y yo. Mi ropa esparcida en una silla blanca, todo estaba intacto desde aquel día.

Pasé la tarde limpiando la casa, matando arañas escondidas en cada rincón existente y botando cosas como mi ropa de hace siete años atrás. Milo se dedicó a seguirme o a perseguir pajaritos en el gran patio que teníamos, que ya había limpiado dentro de la semana.

Después de la cena me recosté en el sofá y entré en razón de que la única habitación que no había tocado era la de mis padres… y tampoco pensaba en entrar, sentía... ¿vergüenza? Si, sentía vergüenza de que vieran que su hija se había convertido en una brutal asesina. Estaba a punto de quedarme dormida cuando escucho pequeños pasito acercándose, abrí los ojos y tomé a Milo para ponerlo en mi regazo.

Yo: ¿Por qué eres tan adorable?... me recuerdas a él.

Bill, nuevamente en mi cabeza haciendo acto de presencia para no olvidarlo. Seguramente ya habrá leído mi carta o visto el video… debía de odiarme más que nunca. No lo culpaba, yo también me odiaría si fuera él. Sólo me quedaba Milo y sus recuerdos ¿Quién iba a pensar que terminaría estando enamorada de una estrella de rock alemana? Y en especial de Bill Kaulitz… ni si quiera yo me lo creía…

Y como todas las noches, terminé llorando por él… el único ser que ha logrado ablandar a esta maldita asesina .Sin embargo, ahora él era de piedra, y ya era demasiado tarde para revertir el daño.

Luego de unas horas, mi mente divagó entre su recuerdo y el presente hasta que entré en razón en que algo se me había quedado en Alemania: mi diario de vida. Rogaba para que nadie lo encontrara, y es que puede ser una pendejada tener uno, pero lo que tenía escrito ahí eran los últimos días acá y mis últimos días allá junto a Bill… ¿qué pasaría si alguien lo encontraba? ¿Se lo pasaría a Pantera y él lo abriría? Conozco a Pantera y sé cuan curioso es… por favor, que nadie encuentre mi diario.

NARRA BILL

Xxx: ¿Puedo pasar Bill?

Yo: Adelante, pasa Andy.

Acababa de despertar hace cinco minutos luego de que mamá insistiera en que me haría bien dormir. Luego de ver el video, no paraba de llorar sintiéndome culpable de lo que habría pasado entre ella y yo… me sentía un completo estúpido al no comprender antes lo difícil que es su situación y no sabía si era necesario odiarla.

Andy había entrado con un bolso y una taza en la otra mano. Me senté y encendí la lámpara de la mesita de noche al darme cuenta de que ya estaba obscureciendo. Parecía agitada cuando se acercó y se sentó a la altura de mis caderas, me pasó la taza que contenía un té de hierbas y me miró expectante, su pelo rubio parecía ser naranjo a la luz de la lámpara y sus mechas azules parecían ser negras.

Yo: ¿A qué…?

Andy: S é que no quieres saber nada de (tu nombre), pero creo que hay algo que debes ver.

Yo: ¿Acabas de llegar?

Andy: Su, estaba hablando con Pantera sobre unos nuevos chicos que ingresaron y de… (Tu nombre). Ella se fue la noche de Año Nuevo pero no me quiso decir a dónde fue, sé que él lo sabe.

Yo: ¿Y cuál es el punto? ¿Sobornarlo?

Andy: Es imposible sobornar al líder de una mafia, créemelo. En fin, (tu nombre) no se llevó las llaves de su cuarto, lo que es mala señal.

Yo: Andy, no quiero ser grosero, pero si me vas a hablar de que no sabes nada de ella, será mejor que me dejes solo.

Andy: ¿Me dejarás terminar Bill? (asentí al verla tan seria)… bien, revisé si había dejado ropa y así fue, pero jamás pensé que dejaría su diario de vida.

Me pasó un cuaderno grueso forrado en cuero café con sus iniciales. Imposible de creer pero era verdad a pesar de que jamás imaginé que tendría un diario de vida. Lo único malo era que estaba cerrado con un candado que requería de tres dígitos.

Andy: Intenté abrirlo pero no pude. Si te sirve de algo, creo que será mejor que tú lo tengas.

Seguramente en ese diario estaban los secretos más obscuros de la extraña conocida… ¿Acaso no era yo quien había pedido conocerla más para entenderla? Bien, aquí tenía mi pequeña ayuda. Parecía ser ella, sólo que caracterizada en un objeto, su diario; ahora tenía uno de sus objetos más personales a mi disposición.

Andy: Si se comunica conmigo, no le diré nada sobre esto.

Yo: No le puedes decir a nadie, Andy. A nadie.

Andy: Lo sé. Además… puede que haya escrito su actual paradero.

Yo: Ojalá tengas razón… gracias por traérmelo.

Andy: Para eso están las cuñadas ;)

Se fue de mi cuarto dejándome solo, junto a la pertenencia más privada de mi pequeña extraña conocida. Por primera vez, no sentí que todo era una mierda. ¿A caso ahora tendría razones para amarla u odiarla? Sólo me faltaban los 3 malditos dígitos.

Y de pronto todo pareció encajar; el perfume… los números de la tapa… el video.

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Hallo Gurls!!... sorry por la demora ;) ya saben... es lo de siempre ; el colegio. Como se darán cuenta, ha quedado con un final inconcluso, por lo que ......habrá segunda temporada!!

Gracias a todas las lectoras fieles que siempre comentan y a las que no xD

Kusses sabor a lo que quieran

Bye // Bye

Pd: La segunda temporada la subire en el mismo blog o sea, este ;)

Capitulo 42

NARRAS TÚ

Pantera: Es el único vuelo que funciona en este día festivo… deberías irte el 2 o 3 de enero.

Yo: No me importa que me deje a mitad del camino, tomaré otro hasta llegar a (tu país).

Pantera: ¿Por qué no te quedas para ver los fuegos artificiales? Iremos a Berlín y…

Yo: ¡No!

La idea de ir a Berlín me ponía peor. No quería… no podía encontrarme con Bill; recuerdo que me había mencionado lo hermoso que lucía Berlín lleno de fuegos artificiales e incluso quería llevarme, iba a llevarme. Por ello no podía ir, porque terminaría peor de lo que ya estoy.

Yo: Lo siento, Alphonse. Necesito abandonar Alemania lo antes posible.

Pantera: Está bien, hija mía. Si esa es tu voluntad, la cumpliré y respetaré.

Yo: Gracias… papá.

Pantera: No, tu padre es aquel que cuidó de ti hasta que se cumplió el pacto al yo obtenerte y el que te observa desde el Paraíso, no yo.

Yo: Pues para mí, tú eres mi padre porque me enseñaste muchas cosas.

Y por primera vez en mi vida vi llorar a Alphonse Solarin.

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Xxx: Se ruega a los pasajeros del vuelo 594 con destino a Londres dirigirse a la puerta 16.

Ese era el mío, y con suerte veía a unas diez personas ingresar a la puerta. Tomé mi bolso de mano y caminé lentamente en dirección a la puerta que me sacaría de Alemania. Había avisado a Andy que me iría y ante las preguntas de mi nuevo paradero tuve que cortar la llamada o se me haría cada vez más difícil. Pantera se despidió de mi en las puertas de la mansión, a pesar de su insistencia en hacerme una despedida solemne junto a todos los aspirantes a espías… sólo le respondí que odiaba las solemnidades. De muchos de mis compañeros pude despedirme deseándoles lo mejor en sus vidas futuras, incluso de Riveira, el adorable chico de dieciséis años que se preocupó por mí en plena alerta roja y le entregué la primera medalla que gané, “mérito al compañerismo en pelea” así se llamaba y tenía el dibujo de un águila con una cinta roja en el ala.

Erik, mi entrenador y camarada se ofreció a llevarme hasta el aeropuerto internacional en donde esperaba mi vuelo. Ya en la cafetería de aeropuerto compartiendo unos cafés, me entregó a Milo… el único recuerdo viviente que tenía de la existencia de mi relación con Bill. No saben cuánto se me quebró el alma al verlo nuevamente ladrándome como un loco.

Erik: Está saneado y tiene sus documentos caninos al día… es un buen perro, el más leal que conozco. Cuídalo con tu propia vida… Bill te hizo un buen regalo.

Me despedí de Erik con un fuerte abrazo hasta que nos desligamos y caminamos en direcciones contrarias sin vuelta atrás.

Y ahora me encontraba caminando hacia mi última escapatoria; por cada paso que daba, mil recuerdos venían a mi mente. Frases tan cortas como un “Te amo” o un “Te necesito” llenaban mi mente junto con un sinfín de imágenes de su sonrisa, la sonrisa de Bill; pero por el otro lado, estaban los recuerdos del día anterior.

Xxx: Bienvenida y gracias por preferir nuestras aerolíneas (dijo una de las chicas que me ayudó con mi equipaje junto a la puerta 16).

No estaba tan vacío como pensaba, mi asiento estaba en primera clase junto a un asiático que parecía quemarse las pestañas mirando su laptop concentradísimo y sin percatarse de mi presencia al pasar frente a él.

Frente a mí había una niña con hoyuelos en sus mejillas sonrosadas, ojos aceitunos y rizos rubios… una muñequita de porcelana viviente a juzgar por el abultado vestido rosado con flores que lucía… debía tener unos cuatro años. A su lado su madre la observaba con una mirada dulce mientras le pasaba una muñeca de trapo.

Xxx: Pronto veremos a papá, pequeña mía (le decía para tranquilizar las ansias de la niña).

“Pronto veremos a tu vieja casa, (tu nombre)” me repetía sacando mi reproductor musical de mi bolso de mano, de paso, mi celular vibraba mostrando en la pantalla la cara de Andy sacando la lengua a la cámara. Nuevo mensaje de Andy:

“Donde sea que estés en estos momentos,

Te deseo un Feliz Año Nuevo 2011.

Éxito con lo que te depare el futuro…

Y recuerda que siempre estaré contigo”

Miré por la ventana mientras la auxiliar de vuelo daba las respectivas indicaciones sobre el uso del cinturón de seguridad y las salidas de emergencia en caso de un accidente, incendio o tormenta eléctrica… me las sabía de memoria como para tomarlas en cuenta. El avión empezó a andar por la pista hasta tomar la velocidad adecuada y elevarse hasta emprender el vuelo lo bastante lejos de… de lo que parecía ser mi propia perdición.

Conmigo traía uno de mis libros favoritos desde los quince o catorce años… seguramente lo abría leído unas quince veces a lo largo de mi vida subrayando mis frases favoritas, o haciendo anotaciones sobre lo hermoso que era el momento cuando…

Xxx: ¡Mamá! ¡Mira los fuegos artificiales!

Si no fuera por el chillido que emitió la niña del asiento delantero, seguramente hubiese seguido leyendo. Me acerqué a la ventana sin antes asegurarme de que el señor asiático yaciera dormido profundamente a mi lado.

Xxx: Señores pasajeros, nos encontramos en la ciudad de Berlín.

Berlín… ¿Berlín?... ¡Berlín!... no me di ni cuenta de cuan rápido íbamos, quizás porque estaba absorta en la lectura. Los fuegos artificiales eran hermosos y pintaban todo el cielo con sus multicolores efectos… los veía tan cerca que me entusiasmé ante la idea de ir a la cabina del piloto a verlos con mis propios ojos, pero sólo fue una loca idea pasajera. Más abajo podía ver pequeñas luces que encendían la ciudad.

Seguramente… ahí se encontraba Bill y los demás viendo el espectáculo pirotécnico en la azotea de un edificio tal y como me lo había planteado junto a Simone en la cena de Navidad. Ahora no era bienvenida en la familia Kaulitz por más que Gordon, Tom y Simone me defendieran ante el golpe que me iba a propinar Bill. Debía están contento junto a sus seres queridos celebrando la llegada del Año Nuevo, eran las 00:02 horas del día 1 de enero de 2011.

Yo: Feliz Año Nuevo, Bill Kaulitz (susurré sin despegar mis ojos de la pequeña ventana que se encontraba a mi lado derecho).

Mi voz sonó melancólica y vacía. De todas maneras, el desamor es el dolor más enfermizo que se puede tener. Pero debía estar feliz por Bill, porque seguramente encontraría a una chica que fuera sincera con él en todo momento y que no fuera una maldita mentirosa asesina, sería su chica perfecta y el se olvidaría de lo nuestro o eso es lo que se ve en las películas.

Me dejé caer en el asiento imaginándome a Bill con una chica mejor que yo, besándola con esos labios que hace unos días eran míos. Se me hacía imposible estar feliz por Bill sabiendo que me odiaría de por vida.

NARRA BILL

Después de una maldita semana en Berlín, volvimos a casa con la planificación de Enero; una visita a Japón y una que otra entrevista. Sería algo liviano, pero Febrero se venía recargado con la grabación en el estudio de un nuevo material en el que he estado trabajando con nuevos sonidos, además de estar preparando nuestra mudanza a Los Ángeles.

Si de algo sirvió mi estadía en Berlín fue para despejar mis pensamientos ante lo ocupado que estaba.

Andy: David Jost fue el que más me habló en la semana… parecía entusiasmado cuando le pregunté sobre la regulación del sonido de cada instrumento en los conciertos.

Tom: Es un fanático de su trabajo.

Yo: Por eso nos hace ser trabajólicos los 365 días del año.

Andy: ¡Aw! ¿Billy y Tomy están estresados?

Yo: Ya estoy acostumbrado.

Tom: Si… al principio cansaba pero ya no, es la costumbre.

Subí las escaleras hasta mi habitación arrastrando la maleta, abrí la puerta y lo poco y nada que quedaba de su fragancia inundó mi olfato haciendo que buscara en la nada a la extraña conocida. Cerré rápidamente con llave y busqué entre la ropa, el abrigo que había usado en Año Nuevo.

La carta aún seguí ahí, quizás un poco arrugada pero estaba intacta. Era ahora o nunca, no había vuelta atrás o me arrepentiría. Debía aprovechar que mis heridas aún estaban abiertas porque ahora sería el momento de cerrarlas para siempre, o al menos ese era mi objetivo.

Pasé mis dedos por mi nombre escrito con su letra; que pasaba a ser una parte de la extraña conocida. Cerré la puerta con seguro para que nadie más me viera llorar, ni si quiera mi hermano Tom… creo que a él ya le he hecho mucho daño y provocado muchos problemas, no quiero ser una carga para él.

“Bill:

Seguramente debes odiarme ahora que sabes que te mentí respecto a mi persona, por lo que entenderé tus deseos de olvidarte de mí, de conocer a alguien que sea la mujer más perfecta para ti y… lamento que no me hayas propinado ese golpe, pues ciertamente me lo merecía.

Tal vez la única verdad que te dije fue y será que te amo con todas mis fuerzas y que daría la vida por ti. Me duele perderte pero necesito recuperar fuerzas… aquel día junto a Lisbeth cuando te enteraste de todo, acababa de escapar del hospital, pues, volvía de una misión con un sádico asesino brutal… no sabes cuánta sangre perdí y cuán dolorosa fue toda aquella tortura. Recuerdo haberte visto dentro de mi inconsciencia… me animabas a seguir con vida y seguir soportando agujas en mi cuerpo.

No quiero sonar masoquista ni mucho menos darte lástima… sólo debía decirte cómo estoy ahora. Nos hicimos mucho daño, Bill; arruinamos nuestros ideales y nos desviamos de nuestro amor. Espero trates de comprenderme así como yo lo intento contigo. Sólo quería conocer el significado de la palabra Amor… del amor del que tú y todo el mundo habla y que aún no comprendo.

Te ama… (Tu nombre)

PD: Sólo me quedo con Milo… es un buen amigo.”

La odio… ¡¿Por qué mierda la amo tanto?! Lo peor que pude hacer fue leer su carta. Ella ya no estaba a mi alcance, ni si quiera sé su paradero. Arrugué el papel con ira y lo tiré a la puerta.

¿Por qué debía perderla? ¿Por qué no simplemente hacemos como si nada nunca paso?... deseaba abrazarla, sentirla suspirar en mi hombro, pero eso era como pedirle al cielo que dejara de llover, algo difícil y estúpido. La perdí, y ya no tenía esperanzas de encontrarla, ella se fue para siempre.

La extraña conocida se ha ido y sólo me dejó su hiriente recuerdo.

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Hallo Gurls!! aquí les dejo el PENULTIMO CAPITULO... muchas me sugieren que haga segunda temporada, y la respuesta ha esta sugerencia se las daré en el último capitulo muahahahaa...

espero que les guste el cap y que comenten (no se... hagan sugerencias, escriban lo que quieran, lo que soñaron, etc etc etc)

Kusses sabor a Tokio Hotel!!

Bye// Bye

PD: L@s que quieran que les adelante algo de lo que pasarä proximamente, me pueden agregar a mi Toki-mail (xD) -----> xx_ninitha_xx@hotmail.com

ENJOY!!

Capitulo 41

NARRA ANDY

Era el esperado 31 de diciembre pero parecía ser un día cualquiera, no el último del año. Bill no quitaba la mirada de la ventana y tapaba sus ojos con lentes de sol aunque fuera un día nublado. Tom conducía tratando de ignorar con todas sus fuerzas el estado anímico de su hermano y de vez en cuando suspiraba y me miraba rogándome que hiciera algo. Íbamos camino a Berlín para ver los fuegos artificiales en la terraza de uno de los edificios más altos junto a los productores de Tokio Hotel y las familias y amigo de la banda. Días atrás antes de que esto ocurriera, Bill era el más animado con la idea de viajar a Berlín, pero al parecer ya no era así.

Los padres de los gemelos se habían adelantado con la excusa de dejas todo listo para la noche, bueno, ahora está atardeciendo y son las 21:45 hrs. Bill escuchaba casi al máximo volumen en su Ipod a Mike Posner.

El día anterior había dejado a (tu nombre) en la mansión; la verdad es que parecía estar tan destrozada como Bill. Traté de entrar a su cuarto luego de que muchos de nuestros compañeros me preguntaran sobre qué le pasaba pero estaba cerrado con llave y cuando salió de él, entró a la oficina de Alphonse sin anunciarse ni nada. Se dieron las 2 de la madrugada y regresé a la casa de los Kaulitz esperanzada en que el fuera menos tenso, y así fue sólo porque Bill decidió no cenar y encerrarse en su cuarto.

Tom: Ya verás que todo estará mejor en unos días más.

Yo: No me preocupa (tu nombre), es Bill. No parece el que conocí.

Tom: Anoche no durmió nada.

Yo: (Miré el asiento trasero y lo comprendí, estaba dormido) Oh…

Tom: Andy, no quiero que esto arruine nuestra relación… si Bill está enojado con (tu nombre) o viceversa, no quiero que eso nos distancie… no ahora que soy feliz contigo. No quiero interrupciones de otros como Lisbeth en lo nuestro.

¿Es que este hombre no puede ser más tierno? ¿O el bichito del amor me picó bien fuerte? Ambas son correctas. Miré para atrás y vi que Bill dormía profundamente por lo que se podía decir que nos encontrábamos solo él y yo; moví mi mano y la puse en su pierna apretándola suavemente y luego soltándola. Tom me miró ahogando y reprimiendo las ganas de respondes ante mi contacto. Se apoyó en la ventana y tapó con la mano su boca, poniéndose serio ante el volante. En mi defensa, he de mencionar que no estuvo en mis planes hacer que Tom despertara sus sentidos así, sólo le toqué la pierna y listo ;)

Yo: (Sonreí con malicia y miré por el espejo retrovisor a Bill) No exageres Tom, sólo fue una expresión de cariño.

Tom: Que tienen segundas intenciones, Andy (wow! Su voz era más ronca).

Yo: Allá tú si crees eso… para mí fue una forma de decirte “Aw! Tommy… eres tan adorablemente cursi conmigo”

Tom: ¿”Adorablemente cursi”?... esa es nueva.

Yo: ¿A qué te refieres con nueva, Kaulitz?

Tom: Siempre dices “Aw! Eres un bombón, eres tan tierno, dulce, adorable, atento, perfecto, sexy, amoroso, cariñoso” (eso lo dijo imitándome con una voz más aguda).

Yo: No hablo así Tom (Me reí ante su imitación).

Tom: Pero ese no es el punto… me refiero a que me dejas el ego más allá del sol con tus comentarios xD

Yo: Si quieres puedo dejar de mencionarlos y no…

Tom: ¡NO! Me encanta que apruebes lo que yo te digo :$

Miré su rostro y sus mejillas rojas y su sonrisa tímida O_O

Yo: ¡¿Tom Kaulitz sonrosado?! Este debe ser el fin del mundo.

Tom: ¬¬

Yo: No te molestes ;) me encanta saber que te puedo poner así tal y como tu lo haces conmigo. Pensé que solo Bill reaccionaba así.

Tom: Somos gemelos, tonta. Además también soy un ser humano y me puedo sonrojar.

Yo: (me acerqué a él y le susurré regresando mi mano a su pierna) En la cama no pareces un ser humano, Thomas. Eres un alien y tu coso es un humanoide.

Tom: ¡¿Humanoide?! Esa es una aún más nueva, Andy… (rió y pasó por un segundo su mirada a mi mano) humanoide.

No les contaré el resto porque fue pura cursilería en doble sentido y risas durante el camino; sólo lo hacía para distraer a Tom un poco porque sabía que no despegaba la mirada del espejo retrovisor en donde veía a Bill sus pirar el nombre de mi amiga y hablar dormido. A mí también me dolía, sólo que no lo demostraba porque debía ser fuerte por Tom, Simone, Gordon y Bill, quizás no tuve ningún tipo de cercanía con Bill, pero lo intenté hasta llegar a ser su amiga cuando (tu nombre) no estaba, o al menos eso creía.

Llegamos a las 22:45 hrs. Al hotel en el que nos hospedaríamos, Tom despertó a Bill tratando de ser amable con él, éste lo miró iniciando una conversación visual por segundo y luego de una conversación entre murmullos bajó.

Sólo pedía que este Año Nuevo no fuera el peor de todos, y que las cosas se arreglaran pronto…

NARRA BILL

¿Cuántas veces imaginé este día, este momento junto a ella? Fácilmente habrán sido unas cincuenta en los últimos días, creando una vaga apariencia de ella con distintos vestidos que favorecían el color de su piel y sus curvas. De todos, yo era el más entusiasmado en venir, lo era, porque… ya no.

En el auto, había empezado a envidiar a Tom; hablaba con Andy como si se conocieran de años, reían juntos y bromeaban como nunca. Ellos no eran tan cursis como yo lo era con la extraña conocida, pero eran más obscenos. Subí el volumen a mi Ipod para evitar meterme en cursilerías y conversaciones ajenas, hasta que logré conciliar en sueño.

No recuerdo qué soñé, sólo sé que fue muy colorido y lleno de voces conocidas… pero fue lo suficiente para desconectarme de la realidad.

Xxx: … Bill… Bill, despierta. Ya llegamos.

Tom sacudió mi hombro y abrí los ojos para observar nuestro paradero. Estábamos en el edificio que David había conseguido para este año nuevo. Mi hermano me miraba atento ante cualquier reacción descontrolada que pudiera haber en mí.

Tom: ¿Estás bien? Si quieres podemos ir a…

Yo: Estaré bien, Tom. Cueste lo que cueste superaré esto y todo volverá a ser como antes.

Tom: Pero Bill… yo sé que no estás en las mejores condiciones, lo noto… siento lo mal que estás y todas esas ganas de llorar que tienes.

Yo: No lloraré, Tom.

Tom: No seas masoquista, por favor.

Yo: Estaré bien algún día (susurré y salí del auto para ingresar al edificio con él a mis espaldas).

Debía hacer un esfuerzo por mamás, por Andy, por Tokio Hotel, por Tom, por mí. Mi hermano era el único al cual no le puedo mentir pero el sabe cómo me siento y eso influye también en su estado anímico. Debía volver a ser el Bill de antes, cueste lo que cueste. Esa sería mi nueva meta para el año 2011.

Nos encontrábamos todos reunidos cuando dieron las 23:47 hrs. En el salón de eventos del último piso de aquel edificio, hotel o lo que fuese; mis padres, el elenco y productores de Tokio Hotel, Georg y Gustav con sus respectivas familias, y nuestros amigas más cercanos como Andreas. Todos conversaban de lo mejor y lo peor del año mientras bebían champagne francés; por mi parte sólo estaba en el balcón más alejado del bullicio fumando un Marlboro mentolado y con una copa en la otra mano.

El paisaje era aún más hermoso de lo que me había imaginado, y el aire nocturno se me daba aún mejor debido a lo frío que era. Imaginé a (tu nombre) con su cabeza recostada en mi hombro observando lo mismo que yo mientras robaba de mis manos el cigarrillo o la copa de champagne, o simplemente musitaba alguna balada… la noche habría sido magnífica junto a su compañía.

Xxx: Bill, debemos hablar.

Era Andy, no la odiaba ni estaba enojado con ella, al fin y al cabo era la primera novia seria que tenía Tom. Se veía adorable con ese vestido color crema que le llegaba hasta las rodillas, no era ajustado pero tampoco era suelto.

Yo: No te preocupes Andy. Contigo jamás me molestarías

Andy: Eso lo tengo claro, Bill… ¿Acaso acabó para siempre?

Yo: (Incluso a mí me dolía la respuesta) Si Andy… para siempre u_u

Andy: Seguramente si Lisbeth hubiese desaparecido del planeta Tierra, esta sería una velada más alegre con la compañía de (tu nombre). Ella te lo quería decir, sólo esperaba el momento preciso.

Yo: ¿Acaso ella te mandó a hablar conmigo? Porque si es así, sería mejor que…

Andy: No, Bill… nadie me ha mandado. Se va de Alemania ¿lo entiendes?

Yo: ¿Qué…?

Andy: Bill, no sé donde está ni dónde irá, sólo dejó una carta para ti.

La extraña conocida me había dejado una carta debía ser de despedida. ¿Pero por qué decidió irse? Tomé la carta que Andy me ofreció y la observé; “Bill Kaulitz” decía con su letra cursiva y elegante como si llevara años de práctica.

No… no estaba en condiciones de leerla, no era el momento indicado para leerla, porque seguramente terminaría derramando una que otra lágrima a pesar de que me escocían las manos ante la tentación de abrirla.

Xxx: ¡Chicos quedan 30 segundos!

No sé quién gritó. Sólo fui consiente de que Andy tomó mi codo, apagó mi cigarrillo y me condujo hasta la azotea en donde todos estaban reunidos. Durante el transcurso del conteo guardé la carta en mi abrigo siendo observado por Tom.

Todos: 3… 2… 1… ¡FELIZ AÑO NUEVO!

Sonreí, era año nuevo; nuevos cambios, nuevas etapas, nuevas experiencias se venían por delante de mi camino. Pensé que Tom abrazaría primero a su novia, pero como la costumbre de cada año, me abrazó y felicitó a mí al tiempo que yo también le devolvía el abrazo (como hermanos) y luego a Andy.

Cuando terminé de recorrer la estancia felicitando a todos, me detuve a ver los fuegos artificiales sobre el cielo despejado de la hermosa Berlín. Millones de colores brillando juntos y celebrando el comienzo del año 2011. Alcé mi copa y vi la esclava de oro blanco que decía “Forever Now”, no me di cuenta de cuándo me la puse, sin embargo estaba ahí… brillando.

Yo: Feliz Año Nuevo, mi extraña conocida (susurré).

Y a pesar de que su rostro fuera un recuerdo para mí, me parecía algo enternecedor, como un amor de verano. Miré el cielo estrellado y vi un avión comercial pasar. “Se va de Alemania, Bill” me dijo Andy, pero ya era tarde para retenerla, lo sabía.

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Hallo Gurls!! sorry por la espera, no estuve en mi compu el fin de semana -.- ....... espero ke les guste este cap. porque fue el más difícil de hacer (hasta el momento) y porque hoy me dí el tiempo de escribirles para que no me esperaran por una semana más xD

ME ENCANTARON TODOS Y CADA UNO DE SUS COMENTARIOS!!! era como una lluvia de flores :D... jamás esperé que les gustara tanto la forma en que escribo y el fic.

Gracias a todas las chicas que siguen el blog, comenten o no soy feliz =)... y sigan comentando...

Kusses sabor a lo que deseen en estos momentos ;)

Bye// Bye

PD: The end is NEAR!!! (para las que no entiendan... el dinal está cerca)... creo que quedan sólo un par de capis más :P

* MARTHA; si deseas tener mi fan-fic en un libro, puedes hacerlo mientras se respeten los derechos de autor (o sea los míos). Me alaga mucho que desees tenerlo impreso ;) ...