Bill sonreía de oreja a oreja, mientras que yo sólo me acerqué a el y le brindé un delicado beso sin entreabrir nuestras bocas.
Bill: ¿Eso es un rotundo si?
Yo: ( ¡Mierda¡ ¿por qué tiene que ser tan perfecto?) No hagas que me arrepienta.
Bill: No lo haré (sonrió triunfante).
Mientras tanto no podría ni ver el anillo porque pensaría e los nuevos problemas que se avecinarían a lo largo de mi relación con Bill, ahora me sentía estúpidamente mal.
Bill: Apropósito, gracias por el collar, creo que jamás me lo quitaré.
Yo: ¿Ni para bañarte? (me reí despejando las preocupaciones).
Bill: Bueno, podría hacer una excepción =P
No me dio tiempo para reírme y se encontró juntado nuestros labios tomándome por sorpresa (como siempre lo hacía xd), eran tan suaves y dulces que sentí que los míos parecían estar hechos a la medida para que encajaran con perfección. Al principio eran pequeños topones, mordiscos y juegos de narices (o besos esquimales), pero cuando tomó mis manos mientras se paraba supe que habíamos llegado al centro del asunto, me llevó con él apresando mi cintura con sus largos brazos en los que me sentía protegida. Tal vez me arrepentiría luego, pero por el momento sólo pensaba en disfrutar de aquel amor que me brindaba Bill. Me quitó y se quitó las botas entre sofocadas risas para avanzar más rápido.
Esta vez fui yo quien deslizó mi lengua en su boca para marcar mi territorio y decirle que yo poseía el control de la situación, claro, la recibió encantado brindado mordiscos y suaves masajes y caricias a ella… era ilógica su manera de alocarme con tan solo un roce, con nuestros labios unidos y con ropas que separaban el calor de nuestros cuerpos. No pensaba en nada, nada que no fuera el olor que transmitía su cuerpo, su esencia, sus suaves labios, sus ojos, sus manos, su sonrisa y la manera en la que pronunciaba fugaz mi nombre como si fuera delicado y especial.
Ambos nos quitamos nuestros suéteres y abrigos, como aquella loca vez en el auto junto al mirador… aunque esta vez estábamos en nuestro mundo, si, NUESTRO MUNDO. Qué con una camiseta blanca fina que se traslucía mi ropa interior y se pegaba a mi cuerpo a la perfección, y Bill quedó con una sudadera negra ceñida a su cuerpo y haciéndole notar MI adorado piercing en su pezón… por más posesivo que sonara era la verdad =)
Con cada beso que me daba sentía que era un atracción tan pura, inocente… tan casta (aunque no lo somos) que me sentía encoger ante su cuerpo sobre el mío. Sentía la hebilla de su cinturón chocar contra la del mío, metal contra metal en un movimiento de lo más sensual como si supieran lo que vendría en un rato más. Sentía su pálpito contra el mío fusionándose en una melodía que unía nuestros movimientos.
Subió mi camiseta lo suficiente como para contornear mis senos, mi cintura y cadera… me estremecí ante su gélido y sedoso contacto… si fuera un helado ya me habría derretido hace mucho ;) trataba de suspirar, pero su lengua, no, el juego erótico de su lengua me lo impedía ya que trataba de focalizar la concentración en devolverle el beso.
Sacó mi camiseta casi al mismo tiempo en el que yo le saqué la sudadera rozando nuestros cuerpos hasta aplastar nuestras respiraciones. Puse mis manos sobre sus pectorales para sentir como mis ojos cerrados su respiración… Bill puso sus manos en mi espalda delineando mi columna vertebral hasta el inicio de mis pantalones y posando ambas manos en los bolsillos traseros de ellos. Gemí del placer, si, delicioso y adictivo placer que me producía el olor tan característico de Bill y separé las piernas una a cada lado de su cuerpo amoldando mis curvas a su cuerpo perfecto.
Pero esta noche no planeaba que fuera un simple contacto amoroso entre nosotros… quería jugas, hacerlo disfrutar y que recordara por el resto de su existencia esta Navidad como la más genial de todas, así como yo planeaba hacerlo y guardarlo en mi baúl mental de los recuerdos. Tomé el pañuelo (se lo tendría que pedir a Tom con un puchero si quería mantenerlo conmigo) y dimos media vuelta poniéndome sobre él. Por su expresión lo había tomado por sorpresa, y mientras le sonreía juguetonamente y tomándolo desprevenido até sus manos detrás de su cabeza con un nudo fácil y resistente.
Bill: (Tu nombre)… ¿qué…?
Yo: Es solo un pequeño y divertido juego para completar esta asombrosa Navidad (6)
Sabía que había captado a la primera, porque su cuerpo se había tensado soltando un gutural gemido y cerrando los ojos al sentir mi suave voz contra su oído y luego mi lengua jugar con su lóbulo de la oreja en donde pendía 3 aros pequeños.
Besé sus labios, que parecían tartamudear debido a su expectación, mordí su lengua y labio inferior haciendo que soltara un suspiro tras otro en menos de un minuto. Su lengua quería seguir el ritmo de la mía introduciéndola en mi boca y cosquilleando mi paladar para llenar mi boca con su exquisito sabor adictivo. Yo también me dejé llevar a por lo que mi cuerpo me pedía y fui bajando hasta el cuello de Bill, sus hombros, su pecho, su piercing (al cual de di una lamida y mordida rápida a la que Bill arqueó de placer su espalda), su tatuaje gigante en las costillas y a aquella estrellita encantadora que parecía llamarme y pedir mi atención. Miré a Bill que parecía aguantarse las ganas de gritar de placer, lo que me encendía más y me hacía continuar con mi juego. Rasguñé lentamente su pecho sin despegar la vista de la estrella, su piel se erizó y lamí el contorno del tatuaje como marcando mi territorio, mi propiedad.
Sonreí al ver un bulto en aquella parte a la que se dirigía mi mirada. Bill parecía no poder hablar y permanecía con los ojos cerrados atento ante cualquier movimiento que efectúe y con la respiración entrecortada aguantando gemidos y balbuceando tiernamente mi nombre de vez en cuando. Seguramente no me creerían si les dijera que durante todos estos años jamás había llegado a hacer lo que planeaba ahora con Bill, pero era la verdad… aunque no faltaban los tipos que me lo pedían pero los dejaba con las ganas o simplemente los mataba.
Me deshice de su cinturón negro con cadenas y observé de reojo a Bill que repentinamente había formado una perfecta “o” con su boca y sus ojos estaban abiertos como plato. Solté una risita lo bastante dulce y proseguí con mi tarea; desabroché sus pantalones y los bajé lo suficiente (claro, Bill ayudó un poco). Estaba con bóxers negros y Billy parecía impaciente cada vez más por salir y ser mimado por mí, su legítima dueña (oh si, sonó más que posesivo). Me sentía hipnotizada por aquella zona, o tal vez atraída. Miré por última vez a Bill que parecía estar atento a cada movimiento y deslicé lentamente sus bóxers hacia abajo con mis manos. Nuestras respiraciones eran jadeantes y sabía que Bill deseaba esto más que yo.
Billy, la enternecedora versión (y deliciosa a mis ojos) de Bill, aquellos que hacía de él el mejor y más perfecto de los hombre en el mundo… aquello que parecía envidiable entre los machos se encontraba a la altura de mis ojos. Si, parecía también desearme unas felices fiestas y despertar de su ensueño. Seguramente creerán que estoy drogada, pero la verdad es que no tengo ninguna sustancia tóxica (incluyendo el alcohol) en mi sangre. Cerré mis ojos y me dejé llevar besando su punta y acariciándolo lentamente con una de mis manos. Era como lamer una paleta de helado (sólo que ésta estaba caliente xd) y mientras más tiempo y gemidos dábamos ambos, más aumentaba la intensidad de mis manos.
Aún no lo deslizaba dentro de mi boca sólo jugaba con mi lengua palpando el camino y dejando mis huellas de saliva. Deslicé mi lengua a los lados, rozando sus testículos y besándolos con topones. Volví a Billy que ya había despertado del todo, Bill se removía con cada lengüetazo que daba y gemía mi nombre, lo deslicé dentro de mi boca de a poco aún sin abrir los ojos… no era tan malo como comúnmente lo pintaban ¡al contrario! Era… delicioso. Lo saqué contemplándolo y luego volví a introducir intensamente hasta topar con la campanilla. Primero rápido y después fui bajando la intensidad a medida que me cansaba, porque aunque no lo crean, AGOTA.
Realmente no me fijé si se corrió o llegó para más cuando volví a subir para desatar el pañuelo de sus manos. Oh, ahora vendría lo mejor y quedaría aún más agotada. Sus ojos decían que estaba deseoso de más acción al igual que yo, deslizó sus manos al cierre de mi pantalón y los bajó junto a los suyos sin separar la vista de mis ojos. Sacó mi sostén lo más rápido que pudo, pero no parecía interesado en querer mirar nada más que mi rostro… ambos estábamos arrodillados el uno frente al otro. ¡Ni si quiera los tocó! Sino que parecía querer comerme con la mirada, lo que me ruborizaba más y me ponía nerviosa. Desvié la mirada sin darme cuenta a el tatuaje de su antebrazo… “Freiheit 89”… Libertad 89… Libertad. Jamás lo había observado detenidamente sino que lo veía como un diseño más en su cuerpo. Era casi tan hermoso como el de la estrella =)… subió mi rostro tomando mi mentón y me sonrió dulcemente dándome confianza. Me besó, no con salvajismo, sino que con delicadeza, sintiéndome repentinamente como si fuera de cristal frágil (repito, no estoy drogada xd)… incluso me puso aún mas nerviosa su beso y traté de seguir su ritmo sin éxito alguno al principio.
Acarició mi columna vertebral desde el inicio, hasta dar a mi cola y bajar lentamente mis calzones con sus manos tan suaves al tacto. Su lengua se introdujo en mi boca arrasando con su sabor cada rincón de mi boca y acortando mi respiración a medida que sentía sus manos recorrerme lentamente entera.
No recuerdo el momento en el que se quitó los bóxers y nos recostamos en la cama… seguramente debía ser mientras flotaba en mi burbuja de ensueños con Bill. Abrió mis piernas lentamente con el mayor de los cuidados posible y me penetró fugazmente. Si, sentía aquella conexión tan nuestra e íntima cuando lo sentía dentro de mí. Gemí con una gran sonrisa en la cara debido a que el dolor se había ido hace mucho dando paso al placer y la lujuria… el también sonrió levantando las cejas y pincelando mis curvas con sus ojos (por si no se dieron cuenta, ya había perdido toda vergüenza con él).
Le pedí más fuerza, más emboscadas, más amor, más de él y así me lo dio haciendo que brincáramos deseosos de pasión. Habían veces en las que me dolía debido a su intensidad y rapidez, era raro porque jamás me había dolido con otros… me recordó a mi primera vez, en la que llegué a llorar del dolor, solo que ahora era diferente ya que este dolor se situaba muy adentro de mí.
Ambos nos estremecimos con solo vernos a los ojos… era la señal perfecta que delataba nuestro avanzado y voluminosos grados de excitación. Lamí su cuello, su aroma, y luego lo besé dulcemente haciendo que Bill se estremeciera, se lamiera los labios y continuara con el ritmo de sus embestidas.
Unió nuestras bocas para callar los ruidosos gemidos que lanzábamos al mundo. Definitivamente no cambiaba esta Navidad por nada en el mundo. Nuestra piel relucía como si tuviéramos escarcha pegada, sólo que en vez de esta, teníamos sudor, y nuestros cabellos se pegaban fácilmente a nuestros rostros… e incluso juraría que Bill se veía de lo más angelical cuando acercaba su rostro al mío y me robaba besos y miradas.
Accedió a que esta vez fuera mi turno de ejercitar y nos dimos media vuelta quedando casi a la orilla de la cama yo encima de él. Comencé con pequeños saltos y moviendo rítmicamente mis caderas en forma de círculo para que la sensación fuera más intensa.
Bill: Creo… que la… vista es… mejor desde… acá (gemía riendo con voz ronca).
Sólo le sonreí mordiéndome el labio y entrecerrando los ojos, sabía que eso le gustaba a él y seguí “cabalgando” sobre Bill. No sabría decir cuánto tiempo estuvimos intercalando posiciones y pegando nuestros cuerpos para transformarnos es una sola persona… sólo sé que ambos llegamos al mismo tiempo a nuestro orgasmo y caímos vencidos entre las sábanas blancas que se pegaban en nuestros cuerpos fácilmente. Cuando nuestras respiraciones se calmaron, sólo nos acariciábamos, mirábamos y sonreíamos melosamente sin palabra alguna, simplemente no había nada que decir en un momento tan privado como éste, sumidos en nuestra burbuja de un mundo en el que sólo vivíamos ambos como Adán y Eva en La Creación.
Traté de no pensar en el anillo que Bill miraba y tocaba en mi dedo, aunque fue inevitable empuñar la mano un segundo. También traté de no pensar en lo que vendría después y en lo doloroso que sería dejarlo sin decirle nada.
Bill: ¿En qué piensas? (susurró con los ojos cerrado trazando figuras en mis hombros y espalda, algo demasiado relajante).
Yo: Pienso en que… no me quiero separar de ti jamás Bill (bueno, para ser honesta se acercaba a la realidad).
Bill: Oh… pues yo tampoco (tu nombre), estas últimas semanas han sido las mejores de mi vida, incluso me he divertido como nunca antes.
Yo: También yo… (Susurré siendo presa del sueño).
A la mañana, no, al amanecer me desperté con la mente focalizada en lo que vería. Las 3 horas que había dormido fueron suficientemente relajantes para preparar mi mente, pero lo malo es que no había soñado con nada ni nadie. Me deshice con cuidado de los brazos de Bill en mi cintura y cubrí su cuerpo para que no sintiera ningún cambio de temperatura con un manta. No me duché, ahora tenía risa por salir sin dejar rastro alguno del hotel… por algo había llevado un bolso grande ya listo con mi ropa; me vestí y lavé la cara para despertarme.
Volví a la habitación en donde Bill roncaba suavemente con la espalda al descubierto y abrazando una almohada. Ahora venía la parte más dolorosa del día, la despedida. Nadie me aseguraba que fallara o completara mi misión, o que siguiera viva o… muerta. Nada. Dejé una nota frente a la mesita de noche releyendo cada palabra con precaución de decir lo correcto.
“Lo siento mucho Bill, se ha presentado
un inconveniente casi de vida o muerte.
Me hubiese encantado verte despertar esta mañana o
besarte antes de irme, pero estoy demasiado apurada…
Te amo, jamás lo olvides
Atte. (Tu nombre)”
Tomé a Milo (debía tener algo que recordara que debía seguir con vida y que me animara además de Bill) y cerré la puerta. Bill tendría que perdonarme nuevamente.
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HALLO GURLS!!! lo se... deben odiarme no es necesario que me lo digan =P .......... nuevamente no tuve ni tiempo!! y cuando quería subir... me ponïa a leer los comentarios y los links que me dejan de sus fics (que debo decir que me encantan!!)
Espero que este cap. haya quedado lo bastante hot para que les guste porque me demore (aunke no lo crean) 5 DIAS EN HACERLO!...
Comenten y me harán feliz...
Kusses sabor a... e.e bueno, lo que ustedes quieran xD
Bye // Bye
PD: Gracias, muchas gracias a todas las chicas que comentan!! :D