Bill: ¡(Name)!
Los tipos empezaron a disparar a
todo el departamento, provocando que todo lo que había comprado para llevar una
vida normal quedara completamente devastado. No me importaba mucho el valor
material, sino el esfuerzo que hice para ganarme ese dinero ensuciando mi
cuerpo y mis manos. Sin embargo, ahora sólo me importaba saber qué querían y
sacar a Bill con vida y sin ningún rasguño. Corrí sin importarme ser disparada
hasta mi cuarto, siendo seguida por disparos en las paredes y objetos. Por
suerte las cortinas aún seguían cerradas desde la noche anterior, lo que me
ayudó a no mostrar donde estaba. Podía escuchar a Bill llamándome desde la
entrada, lo que significaba cierta presión por mantenerlo en el anonimato
frente a los atacantes. Abrí las puertas de mi armario sacando dos pistolas y
dos municiones para cada una, el GPS, una gorra y unos lentes. Le indiqué a
Bill que se callara y así lo hizo sin dejar de verme con el miedo y la
preocupación en sus ojos.
Gateé por el piso hasta el primer
mueble más cercano en la sala de estar, y guiándome con el reflejo de los lentes
vi que se encontraban en el edificio del frente a unos pisos sobre el mío. Tras
observar los disparos durante unos momentos iba maniobrando un plan de salida
en donde Bill saliera ileso, y cuando creía tener el correcto, aproveché un
descuido de mis atacantes al ir a por más municiones y me asomé lo suficiente
para contrarrestar. Sin pensar demasiado en dejarlos muertos o no, maté a uno
de un tiro preciso en la cabeza y a los otros los dejé heridos en un hombro y
el muslo. Con eso pastaría lo suficiente para correr done Bill, y así fue.
Bill: ¿Mataste a alguien? (dijo a
penas tomó mi mano).
Yo: Es nuestra vida o la de ellos
(farfullé tomando sus palabras). Ahora necesito que te pongas este gorro y
estos lentes ya que seguramente te vieron.
Bill: Ok (tomó ambos accesorios y
se los puso sin rechistar) ¿y tú?
Yo: Ya me conocen, Bill.
Bajamos por las escaleras hasta
el subterráneo, sabiendo que dejarlo preocupado y con los nervios de punta
sería la mejor opción para ambos. Nos dirigimos a su auto y a penas abrió la
puerta pareció ver que algo cambiaría en su plan mental de mantenernos juntos.
Negó con la cabeza y me empujó con su cuerpo al pilar más cercano. Sonreí
tratando de calmarlo ya que al verse involucrado en un ataque directo hacia mí
persona debía sentirse conmocionado. Puse en sus manos una de las pistolas, su
munición y mis documentos.
Yo: Si alguien te sigue, no dudes
en disparar ¿vale?
Bill: No puedo dejarte acá
sabiendo que estás en peligro.
Yo: Debes hacerlo, Bill. Fui
entrenada para esto y sé lo que hago.
Bill: Pero no eres de titanio.
Yo: Lo sé. Soy tan humana como tú
y los que me están atacando.
Besé sus labios, consciente de
que perdería más tiempo si no se iba. Él me devolvió el beso a sabiendas de que
parecía una despedida forzada, y lo era. Lo abracé fuertemente y me solté a la
fuerza de sus brazos para no hacer las cosas más difíciles. Subió al auto y
bajó la ventana, me acerqué a darle las últimas indicaciones para resguardar su
seguridad.
Yo: Saldré primero y después de
cinco o siete minutos saldrás tú. Da vueltas por algunas calles poco
concurridas si ves que te siguen y distráelos o elúdelos. Si ellos te atacan,
usa el arma y trata de no fallar en la puntería, recuerda antes echar el
gatillo atrás. Cuando te asegures de estar solo, ve a tu casa y dile a Andy lo
sucedido.
Bill: Ok ¿y tú?
Yo: Necesito saber qué quieren y
de dónde son (hice una mueca imaginando que no sería muy fácil).
Bill: No lo soltaban con
facilidad.
Yo: Lo sé. Bill, si no vuelvo
mañana al medio día, dile a Andy que llame a Gaspard.
Bill: ¿Gaspard… Ulliel?
Yo: Si. Nos vemos.
Tomé mi casco, guardé la pistola
en mi pantalón y la munición en mi bota. Encendía el motor y partí sin mirar a
Bill, como si fuésemos dos desconocidos en el mismo edificio. La luz me cegó
por unos instantes y tras uno que otro pestañeo, mis ojos se acostumbraron. En
una camioneta blanca seguida de una negra y otra plateada, se encontraban los
tres encapuchados heridos, entre ellos el muerto. Claro, ellos me vieron y
dieron señales de mi posición. Mi plan, a partir de ahora era improvisado… y
viendo que detrás de mi había un tipo apuntándome desde la camioneta negra,
estaba entregada a ellos. Un hombre de lentes oscuros se me acercó. Llevaba un
chaleco antibalas y una barba falsa.
Xxx: No intente disparar o le irá
peor. No trate de escapar porque en su motocicleta hay un rastreador recién
adherido. Siga a la camioneta blanca. Si obedece nuestras órdenes, saldrá con
vida
Su acento era lineal y muy común
de acá. No tenía más alternativas así que asentí y me dispuse a seguir sus
órdenes al pie de la letra por el bien de Bill.
NARRA BILL
La escoltaron, no sé dónde ni
quiénes. Sólo sé que apenas un tipo se acercó a ella, las reglas del juego
habían cambiado y ahora ella debía someterse por ser minoría. Tras verificar
que por suerte nadie me seguía, retomé el camino a casa al límite de velocidad
establecido, sin embargo con los nervios a flor de piel. Era la primera vez que
veía a (name) en el verdadero papel de Invasora, en el rol de espía encubierta
disparando a tipos y arriesgando su vida. Por mi mente sólo pasaba aquel día en
donde lo nuestro terminó sin saber que estaba herida y se había escapado del
hospital. Ahora, siendo más diferente la situación, sólo rogaba para que no se
repitiera lo de Pantera, ni le hicieran algo peor.
Andy: Necesito que tomes agua,
Bill (dijo señalando el vaso frente a mí cuyo contenido era agua con azúcar).
Por suerte al llegar a casa ambos
se encontraban en la sala de estar viendo televisión. Tom a penas me vio supo
que algo terrible había pasado y apagó el televisor para escucharme. Les conté
con detalles la secuencia de hechos vivida hace unas horas, y como era de
esperar, Andy se puso como loca y rompió en llanto. Yo, simplemente aún estaba
nervioso y con ganas de recorrer toda California con tal de encontrarla. En
cambio Tom, trató de conservar la calma en todo momento actuado como mi pilar y
el de Andrea.
Andy: Un vuelo de Rusia hasta acá
se demora mínimo unas diez horas, así que Gaspard tendrá que venir ahora en
caso de que ella no vuelva a mediodía.
Tom: ¿Y el armamento?
Andy: Llamaré a Pantera para que
ponga unas cuantas armas a mi nombre.
Yo: Pero no sabemos dónde está.
Andy: De eso se encargará Pantera
y sus ratones tecnológicos.
Tom: Si buscan por las cámaras de
seguridad de la casa de (name) podríamos saber quiénes están detrás de todo
esto.
Dejé la billetera de (name) sobre
la mesa más cercana sabiendo que probablemente esos documentos eran falsos y
seguramente los habían hecho en su mafia para protegerla del departamento de
seguridad nacional. Andrea llamó a Gaspard, y éste dijo que vendría
inmediatamente en el primer vuelo que encontrara a Los Ángeles. No podíamos
pedir ayuda a la policía porque cabía la posibilidad de llevarse a la Invasora
con ellos e interrogarla sobre lo sucedido a o que la arrestasen por cometer
delitos de alta gravedad. Ahora Andy
marcaba el número lleno de códigos internacionales y privados desde un pequeño
aparato cuadrado casi del porte de una batería de celular, seguramente las
mafias contaban con demasiada tecnología de punta.
Andy: Amatista desde Los Ángeles,
California (dijo y presionó el altavoz para que escucháramos).
Xxx: ¡Vaya! Pensé que ya te habías olvidado de este viejo… ¡Qué
sorpresa querida!
Andy: Sinceramente lo había hecho
hasta que surgió un inconveniente.
Xxx: ¿Ah sí? Bueno, cuéntame y veré qué puedo hacer por ti.
Andy: Es sobre la Invasora,
Pantera. No sobre mí.
Pantera: ¿Qué pasó con ella? El pago de la misión de Las Vegas está en
su cuenta privada.
Andy: No es sobre dinero. Se la
llevaron.
Pantera: ¿Quiénes? (su tono encantador de serpientes acabó y puso
uno más gélido y venenoso).
Andy: No lo sé. Hubo un tiroteo
en su departamento y ella por proteger a un amigo se entregó a los tipos.
Pantera: ¿Algún detalle?
Andy: Tres camionetas. Una
plateada, negra y la otra blanca. Uranio viene en camino.
Pantera: Él se retiró. Ya no sirve.
Andy: Fue el mejor, y sabes que
le tiene un cierto aprecio a ella.
Pantera: Registraré las cámaras d seguridad de su locación
departamental. Y me contactaré con Stuart para que te envíe algún juguete.
Cualquier cosa me llamas, querida.
Andy: Ídem.
Al menos la ayuda poco a poco
aumentaba para saber donde se encontraba mi extraña conocida. Odiaba los
escalofríos que rondaban por mi cuerpo al recordar las heridas de su última
misión… nadie me asegura que no le hagan lo mismo nuevamente o que se desquiten
con ella sin tener en cuenta cuán delicado es su cuerpo. No me gustaba quedarme
acá esperando a que llegara, prefería ir a buscarla y salvarla de las manos sucias
que puedan manchar su cuerpo como el Pintor… realmente necesitaba mantenerla
más tiempo a mi lado, y así cuidarla como en todos estos años nadie lo ha
hecho.
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Hallo Gurls! Tuve que dividir el capítulo en dos para que leyeran aunque sea un poco del capítulo ya que no alcancé a pasarlo por completo. Planeaba pasarme tooooda la tarde en el pc escribiendo el capítulo, pero surgieron ciertos problemas con el asunto de mis becas universitarias y acabo de solucionar una parte de éstos.
Sé que no es excusa para no cumplir, pero debía ser sincera con ustedes. Trataré de subirles la segunda parte el martes o el miércoles a más tardar.
Además, he de decir que no quedan demasiados capítulos de ésta temporada, y espero no demorar mucho en los demás ;)
Kusses
Bye//Bye
Bueno me dejaste en shock y espero que puedas resolver todos tus problemas cuidate un beso
ResponderEliminardiablos diablos!! muero por saber que pasara ahora....
ResponderEliminarespero subas pronto...
ojala tus problemas se resuelvan pronto...
Cuidate y un abrazo :D