www.nina-gonnabeokoneday.blogspot.com

viernes, 29 de junio de 2012

Capitulo 35 (2/2) (Segunda Temporada)


Yo: Y… son amigos (vale, sé que esperaba una confesión, pero no era el momento. Incluso vi como aquel brillo en sus ojos que durante mi último relato parecía tomar vida propia, ahora se opacaba y desaparecía ligeramente).

Bill: ¿Sólo eso? Ese Bill empezaba a agradarme… parecía un buen chico.

Yo: ¡Qué egocéntrico! (me reí ante sus muecas y pucheros).

Bill: No dije que encontraba sensual o ardiente, (name), sólo dije que me agrada ;)

No quería encaminar la conversación por un terreno en donde aclararíamos nuestros sentimientos, no ahora que razonaba en cuán frágil era nuestra relación. ¿Y si era así porque no teníamos nada concreto a parte de nuestra amistad? Queríamos estar juntos, lo sabía y él también, pero nos asustaba cómo terminaríamos debido a nuestra anterior experiencia. A fin de cuentas, el ser humano es el único ser que tropieza más de dos veces con la misma piedra. Seremos masoquistas. Seremos tercos como una mula. Unos completos idiotas que nunca aprenden de experiencias anteriores… y todo por una maldita palabra universal que es la que preserva la paz entre nosotros, una palabra que evitaba a toda costa a pesar de tenerla frente a mí cada vez que pensaba en Bill: AMOR.

¿Cómo se nos pasaba la tarde tan rápido estando juntos? Desearía congelar el tiempo o volverlo tan lento como fuese posible. Recorrimos la costa, mercados callejeros, y diversas ferias artesanales en donde los objetos más pequeños se mostraban tan valiosos con su delicadeza propia de artefactos hechos a mano. Todo para mí era nuevo, y podía sentir la mirada expectante de Bill preparándose ansiosa para mis posibles reacciones. Parecía una niña que visita por primera vez un circo, sólo que ésta vez veía por primera vez un montón de manualidades hermosas por todas partes. A pesar de las insistencias de Bill por querer comprarme algún recuerdo de todo esto, me negué rotundamente a que gastara su dinero en mí…

Rematamos la tarde paseándonos por la playa, con nuestras zapatillas en nuestras manos, sus pantalones arremangados y nuestros dedos entrelazados… ni yo sé cómo terminamos tomados de la mano. Reíamos, parecíamos dos adolescentes riéndonos de todo y de nada… de hecho, creo que es la primera vez que me río tanto hasta llegar a llorar. Pero como una puta Cenicienta, la alarma de mi celular sonó indicando la hora en la que debía estar en el puerto de los pescadores en Malibu Beach. Detuvimos nuestros pasos por la arena húmeda y miré algo apenada a Bill deseando que algo arreglara mi maldita suerte.

Bill: ¿Debes irte?

Yo: Algo así (dije tratando de sonreír pero obteniendo una mueca a cambio).

Bill: Sólo… dilo. Se supone que somos amigos y… que entre nosotros ya no hay nada oculto (¡crack!... ¿hasta qué punto podía doler esa maldita palabra que no te dejaba muchas posibilidades?).

Yo: Humm (si así evitaba perderlo de nuevo, prefería decirle de una vez todo. Fue demasiado con no verlo por dos semanas)… está bien.

Bill: ¿Ves? Puedes confiar en mí.

Yo: Debo ir al puerto de pescadores de Malibu Beach en busca de unas armas dentro de media hora.

Bill: Oh… tienes una nueva misión, ¿verdad? (su sonrisa pareció opacarse un poco, como una acuarela a la que le rocías agua y cuyo dibujo se difumina… ¿no era eso lo que quería, que le dijera la verdad?).

Yo: Si… es en Las Vegas.

Bill: Ah…

Yo: Bill, no quiero que te sientas incómodo con lo que soy. La verdad es que creo que cuando te hablo sobre esto de ser espía, te alejas de mí como si fuera la peor del mundo, aunque prácticamente me merezca el infierno con todas las cosas que he hecho. Y si quieres irte está…

Bill: No he dicho que me iré, (name). Y la verdad es que no me siento incómodo, es sólo que todavía siento que es una faceta que no conozco de ti completamente. Ya te he dicho mil veces que tú no eres la culpable de ser quién eres, ésta es la única manera de vivir que conoces.

Yo: (Guau, definitivamente me dejó sin palabras… ¿no se alejaba de mí?)… ¿entonces… no te doy repelús ni nada de eso por ser una asesina?

Bill: Jajajajajaaaa… no, no me produces repelús, como le dices (murmuró poniendo mi cabello detrás de mi oreja, sonriéndome cálidamente que ya me veía lanzándome a sus brazos). Y para que me creas, te acompañaré.

Yo: ¡No! (pero si incluso mi corazón se agitaba con sólo imaginarlo junto a mí).

Bill: ¿Por qué?

Yo: Bill… no quiero ponerte en riesgo, no quiero que te apunten con una pistola por no reconocerte, ni que te sigan porque te vieron conmigo. Arriesgarías a Tom, a Simone y Gordon si te apareces junto a mí. Y… eso es lo que menos quiero… enserio.

Bill: Agradezco tu preocupación por mi familia. Ya sé a qué me arriesgo con acompañarte, pero quieras o no, no pienso dejarte sola en esto. No ahora que tengo la posibilidad de formar parte de tu vida como… tu amigo.

Yo: Bill (Si fuera posible, me tiraría por segunda vez a sus brazos y besaría su boca como en el pasado lo hice… sentía un nudo en mi garganta que se moría por salir… el nudo de mis sentimientos secretos hacia él)… está bien, dejaré que me acompañes.

Bill: Gracias (sonrió luciendo sus dientes blancos para que mis ojos los vieran y supiera cuán feliz lo hacía).

Yo: Sólo que hay una condición.

Bill: Pff!… ¿Cuál?

Yo: No saldrás de tu auto por mucho que insistas o veas que me estoy demorando mucho.

Bill: ¿Y cómo sabré si estás bien?

Yo: Préstame tu celular (lo buscó en sus bolsillos del pantalón y me lo extendió. Guardé mi número en su agenda de contactos y se lo devolví). Ahora tienes mi número, por lo que si ves que me demoro y no te aguantas los nervios por saber si sigo viva, sólo me llamas.

Bill: Ok… ¿y si no contestas?

Yo: Si no contesto a la segunda llamada, tienes permiso para preocuparte.

Bill: ¿Permiso? ¿Desde cuándo necesito de tu permiso para sentir?

Yo: Desde que dijiste que querías acompañarme (sonreí volviendo a tomar su mano como acto reflejo mientras nos dirigíamos a los estacionamientos).

Bill: Te juro que si no me respondes, saldré con una raqueta de tenis que tengo en el maletero a buscarte, eh.

Yo: ¿Juegas tenis?

Bill: De vez en cuando junto a Tom. Pero ese no es el tema, (name).

Yo: Bueno. Saldrás a buscarme y llamarás al 911, la guardia costera o no sé a quién.

Bill: A los guardianes de la bahía ;-)

Yo: Jajajajajaa….deben andar en silla de ruedas y bastones con todo el pellejo colgando por sus…

Bill: ¡Argh! ¡Mejor ni sigas que me traumo con sólo imaginármelo!

Yo: ajajajajaaa… ok

Ya en la ruta, le fui dando paso a paso las indicaciones según lo que me mostraba mi GPS móvil, mientras en mi mente planeaba cualquier tipo de plan de escape y de ataque en caso de que vieran a Bill o le pasara algo a él.  Amaba su actitud tan sobreprotectora conmigo, me hacía sentir querida y… especial. Pero no quería arriesgarlo a tanto peligro por mucho que fuera sólo la entrega de unas armas y una que otra palabra intercambiada, la mafia era una arma de doble filo con el que no se debía jugar nunca.

A los treinta minutos exactos, nos encontrábamos en una oscura caleta de pescadores con un olor algo putrefacto que espantaría hasta a las moscas. Normal; peces podridos, minerales marinos, una marea alta, y muchos botes con sus pescadores descansando tras una jornada completa de pesca. No me daba miedo salir, sino que temía por un repentino ataque a Bill entre tanta oscuridad y sitio de mala muerte. Un auto caro no se ve muy bien en un lugar como éste. Saqué mis documentos e identificaciones del bolso con la mirada atenta de un Bill serio y tenso tras apagar el motor de su auto.

Bill: Por favor, cuídate. Llama si estás en peligro.

Yo: Si, mamá (dije restándole importancia al asunto para quitarle el miedo que sentía a por mí).

Bill: Hablo enserio, (name). No quiero encontrarte ultrajada o descuartizada entre peces podridos.

Yo: Estaré bien, Bill. Confía en mí y recuerda que si me demoro demasiado puedes llamarme.

Bill: ¿Cuánto es demasiado para ti?

Yo: Más de diez minutos.

Bill: Vale.

Yo: ¡Ah! y no salgas del auto por nada del mundo. A penas cierre la puerta, ponle seguro a las puertas y quédate en los asientos traseros donde la luz no te delate.

Bill: ¿Qué pasa si…?

Yo: Ni lo pienses. Sólo llámame si pasa algo.

Bill. Ok.

Yo: Bien… nos vemos, Kaulitz.

Bill: (Name).

Yo: Que.

Bill: Cuídate. Por favor (vi sus ojos directamente y supe cuánto temía por mi integridad a tal punto de sentir un escalofrío recorrerme la columna vertebral).

Yo: (Me volteé mientras abría la puerta y le sonreí lo mejor que pude) Lo haré.

Tras cerrar la puerta, dejé con ella mi vida como estudiante de psicología, como amiga de Bill, de Andy y de Tom. Empecé a pensar calculadoramente viendo mis posibilidades de defensa, vías de escape y posibles instrumentos que estén a mi favor… pensaba como la Invasora. Las tablas a mis pies crujían por la humedad y los años que guardaban, y uno que otro pescador me vio sin decir nada, seguramente debían suponer que a estas horas todo lo que regía era el peligro.

Con las descripciones que Pantera me dio respecto al velero pude localizarlo fácilmente al final del muelle. Unos hombres/gorilas bajaban de él con un bolso negro y linternas en sus manos. A penas me vieron, se alinearon frente a mí iluminando mi rostro con sus linternas gigantes. Me acerqué lo suficiente (dos metros de distancia frente a ellos) cubriendo mi vista para no quedar ciega por el resplandor y les mostré mi identificación real (Si, tengo una legal con mi nombre y todo).

Yo: ¿Enserio tienen que cegarme con unas putas linternas? ¿Por qué no se alumbran la polla en vez de joderme la vista?... imbéciles tenían que ser. Mejor identifíquense.

Xxx1: Max Meyer, para servirle.

Xxx2: Jimmy Page.

Yo: Vale… Si ven a Pantera, agréguenle al informe que su ovo sigue en el punto y que pronto lo tendré.

Jimmy: Si.

Yo: ¿Qué hay en el bolso?

Max: Dinamita, pólvora, municiones, silenciadores, pistolas, gas lacrimógeno, granadas, entre otras cosas. Dentro del bolso hay una lista con su contenido.

Jimmy: Vendremos a buscar el bolso un día después de la misión exactamente a esta hora.

Max: Ante cualquier inconveniente, avise a Pantera con anticipación de unas tres horas.

Jimmy: Erik la esperará el día de la misión de un terminal de buses en Las Vegas a penas desembarque.

Yo: ¿Algo más?

Jimmy: Se le agradecería terminar la misión en el tiempo exacto.

Yo: Vale.

Me entregaron el bolso y un sobre que decía mi nombre con la letra de Malkovich. Y subieron nuevamente al velero marchándose de la costa y adentrándose en la silenciosa marea. Ya no había peligro. Ellos no trataron de asegurarse a toda costa que fuera yo, ni insistieron en buscar peleas nocturnas… simplemente entregaron la carga y las indicaciones correspondientes. Todo siguió exactamente igual por el camino de regreso. Ningún pescador se movió de su bote y las tablas parecían crujir menos. Hacía un frío que calaba los huesos y la neblina comenzaba a espesarse, si no fuera por una que otra farola pestañeando, no vería ni por donde caminaba.

A penas sentí mi celular vibrar en el bolsillo de mi shorts, la Invasora pareció esfumarse de mi cabeza, penetrándome en mí un calor y una sonrisa socarrona y segura que parecía ser imborrable. ¿Tan rápido pasaron los diez minutos o temía por mi vida? Daba igual. Cada paso que daba, me acercaba más a él y mis sentimientos se volvían incontrolables. ¡Adiós autocontrol! ¡Sale de mi cabeza por un rato y luego nos veremos las caras cuando me reproches y mechonees todo lo que quieras!... pero ahora te vas de vacaciones. A penas divisé el auto, cogí la llamada de Bill y le dije que le quitara el seguro a las puertas. Divisé su figura en el volante y oí el motor ronronear suavemente. Sé que me vio a penas le hice una señal con mi brazo libre. Metí el bolso a los asientos traseros y luego me metí en el asiento del copiloto con un millón de mariposas y nervios en mi estómago. Mis sentimientos ya no tenían control… los oprimí demasiado que ahora saltaban sin chistar.

Bill: ¿Cómo te fue?

Yo: Sigo viva (sonreí poniéndome de lado cara a cara).

Bill: Te demoraste doce minutos. Agradece que fuera paciente porque tenía los nervios de punta.

Yo: Bill…

Bill: Estaba a punto de salir del auto e ir a buscarte entre los…

No lo dejé terminar. No era necesario que replicara mi falta de responsabilidad.

Necesitaba de aquel contacto con sus labios como si fuera agua en un desierto. Como si mi vida dependiera de ello. Miles de imágenes pasaron por mi mente. Recuerdos, sensaciones, sentimientos, risas, lágrimas… momentos con él. ¿Cómo pudieron mis labios pasar más de un año separados de los suyos sin tener ningún contacto con su aliento? Simplemente no lo sé… la abstinencia de él, se me hacía demasiado difícil cuando ya me consideraba adicta a él. A Bill.

Sus manos estrecharon mi cintura aprisionando mi cuerpo al suyo, respondió a mi beso casi al instante en que yo fui a por sus labios, quienes encajaron a la perfección como dos piezas de un puzle. Su aliento con el mío, su lengua con mi lengua, mis labios con los suyos… todo en nosotros parecía encajar dejándome atónita. Enredé mis manos en su cabello corto y rubio atrayéndolo más a mí, y él coló una de sus manos por los bolsillos de mis shorts aprisionándome a él. No hacían falta las palabras, simplemente las adicciones llegaron a sus nivel de descontrol y dejamos de mentirnos respecto a una amistad inexistente. Separamos nuestros labios, tratando de calmar nuestros jadeos, quedando sólo nuestras frentes juntas. Sus ojos depararon en los míos cuando los abrió y pude ver el ellos claramente una luminosidad propia en donde me reflejaba, una profundidad en la que me perdía. Mordió mi labio inferior suavemente con una sonrisa dulce calcada en su boca cuando yo lamí sus labios delineándolos.

Bill: ¿Por qué lloras?

Yo: (Toqué mis mejillas notando una leve humedad en ellas) Oh… pues… no sé.

Bill: …No quiero seguir reprimiendo lo que siento por ti.

Sonaban como mis propias palabras. Sonreí y correspondí su siguiente beso.

----------------------------------------------------------------------------------------------
Hallo Gurls!! Primero que nada.... GANAMOS EL FAN ARMY!!! WOOOOWW!!  LOS/LAS ALIENS SOMOS LOS/LAS MEJORES!!!!  :D

Bien... jajajajajaa xD

Primero que nada perdónenme por no subirles un capítulo. Estaba en periodo de pruebas de síntesis, y de las cuales me eximí de la gran mayoría ;) además, el capítulo tuvo muchos arreglos para llegar a lo de ahora.

Hoy me dio un ataque de creatividad y (aún sin terminar esta temporada), empecé el prólogo de la posible próxima temporada, en donde quizás haya un giro en este fan-fic.

Muchas gracias por tener paciencia y esperarme. Este capítulo es un pequeño regalo para ustedes por votar por Tokio Hotel como locas hasta no sé qué horas.

Espero quue comenten toooodo lo que quieran, y si quieren enojense conmigo por dejarlas con la intriga de lo que pasara. Pero no se hagan muchas ilusiones ;)

Kusses sabor a ALIENS!!!


Bye//Bye

4 comentarios:

  1. ayyyyy que cosa¡!!!!!! lo ame espero el siguiente estuvo hermoso el final quiero el proximo en cuanto puedas un beso

    ResponderEliminar
  2. Por dioj, fue lo mejor que he podido leer, ya era tiempo de que ese par de idiotas demostraran sus sentimientos. Me gusto, sí, mucho.

    ResponderEliminar
  3. woOw!! mee qeedee atóniitaa!! mee encaantoO el caapii!! graaciias! ñ.ñ plis traataa dee suubir proOntoO!! ñ.ñ cuiidatee!

    ResponderEliminar
  4. WOW WOW !! me encantooooooooooooooooooooooooooooo!!!!! me encanto imainarmelos en el auto besandoseeeeee!! ya por fin!! Se demostraron me alegra q TN haya tomado la inciativaaa!! QUIEROOOOOOOOO MAAAAAAAAAAASS TT.TT HHEEHHE!!!

    COmo q Tomara un giro O_o explicaaaaaaaaame!! q muero

    FELICIDADES ALIENS SOMOS LAS MEJORES!!! MORI CON EL VIDEO!!! HEHEHEE ese Tom siempre con su GRan ega tan grande como su $%% ;) ehehheeheh!! son bromas!! Las amo aliens!!

    SUBI PRONTOOOOOOOOOO POR FIS POR FIS

    ResponderEliminar