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sábado, 17 de enero de 2015

Capitulo 62 (Tercera Temporada)

TOM


-Realmente me preocupa tu hermano.

-Bill está bien.

-Pero no ha salido en horas de esa habitación, Tom.

-Es normal. Tiene mucho que hablar con su hijo –me encogí de hombros disfrutando del chocolate caliente entre mis manos.

-¡Pero debería estar en su oficina cerrando negocios y calmando a la prensa!

-No, mamá. Su lugar está aquí con su familia.

-Nosotros somos su familia –recalcó arrugando su frente y abandonando con un estruendo la cuchara en el platillo de porcelana blanca.

-¿Qué te pasa? Tú adorabas a (name) y a Alexander. Es injusto que desees que Bill se mantenga alejado de quienes más quiere.

-Esa mujer lo alejó de mi nieto, ¿por qué no abres los ojos por el amor de Dios? Arriesgó la vida de tu hermano y de Alexander sin pensar en que podían terminar muertos. Ya ves como terminó ese amigo tuyo, Tom, y Bill pudo terminar igual.

-Bill está bien y eso es lo importante.

-¡Una bala le rozo la piel! Eso no es normal Tom… si no fuera porque Alexander es mi nieto, habría denunciado hace mucho tiempo a esa asesina.

-Hágalo.

Ambos nos giramos, ella tan sorprendida como yo, y como Bill. Pero pese a la impresión que nos llevamos, él parecía totalmente relajado y sonriente en esa silla de ruedas como si todo lo que salió de la boca de mi madre hubiese sido una simple broma.

Los nudillos de mi gemelo eran blancos por la presión de sus manos en las manillas de la silla de ruedas. Sentía su molestia como si formara parte de la mía, y miraba a mi madre totalmente herido. Era el lugar y la situación equivocada para pelear, en especial sabiendo que habían personas que nos miraban atentos desde sus lugares.

Aún no conocía el comportamiento de Alexander, por mucho que lo conociera como el amigo de mi Cassie. Tenía padres con temperamentos difíciles de descifrar, y con caracteres totalmente opuestos. ¿Qué podía esperar de él? Ni si quiera yo lo sabía. Sin embargo, lucía tan relajado y en paz, que juraría que no le molestó ni en lo más mínimo las palabras de mi madre.

Miré a Bill en busca de alguna señal, pero el parecía molestarse cada vez más a medida que pasaban los segundos de completo silencio. Quería arreglar las cosas, borrar las sucias palabras de mamá y hacer como si nada hubiese pasado. Pero era tarde y no había palabras en mi boca lo suficientemente buenas como para arreglar esto. El chocolate debió de enfriarse, así que lo dejé a un lado volteándome para ver frente a mí a un sonriente Alexander cuyos ojos no dejaban los de mi petrificada madre.

-Alexander, yo…

-La última persona que lo intentó, no vivió para contarlo –un brillo felino iluminó sus ojos mientras hablaba con total despreocupación-. De hecho creo que mis tíos se encargaron de él.

Eso fue una sorpresa para ella, y aunque intenté disimularlo, también lo fue para mí. No podía estar hablando enserio… ¿o sí? O sea, entiendo que una denuncia a la policía puede traer serios problemas a la vida de (name), pero matar a alguien por ello no creo que fuese lo indicado. Nuevamente se carcajeó y miré a Bill en busca de la misma sorpresa que yo trataba de ocultar, pero seguía igual de serio y ahora con la mirada perdida.

Alexander observó la pulsera con su nombre como si fuera más interesante que cualquier cosa antes de apoyar la cabeza en la palma de su mano y volver a su sonrisa felina, que parecía haber heredado de Bill… ¿o de (name)?

-En todo caso, no se preocupe señora Kaulitz, mi historial puede ser muy sucio pero no pretendo incendiar su casa o hacer algo que dañe la integridad de mi nueva familia. No le pido dinero, fama o amor. Sólo no se vuelva a meter con mi madre nunca más porque ella no está sola. Iré a ver a mi madre.

Ella asintió en silencio, apesadumbrada y apuesto a que arrepentida de haber dicho esas palabras. Alexander me sonrió una última vez antes de tomar el control de la silla de ruedas y girar en dirección a los ascensores. Sabía lo que venía ahora, y no me sentía muy cómodo estando entre mamá y Bill, pero debía hacerlo si queríamos mantener un poco de privacidad entre nosotros.

-No vuelvas a decir eso jamás en tu vida, mamá. La próxima vez que escuche de ti algo así, olvida que tienes un hijo.

-Casi te pierdo por su culpa, Bill –se defendió casi al borde de las lágrimas por el trato que mi hermano le estaba dando.

-¿¡Su culpa!? Yo fui quien decidió ir con ella pese a sus advertencias.

-Pero ella fue la que escondió a Alexander de nosotros. ¿Acaso no es un motivo lo suficientemente fuerte para que te olvides de ella?

-¿Has escuchado su versión de la historia? –le pregunté a mamá negándome a guardar silencio.

-Ella me dijo que nos perseguían pero suena tan tonto e irracional que…

-Yo amo a (name), mamá. Sea una persona buena o mala la amaré por el resto de mis días. Así que será mejor que te acostumbres a la idea de tenerla cerca porque no pienso dejarla ir nunca más.

Bill se marchó por donde mismo había desaparecido Alexander, dejándonos nuevamente solos y a mamá totalmente apenada. Debía volver con Andrea a Cass a nuestro nuevo departamento en una hora más, cuando la hora de visitas terminara. Tomé la mano de mi madre entre las mías y esperé a que me mirara antes de volver a hablarle con una sonrisa que esperaba la tranquilizara.

-Vuelve a casa, mamá. Toma un baño caliente y duerme un poco. Gordon te pasará a buscar por la mañana antes de mediodía.

-¿Me dejarás sola?

-No tienes nada que hacer acá. Te llamaré luego.

Deposité un beso en su frente sin sonrisas o bromas graciosas. Mamá se había pasado y no veía el error en sus palabras. Por primera vez, no se mostraba liberal, permisiva y relajada, al contrario parecía una de esas madres criadas a la antigua donde elegían a la pretendiente de sus hijos con fines económicos o sociales. (Name) había arreglado sus problemas con la mafia y creo que hasta se alejará para siempre de ella, pero mamá no confía en eso. Entiendo que mi hermano se enoje con mamá porque es como si estuviera totalmente en desacuerdo con mi relación con Andrea. ¿Acaso no ve que mi relación con Andrea es casi igual a la que conservan Bill y (name)? Claro, a excepción del humor de perros y las discusiones diarias que he presenciado en el último tiempo.

Hace unas horas vi a (name), había olvidado mencionárselo a Bill. No, era mejor no hacerlo porque su aspecto era realmente… extraño. No me refiero a lo físico, sino a lo que transmitió cuando me vio. Era como si pusiera un muro entre nosotros. Sus ojos parecían aterrados al verme, nerviosos y culpables, algo totalmente inexplicable. ¿Y por qué le pidió a la enfermera que cerrara la puerta? ¿le avergonzaba estar en una camilla de hospital o que la vieran sin maquillaje y despeinada?

Las puertas del ascensor se abrieron y entré en la planta de las habitaciones buscando a Bill con la mirada. Andrea estaba con Cass en casa, Rebbeca con Bianca en su casa, y Gaspard con Lily en el departamento de (name). Se supone que sólo quedábamos yo, Bill y Georg porque Gustav se fueron justo cuando bajé con mi madre a la primera planta.

Pero la sorpresiva imagen que se desarrollaba ante mí me dejó a cuadros. Bill no era agresivo por mucho que se pusiera pesado y a veces gritón. Si en estos momentos estaba tomando el delantal del doctor que había atendido a Alexander con ambas manos y ojos amenazadores, debía ser porque lo había sacado de sus casillas. Georg trataba de calmarlo y alejarlo, pero Bill era un saco de huesos lo suficientemente pesado para cualquiera. Corrí posicionando mi mano en el brazo de Bill, tratando de calmarlo y hacer que el doctor se relajara.

-Bill ya cálmate.

-¡No puedo calmarme sabiendo que este hijo de puta me impide ver a (name)!

Ahora lo entendía. Miré al doctor Jones mientras Bill se separaba bruscamente después de empujarlo contra la puerta de la habitación donde había visto a (name). Parecía estar nervioso y hasta asustado con el rostro de Bill escrutando cada paso que él daba como si fuera su presa. Sin que fueran necesarias las preguntas, explicó sin apartar la mirada de Bill los motivos de su decisión.

-Ella despertó ayer y aún no sana completamente la herida de bala que recibió. Está siendo medicada con pastillas que le producen somnolencia, pero que ayudan a calmar los dolores.

-Eso es entendible –razoné viendo que Bill no parecía tranquilo con su explicación. Atrás de mí podía percibir la presencia de los guardias esperando un nuevo ataque de Bill, pero mi hermano estaba más concentrado en lo que salía de la boca del doctor.

-Planeo darle el alta dentro de dos días con control médico.

-¡Díselo! –gruñó Bill y Georg tomó su hombro susurrándole algo que él pareció ignorar. El doctor dio un salto en su lugar sin perder el miedo a Bill.

-Ella…

-¿Pasa algo?

-Ella pidió explícitamente suspender el horario de visitas.

Vaya… creo que no me sorprendía tanto como a Bill, pero ahora entendía el punto central del asunto. 

Bill quería verla, pero ella no a él… ni a nadie. ¿Se relacionaba su decisión con el hecho de verla hace unas horas con miedo en sus ojos? ¿Miedo a qué? Nosotros no la juzgaríamos si es eso lo que ella piensa. ¿De qué se esconde?

-La política del hospital incluye el respeto a las decisiones de los pacientes en relación con los horarios de visitas y todo lo relacionado con su confort. Es por ello que no puedo negar su petición y eso es lo que el señor Kaulitz no entiende.

-¡Quiero que ella me lo diga en persona! –gritó.

-Señor Kaulitz recuerde que está en un hospital y hay más pacientes –intervino un guardia sin si quiera intentar tocar a Bill.

-¿Dónde está Alexander? –le pregunté a Georg.

-En su habitación –respondió con ojos serios y preocupados-. Bill si no te calmas, te negarán el ingreso para ver a Alexander.

Y por primera vez, razonó en que el hospital tenía una política que él no podía controlar. Sentí su orgullo destrozado y la derrota en sus pensamientos. La decisión de (name) había hecho polvo todas las ganas que él tenía de verla y hablar con ella. Asintió una última vez antes de sentarse en la sala de espera con el rostro oculto entre las manos.

Me giré hacia el doctor en cuanto los guardias se fueron tras terminado el escándalo que los atrajo. Parecía un poco más tranquilo, pero seguía tenso con sólo mirar a Bill a unos metros de distancia. Llevaba una carpeta celeste bajo su brazo y el pelo medio cano se le había despeinado con el zamarreo de Bill.

-¿Cómo está ella? –murmuré para que Bill no escuchara.

-Pues… -vi la duda en su cara pero contestó rápidamente- no está  muy animada. He tenido que consentir su decisión de no tener visitas con la condición de que coma aunque sea un poco.

-¿Tampoco quiere ver a su hijo?

-Creo que no.

-Vaya…

-No sé qué habrá conversado con esa señora pero realmente su actitud cambió después de hablar con ella.

-¿Con quién? –preguntamos al mismo tiempo Bill, Georg y yo, al parecer estaban pendientes.

-Una señora de edad con cabellos rojos, vestimenta simple y lentes ópticos. Pasó la noche con ella antes de que despertara y las dejé hablando a solas.

Miré a Bill sin que las palabras atravesaran nuestras bocas y sólo con nuestros ojos conectados. Mamá había pasado la noche anterior en el hospital para que Bill pudiera cambiarse de ropa y traer algunas cosas para Alexander y (name). ¿Qué le dijo? ¿Qué hizo para que (name) no quisiera vernos? Al parecer, mamá no había guardado su opinión exclusivamente para nosotros, o quizás había amenazado a (name).

-Será mejor que vuelva a mi oficina. Hay exámenes que debo revisar.

-Gracias, doctor Jones.

-Mi nombre es Samuel –sonrió desapareciendo entre enfermeras y puertas.

-Vaya, o te estaba coqueteando o quiere ser tu amigo –comentó Georg.

-Prefiero la segunda opción.

-Tenemos que hablar con mamá, Tom.

-No es el momento. Esperemos a que las cosas se calmen un poco. Acabas de discutir con ella y no creo que sea muy saludable que vuelvas a hacerlo.

-¿Y cuándo será el momento indicado? Ya me cansé de esperar a que todo se arregle entre (name) y yo, así que tomaré el control de esto.

-Tampoco es necesario que recurras a la violencia, Bill. Recuerda que es tu madre –advirtió Georg totalmente serio.

-Quédate con Alexander esta noche, Tom –tomó sus cosas y llamó al ascensor.

-Te acompañaré Bill y no jodas con que debes hacer esto solo porque no te creeré ni un pelo.

-Georg, me tienes por violento y no lo soy.

-Eres impulsivo –dijimos al mismo tiempo y sonreímos al coincidir.

-Te llamaré si al tonto de tu hermano se le escapa el cerebro de la cabeza.

-Cuídalo.

Desaparecieron en el ascensor e ingrese a la habitación de Alexander. Estaba preparando las palabras para explicarle lo ocurrido en el pasillo, imaginándome una reacción tan impulsiva como la que solían tener (name) y Bill, pero él estaba dormido con un enredo de cables en un brazo y el otro sobre el estómago.

Y así se me ocurrió una idea que esperaba que animara a Bill. Saqué mi teléfono de los pantalones y apunté directamente a la camilla frente a mí. Seleccioné el número de mi hermano y (name), esperando que se animaran al ver a su hijo dormir plácidamente.

“Papis, ni se les ocurra joder mis sueños o el tío Tom se pondrá como Hulk. A. “

Pulsé enviar y cerré las cortinas para que no le molestara la luz. Me acomodé en el sofá y saqué una de las revistas de la mesita de madera frente a mí que seguramente Andrea o Cass compraron. Esperaba que el resto del día se desarrollara con tranquilidad, sin gritos, mentiras u odios que pudieran irrumpir la paz del hospital y, más importante, de Alexander.



INVASORA

-Ahora con mayor razón deberías comer bien.

Ignoré lo que veían mis ojos en el papel con los resultados de los exámenes. Ya tendría suficiente tiempo para pensar en ello. Volví a guardar en el sobre los papeles que decían de mil formas lo mismo, y me centré en el rostro del doctor Jones.

-¿Qué pasó ahí afuera?

La habitación estaba en completo silencio, y si no fuera por las marcas en su delantal, ni me habría enterado que Bill fue violento. No era completamente trágica si reacción, sino que en parte me hacía sonreír tal y como lo hacía ahora. Me entretiene que Bill sea sobreprotector conmigo y con quienes más quiere, hacía que sintiera de nuevo esas mariposas en mi interior.

-Cumplí con mi parte del acuerdo y me llevé la peor parte.

-Algo oí –sonreí aún más recordando los gritos de Bill, después de tantos días sin escuchar su voz.

-La recepcionista llamó a seguridad cuando me vio siendo zamarreado.

Bueno, una vez más comprobaba que Bill tenía un lado agresivo y completamente desconocido ante mis ojos. Quizás tenía mi lado medio morbo, porque me habría gustado ver la mirada de Bill como si fuera un depredador frente a su presa, o quizás eran los medicamentos lo que me tenían comparando al padre de mi hijo con un elegante felino.

-¿No se supone que tu hijo es de apellido Ulliel al igual que tú?

-¿Qué pasa con ello?

-¿Qué sigue haciendo aquí Bill Kaulitz y su banda?

-¿Y por qué debería saberlo yo?

-Porque debe ser esa la razón por la que cancelaste las visitas.

-Bueno, sinceramente no fue de mi agrado despertar siendo agredida por una mujer.

-Algo feo debiste hacer para que la madre de los Kaulitz hiciera eso.

-Así que la conoces.

-Bueno, mi hermana pequeña era fanática de ellos… era, ya no.

-Oh… vale.

-¿Y el padre de Gaspard?

-Mira, está bien que te preocupes por tus pacientes y seas el mejor doctor del mundo. Pero hay temas que no te incumben y este es precisamente uno de ellos. Agradecería que no siguieras preguntando más.

-Está bien. Le pediré a la enfermera que traiga tu comida y vendré más tarde.

-¿No tienes hijos?

Me miró sorprendido por la pregunta y con un deje de diversión al ver que estaba interesada en su vida privada. El brillo de sus ojos grises aumentó un poco y jugueteó con algo en los bolsillos del delantal blanco.

-Sólo viven conmigo los fines de semana porque el juzgado lo dispuso así.

-Realmente lo siento, doctor Jones.

-Samuel, ese es mi nombre. Y no debes sentirlo porque fui yo quien echó este matrimonio al infierno. 

Hablamos luego (name).

Cerró la puerta y me dejó por primera vez impresiona. Miré el sobre entre mis manos, pensando en lo que se vendría ahora. Se supone que debería estar feliz y saltando en un pie, e incluso salir al pasillo y gritar, pero me encontraba un poco confundida debido a las distintas emociones.

No obstante una calma que nunca antes había sentido empezaba a cubrir el peso que he cargado a lo largo de mi vida. Guardaría el sobre, y cuando me sintiera más segura se lo mostraría. Por ahora debía tener mis pensamientos en orden de prioridad.

Mi teléfono vibró en la mesita de noche dentro de la caja en la que estaba escondido. ¿Tom...? Oh, Dios. Este hombre realmente sabía como animar a cualquiera. Y si no fuera por esa fotografía,  ni sabría cómo está mi hijo. Necesitaba ver a Alexander aunque sea por un rato, y asegurar que está bien y que no le duele nada. Necesitaba contarle tantas cosas... abrazarlo, sentir su olor característico y su risa encantadora que hacía brincar mi corazón de felicidad. Lo necesitaba tanto que dolía.


BILL

-¡Esa mujer en un monstruo hijo!

-Es la madre de mi hijo y el amor de mi vida. Respétala.

-¡Todo lo malo que nos ha pasado es culpa de esa mujer y tú la defiendes!

-Nadie elige su vida, mamá.

-Pero pudo cambiar.

-¿Acaso salir de las drogas o el alcohol es fácil para un adicto? ¡Es la mafia! El que sale, muere.

-Con mayor razón debiste alejarte de ella cuando tuviste la oportunidad.

-No sabes lo que dices mamá –iba a responder pero yo fui más rápido-. Nos educaste en base a la búsqueda de nuestra propia felicidad. Nos hiciste creer que el amor existía y que tarde o temprano llegaría. Pero cuando por fin lo tengo en mis manos, quieres de los deseche porque no te gusta.

-Ella no es para ti, Bill. Roba cosas, mata personas y quizás qué otras fechorías.

-Tú eres la verdadera egoísta en esto, mamá. Y realmente me apena saber que por tú culpa ella no quiera ver ni a su hijo porque está avergonzada de las cosas que tú le dijiste.

-¡Ella no siente vergüenza de nada!

-Cuánto desconoces, mamá.

Tomé mis llaves, mi bolso con ropa dentro y un abrigo, antes de volver a girarme y verla. Ella, la madre que se esforzó por hacernos felices y llenar el vacío que dejó la separación de mis padres, parecía ser otra persona completamente distinta a la que alguna vez quiso a (Name) como a su propia hija. Qué lamentable que mi padrastro tuviera que presenciar todo esto.

-La seguiré amando te guste o no.

Cerré la puerta, listo para dar un nuevo giro a mi vida sin dar marcha atrás. Yo no haría nada más por acercarme a ella, esperaba que si realmente se arrepentía lo dijera frente a (name).


Encendí el motor ignorando la ola de periodistas afuera y pisé el acelerador ignorando las cámaras apuntando mi rostro cansado.

13 comentarios:

  1. :O Guaooo no pensé que Simone seria capaz de decir eso .S pobre Bill se fue de su casa :( pero la mama tiene la culpa xq no lo comprende.. Ojala La Invasora cambie de opinión y quiera recibir visitas, que pretende ese doctor con La Invasora??? me encanto Nina espero el próximo cap..

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  2. Uy ese sobre me tiene muy intrigada, ¿tendrá Alexander un hermanito? ¡¡sería perfecto!!...me encanta la personalidad de Bill es tan aasdfghjklasdfghjkl...En fin espero el siguiente con ansias, escribes fenomenal besos <3

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    1. Perdóname por la demora pero ya está el próximo capítulo :D Besos!!

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  3. Esta embarazada vdd????? OMG!!!!!! Sube pronto el proximo capitulooooooooo esta excelente

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    1. no mentira, no mentira, no mentira ;) aquí nadie habla de embarazos... o si?

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  4. Esta embarazada vdd????? OMG!!!!!! Sube pronto el proximo capitulooooooooo esta excelente

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  5. waooooo!!! me encantó . Síguela por favor!!!! :D

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  6. whoa, llevaba un año sin entrar al blog y ver todos estos caps y como va la fic me ha vuelto loca, me adelantaré pronto, siguela esta genial♥

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  7. oye nina estoy enojada porque no la sigues sabes como me tiens??' estoy como loca que mal ...no mentira no estoy enojada pero si triste porque enserio esta era y es una de mis fics favoritas y mira donde la dejas porque eres asiiiii porfis siguela que yo se que muchas personas quieren seguir leyendo igual que yo siguela si!!!!

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    1. Perdóname la vida, pero ahora mismo subiré un capítulo para recompensar tanta espera :D Saludos!!

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  8. Hola! Tu fic es muy interesante, me reencanta,sin embargo existe algo que no me permite estar tranquila...por que ya no publicas???....sube capitulo por favor...o esque hasta aqui la dejaras?? 😢 noop, ojala proo subas👍

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    1. LA FIC SIGUEEEE!! Tuve unos problemitas en mi vida que estoy solucionando poco a poco, pero el fic está de vuelta :D Saludos!!

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