NARRA BILL
Tom: ¿Sólo eso?
Yo: Ajá (asentí dándole otro
sorbo al zumo de naranjas recién exprimidas).
Tom: ¿Ni si quiera una previa?
Yo: ¿Previa?
Tom: Si… ya sabes, toqueteos,
agarrones, gemidos, masajes en…
Yo: ¡Tom! (lo interrumpí antes de
que se pusiera más obsceno, e intentando no reírme de sus comentarios
ridículos).
Tom: ¿Y, qué dices?
Yo: No… ni si quiera quedamos en
algo. Simplemente… pasó.
Tom: ¿Y qué le dijiste luego del
beso?
Yo: ¿Acaso importa? ¬¬
Tom: Hummm… podría ser. Tú sabes
que soy cotilla ;)
Yo: Demasiado cotilla, eh,
Tom: Si, demasiado. ¿Y? Dime
Yo: Pues… le dije que no quería
seguir reprimiendo lo que siento.
Tom: Aww… ¿y qué te dijo?
Yo: Sonrió, me besó, y tras
dejarla en su departamento, me dijo que ella tampoco quería. Y nos despedimos.
Tom: ¿Eso? ¿¡ESO!?
Yo: No quiero forzar las cosas.
Es mejor ir lento pero seguro.
Tom: Bueno, al menos te besó y te
dio su número sin forzar las cosas… eso ya es un gran avance.
Era verdad. Podía llamarla cuando
quisiera y escuchar su dulce voz cuando quisiera. Ya no eran necesarios los
planes fallidos de Andy, Geo, Tom y Gustav. Mi suerte había cambiado con solo
amoldarme a ella. Soñé demasiadas veces despierto y dormido, con tenerla en mis
brazos, con probar sus dulces besos e indagar en el sabor de su boca. Infinitas
veces. Y ahora que lo hacía de verdad, sentía que estaba soñando. Ella misma
había puesto “Invasora” junto a su número en mi celular, no, SUS números. Sólo
me faltaba una foto actualizada de ella y sería completamente feliz. Creo que
el habernos separado por mucho tiempo hizo que mis sentimientos se
intensificaron demasiado, como si fuera una adicción inevitable sin curas ni
rehabilitaciones.
Yo: ¿Y Andy? (ya me parecía raro
que no se apareciera a cotillear junto a mi hermano).
Tom: Debe estar en su
departamento o con (name)… estaba con un humor cambiante y se fue.
Yo: ¿No le preguntaste qué le
pasaba?
Tom: No, era imposible decirle
algo sin que me gritara o me tirara algún cojín.
Yo: Qué raro… ella es tan
relajada ¿y si tiene algún problema y no te quiere decir?
Tom: Ya le dirá a (name). Las
chicas son tan cambiantes, que prefiero cerrar la boca antes de cagar más. Te
juro que un poco más y ya veo que me tira un florero por la cabeza.
Yo: ¿Y… hace cuánto que no lo
hacen?
Tom: ¿Unos dos días atrás? No
recuerdo muy bien.
Yo: Quizás sea eso… le falta
relajarse.
Tom: Humm… puede ser, ha
estudiado demasiado en los últimos días. ¡Hash! Es tan difícil entender a las
mujeres.
Yo: Ajá…
Tom: ¿Y si tú intentas hablar con
ella?
Yo: Sería evidente que tú me
mandaste a preguntarle o que yo te contaré.
Tom: Humm… tienes razón.
Yo: Cuando vea a (name) le
preguntaré por Andy.
Tom: ¿Cuándo la verás?
Yo: No sé.
Tom: Pff! Eso no me ayuda mucho,
Bill.
Yo: Sólo sé paciente. ¿Ya la
llamaste?
Tom: Humm… ahora lo haré.
Yo: Debiste partir con algo así,
tonto.
Tom: xD
Yo: No cambias… definitivamente
eres un caso.
Le di algo de intimidad cuando
Andrea le respondió la llamada y me dirigí a mi cuarto para descansar luego de
uno de los mejores días de mi vida. En mi memoria, yacían los recuerdos de cada
lágrima junto a ese beso… fue un momento tan hermoso que creía imposible de
olvidar la electricidad que me transmitía con su tacto. Toda ella estaba en mi
mente, y me encantaba que fuera así. Por más que mi inconsciente y su parte
racional insistieran en que no me pusiera insistente y la dejara respirar
aunque sea por una noche, mi cuerpo se movía solo a la espera de un indicio de
ella, mis manos tomaban mi celular y mi mente ideaba un mensaje de texto que
era escrito con mis dedos, ignorando totalmente a mi parte moral-racional que
decía que la dejara descansar.
Mensaje enviado. Hormonas
despiertas. Respiración acelerada. Manos impacientes. Ojos expectantes. ¿Era
necesario describir más? Daba igual, el tiempo se me hacía eterno cuando se
trataba de esperar algo, en especial a ella.
Ahora entiendo cuando Coelho
decía que la droga más peligrosa era el amor.
NARRAS TÚ
“En
el HBO están dando El Rito… no era que te servía para tus estudios?”
“La
estoy viendo ahora que Andy acaba de irse ;)”
“Tom
dijo que estaba… sensible :s”
“Cosas
de chicas, nada importante”
“Ah…”
“Trabajarías
en una morgue?”
“Prefiero
aburrirme en una oficina antes de ver muertos… ¿tú?”
“¡No!
Me daría demasiado miedo… no sé cómo un niño puede estar ahí”
“Es
sólo una película, (name)”
“Basada
en un hecho real”
“¿De
verdad crees todo eso? Siempre mezclan la realidad con la ficción”
“Ah…”
“Jjajajajaaaa…
ingenua :)”
“Tonto”
“Niñata xD”
“Rubita”
“Aspirante
a loquera”
“Desafinado
intento de David Bowie”
“Mejor
pone atención a la película. No quiero distraerte”
“Ya
lo hiciste. Creo que la veré ilegalmente en internet ;-)”
“S.O.P.A
te arrestará :O”
“Que
lo intenten :-P”
No entendí ni cómo el
protagonista llegó al Vaticano y no me interesaba en estos momentos. Aún tenía
en mi memoria el sabor de sus besos y la textura de sus labios… era como
caminar por una superficie acolchada y suave. Y a penas me recosté luego de una
visita de Andy explicándome que no le gustaba que Tm mirase a otras chicas ni
coqueteara, sentí mi celular vibrar indicando un nuevo mensaje. Ah… él también
se acordó de mi a penas me cubrí con las sábanas, y eso lo hacía más adorable.
Amaba a este Bill que parecía ser más intenso que el anterior, aunque no era
mucha la diferencia entre ambos.
“Tienes
planes para mañana?”
“A
parte de dos horas en el gimnasio después de clases, nada”
“No
pareces necesitar dos horas de encierro”
“Jajajajjaaaa…
gracias, pero lo hago por la misión”
“Cuándo
te vas?”
“Erik,
mi mentor, me recogerá pasado mañana camino a Las Vegas”
“Si,
lo conozco”
“No
me has explicado con detalle lo que te habló de mi :-(“
“Si
aceptas una salida para mañana, puede que te lo diga ;-)”
“Una
cita?”
“Las
citas requieren de veas, flores y cenas románticas… esto será una salida”
“Ok,
acepto”
“Te
parece a las 6 p.m.?”
“Es
perfecto”
“Vale.
Iré a buscarte a tu departamento”
“Si,
papá xD”
“Buenas
noches, Invasora. Gracias por lo de hoy”
“Buenas
noches, Kaulitz”
Imaginé que depositaba un beso de
buenas noches en mi frente y me abrazaba por detrás como protegiéndome del
mundo y sus constantes peligros. Con una mueca, apagué la TV justo en el
momento en que el actor que protagonizó Hannibal Lecter aparecía como un
cura/sacerdote/lo-que-fuera… qué contradictorio, de un asesino a un religioso.
Por eso me gustaba su manera de actuar en las películas en las que participaba…
¿cómo se llamaba? Hocke, Heath, Hitch… ¡Hopkins! Anthony Hopkins.
Apagué la lámpara de noche
dejando la iluminación urbana de Los Ángeles como la única testigo de mis
suspiros imparables al recordar lo vivido esa misma noche tarde. Y aunque
nuestra relación fuera tan frágil como una burbuja hecha de lejía, sentía que
poco a poco tomaba fuerzas para levantarse de las cenizas opacas de nuestras
confesiones y peleas que terminaron con lo nuestro. Ahora sólo esperaba
equilibrar los tiempos de estudio, amistades (eso incluía a Bill) y de espía,
porque ahora sí que no podía arriesgar la vida de Bill… si le pasara algo, yo
jamás me lo perdonaría. Nunca.
NARRA ANDY
Las cosas han cambiada, quizás al principio de
nuestra relación no me importaba mucho que me pusiera los cuernos o que mirara
traseros delante de mí, al fin y al cabo, yo era igual que él en versión
femenina y más rubia. Pero al llevar un año y medio (o algo así) juntos, sentía
que la seriedad en lo nuestro debía aumentar, e inconteniblemente mis celos
quería aflorar cuando Thomas veía descaradamente a otras que no era yo. Creo
que llegué a mi límite y por eso fue inevitable no lanzarle cojines a su cabeza
e irme sin darle ninguna respuesta luego de llegar del cine.
Más encima, ahora que volvía de
la casa de (name), me encontraba con la grabadora llena de mensajes de él
y a mi celular vibrar imparablemente en
mi chaqueta. Lo observé por última vez viendo quince mensajes de texto (uno de
Bill, otro de (name) y los demás de mi novio con rastas) acompañados de un
sinfín de llamadas. Aunque lo bueno de todas las peleas eran las reconciliaciones,
ya que se esmeraba en conquistarme de nuevo y cuando lo lograba, le tocaba de
recompensa una sesión de sexo desenfrenado.
Me puse a preparar la cena a
falta de novio y compañía. No era muy fanática de las artes culinarias, pero
era inevitable no hambrearse con el olor indescriptible de las verduras cocidas
y las especias bañando con su esencia a cada ingrediente. Y aunque fuera una
simple sipa de vegetales para sanar el frío que sienten mis huesos tras una
noche húmeda, la cocina era un perfecto tratamiento para calmar los nervios y dar
lugar a meditaciones serenas. O así lo veía hasta que sentí el timbre de la
puerta sonar. No me quité el delantal, estaba en mi propia casa por lo que daba
igual si me veían con él puesto o con un disfraz de payaso. Bajé la intensidad
de la llama, caminé a pasos agigantados hasta la puerta y me encontré con el
causante de mis nervios.
¿Tan tarde y estaba acá? ¿Tan mal
se sentía que no pudo esperar a la mañana siguiente? Lo veía en sus ojos suplicantes.
Quería aclarar las cosas y que ambos termináramos felices. Sin decirle nada, di
media vuelta entrando nuevamente a la cocina a la vez que oía cómo la puerta se
cerraba a mis espaldas. Tomé la cuchara de madera como la excusa perfecta para
no ver su hermoso rostro y lanzarme a sus brazos, si lo veía, la seriedad se me
iría por la borda.
Tom: No contestaste ninguna de mis
llamadas y mensajes (murmuró con ese tono de voz ronco, grave y serio que solía
usar cuando no sabía si las cosas estaban bien, cuando estaba preocupado).
Yo: Olvidé el celular en mi
dormitorio (dije restándole importancia aún sin darle la cara y cortando los ingredientes
para la ensalada César).
Tom: Pero ahora estás acá y ni se
te ocurrió llamarme ¿cierto? (¡vaya! Ahora estaba enojado… genial).
Yo: No es que pase pendiente del
teléfono.
Tom: ¿Acaso no viste en tu
grabadora que tenías mensajes míos? No tienes excusas, Andrea.
Yo: No te estoy dando excusas.
Tom: ¿Entonces cómo respondes a
tirarme cojines y marcharte como si nada? (no respondí. Me cansaba pelear con
él y con todo el mundo. No pretendía seguirle el jueguito de quién es más
chulo) ¿ves? Ni respondes… ¿Y sabes lo que me da más rabia? Que nunca aclaramos
las cosas de una vez. He estado toda la puta tarde y la noche preocupado por lo
que te pasaba y tú no dabas señales de vida.
Yo: Sabes que estaría con (name).
Tom: No. No lo sabía porque ella
estaba con Bill. Me preocupo por ti, por darte la mayor comodidad que puedo,
por hacerte feliz y ni si quieras dejas que entienda que mierda te pasa.
Yo: Vale (dije dándome la media
vuelta con la mierda subida hasta el cerebro), ¿querías saber lo que me pasaba?
Pues te lo diré. Llevamos año y medio juntos en una relación que presume ser
seria, pero parece que aún no entiendes ese concepto de seriedad existente en
ella porque pareces un maldito animal cachondo con la primera tipa de tetas
grandes y culo prominente que se te cruza por el camino teniéndome a mí a tu
lado. Eso es lo que me pasa… tengo mucha paciencia, Kaulitz, y eso lo sabes bien.
Pero todo tiene su límite.
Tom: (Me observó con las cejas
alzadas tras mi discurso de celos y tras medio minuto sin pestañear, se
carcajeó frente a mí ¡en mi cara! Será…) ¿Por eso?... Andrea, ¿cuántas veces te
he dicho que te amo y que no te dejaría por más que me lo pidieras? ¿Acaso
faltan pruebas para decirte convencerte de que llevo año y medio contigo porque
no necesito de otras?... ¡Guau, celos! Jamás lo esperaba de ti, Andy.
Andy: ¿Ves que no tomas las cosas
con seriedad? ¡Me saturas Tom! (volví con cuchillo en mano a picar las verduras
y apagar la olla con la sopa, pero tras retomar los cortes con rabia, lo
primero que sentí fue un ardor en la punto de mi dedo índice de la mano
izquierda) ¡AUCH!
El cuchillo saltó a las cerámicas
blancas junto con un par de gotitas que por suerte no alcanzaron a llegar a la
lechuga romana. Observé el corte con una mueca y mi corazón agitado… era
profundo y de medio centímetro de largo además de doler más que la mierda. Vi
una figura junto a mí prácticamente rodeándome con su figura, observando mi
dedo herido.
Tom: ¿Fue muy profundo?
Yo: ¡Hash! ¡Yo qué sé!... duele
demasiado.
Tom: (Me acercó una servilleta
blanca tomando el dominio total de mi mano izquierda pese a mis jadeos y muecas
de niña) No se ve tan mal…
Yo: ¡¿Y para ti qué es mal?!...
¡Qué se me desangra un dedo idiota!
Tom: ¡Oh vamos! Que el idiota
puede tratar mejor tus heridas que tú misma (me llevó hasta la llave del agua
fría y la abrió introduciendo mi dedo… ¡dolía más que la mierda! Por lo que me
afirmé de su polerón introduciendo mi rostro en él para no ver a mi pobre
dedito)… Que conste que eres valiente, eh.
Yo: ¡Es que duele como la mierda!
Tom: ¿La mierda duele? (se rio
ante la estupidez que acababa de decir).
Yo: ¡No sé! (me reí aunque sonara
como un quejido… qué mema. Sacó el dedo
del agua y lo cubrió con algo suave y tibio. Volví la mirada y era un pañuelo)…
¿qué…?
Tom: ¿No era que no me tomo las
cosas con seriedad?
Yo: Humm…
Tom: (Me aprisionó en sus brazos
y sólo tendí a esquivar su mirada a pesar de que me tomó del mentón) Si no te
quisiera, no estaría acá aunque sea de madrugada y haga un frío de mierda, ni
mucho menos te estaría calmando tras un corte en tu dedo… ¿acaso crees que
estoy jugando contigo?
Yo: Cuando miras a otras, si.
Tom: Las miro porque me recuerdan
lo mucho que he cambiado contigo, Andrea. Nos complementamos tanto que
parecemos hasta hermanos o amigos… ya no necesito la compañía de otras para
sentirme yo mismo, solamente la tuya, ¿tanto te cuesta entender eso?
Yo: Pero Tom…
Tom: Estás loca Andy si piensas
que te dejaré, y yo más loco aún al amarte cada vez más con tus arranques de
celos.
Sus labios aprisionaron los míos
y no puse resistencia ente ello. Me sentía una completa paranoica, estúpida,
una tonta por no confiar en el amor de nosotros. ¿Cómo era posible que
desconfiara de él cuando me lo ha dado todo? Situaciones como éstas, llenas de
gritos y agresividad, eran las que nos unían más. Y quizás por eso buscábamos
peleas y discusiones entre nosotros, pidiendo explicaciones o quejándonos de
nuestras manías… porque para eso estaban las hermosas reconciliaciones ;-)
contigo no importa esperarte nunca me defraudas lo ame y espero con ansias los siguientes y gracias por leerme besos
ResponderEliminarSoy nueva Lectora y me encanto tu fick ^^
ResponderEliminara Bill y todo
espero y subas capi pronto :3
O_O me encanto el cap!! La relacion de Andy y Tom es tan Linda!! <3 ^^ por fin Tn y Bill yaaaa casi quiero q esten juntos, se lo merecen!! <3
ResponderEliminarAlien liebe <3 subi pronto
Wohoooo, tenía el extraño presentimiento de que en estos días subirías algo nuevo :3 te ha quedado muy geniaaaaal,
ResponderEliminarmuchos saludoos :)
awww... mee encantoO el capii!!! suubee loO mas proOntoO qee puuedaas! pliis! mee guustaa muchiisimoO la fiic! pliis sube proOntoO!
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