Yo: Mejoraste (murmuré apoyando
mi frente en su hombro).
Bill: ¿En qué?
Yo: En todo.
Después de que Tom se llevara a
Andy a bailar, salimos a fumarnos un cigarrillo por iniciativa mía. No era que
me gustara fumar siempre, simplemente, habían momentos en donde necesitaba
relajarme y pensar. Bill me acompañó mientras nos sentábamos a la orilla de la
calle y veíamos a la gente pasar emitiendo carcajadas bulliciosas y a uno que
otro pasado en copas. Apoyé mi cabeza en su hombro y cerré los ojos sintiendo
una paz interior en donde todo lo llenaba Bill. Siempre debió ser así, sin
ninguna separación, ni peleas y mentiras. Con él podía ser yo sin ocultarle
nada, no más.
Bill: Estás cansada.
Yo: No. Estoy relajada (sonreí
sintiendo una pequeña brisa fría alborotar mi cabello).
Bill: ¿A sí?
Yo: ¿Has sentido alguna vez que
si tuvieras que morir ahora, estarías listo para hacerlo? ¿O que luego de
tantos días lluviosos vez por primera vez el sol y sientes su calor envolverte
y hostigarte hasta que…?
Bill: Se llama felicidad, (name).
No estás relajada, estás feliz.
Yo: (Abrí los ojos y lo miré
sorprendida, ¿cómo podía saber la diferencia entre ambos?) ¿Feliz?
Bill: Se llama sentimiento de
júbilo… ¿se debe a algo?
Yo: ¿Necesariamente tiene que ser
causado por algo?
Bill: Humm… ¿será que es porque
te estás divirtiendo acá, conmigo?
Yo: (Me reí volviendo a mirar
frente a mi con su mirada clavada en mis ojos, podía sentirlo) Tomaste
demasiado, Bill.
Bill: No me mareo con media
botella de cerveza, (name).
Yo: Pero probaste ese trago
amarillento que Tom pidió y que…
Bill: ¿Y si fuera ese mi
deseo?... ¿eres feliz conmigo, (name)?
Yo: ¿Feliz… contigo? (lo volví a
mirar viéndome reflejada en sus ojos café atentos a cada expresión mía) Sí,
Bill. Contigo no necesito de nada para ser feliz, y no es necesario que gastes
tu deseo aún.
Bill: Con eso me basta por ahora
(se levantó limpiando la parte trasera de sus pantalones).
Yo: ¿Por ahora? (lo seguí mirando
a nuestro alrededor).
Tomó mi mano alejándome del
discopub en donde estaba su gemelo y mi amiga bailando felices por la vida. Sus
pasos fueron rápidos y largos, empujando sin querer a más de un transeúnte y
esquivando a otros con curvas que me hacían casi trotar para seguirle el ritmo.
Cuando ya estaba algo asustada por su comportamiento agresivo por las calles,
pude divisar a su auto estacionado a unos metros de nosotros y el leve sonido
que hizo al desactivar la alarma. Bill relajó su andar a uno en donde se me
hacía más fácil caminar con tacones.
Yo: ¿Por qué nos vamos?
Bill: Porque quiero enseñarte
algo (murmuró abriéndome la puerta del copiloto pero no me senté, sino que lo
miré con una ceja alzada y con seriedad mientras él sonreía, tomó un mechón de
mi pelo enroscándolo en sus dedos). Oye, sólo será un momento ¿vale?
Yo: ¿Qué hay con Andy y Tom? Se
van a preocupar (dije ya más calmada).
Bill: Le enviaré un mensaje a
Tom, ¿algo más? La batería se gasta con las puertas abiertas.
Yo: Yo conduzco (sonreí divertida
ante su expresión sorprendida por mi condición).
Bill: Pero…
Yo: Si tú conduces, me llevarás a
mi departamento y será todo por hoy.
Bill: ¿Tú crees?
Yo: Ajá. Mañana debo juntarme con
Erik antes de la misión.
Bill: Ok. Conduce (me ofreció las
llaves, y cuando las iba a tomar, tomó mi mano y luego la otra, empujándome
hasta chocar con la puerta trasera del auto), pero no te fatigues o me veré en
la obligación de distraerte como…
Yo: Confía en mí, no me fatigo
tan fácilmente (besé su mejilla con algo de barba y tomé las llaves tras su
descuido al soltarme las manos).
Luego de dar la vuelta a su auto,
pude ver de reojo cómo reía suavemente negando y subiendo al asiento del
copiloto. Amaba los Audi, son demasiado cómodos y fáciles de manejar, era como
jugar en un simulador de conducción. Podía notarlo algo nervioso cuando cambié
la radio a una música más movida y comencé a retroceder para salir del
estacionamiento.
Yo: ¿Asustado? (sonreí mirándolo
de reojo).
Bill: ¿Falsificaste tu licencia?
Yo: La alemana es legal al igual
que la rusa.
Bill: ¿Y la americana no lo es?
(salí exitosamente del estacionamiento hacia la única dirección del tránsito
posible). Gira a la derecha y luego toma la avenida que se ve tres calles
abajo.
Yo: La americana es ilegal, pero
aún así figuro en el sistema. Ya sabes… protección oficial de la C.T.M.I.
Bill: Perdona, no recuerdo el
significado.
Yo: Cámara de Tratados para
Mafias Internacionales.
Bill: Ah… (pude notar cierta
rigidez en él a pesar de ir a 50 kilómetros, el tope de velocidad permitida).
Yo: Oye, si quisiera ir rápido no
sería en tu auto. Me sé todas las leyes de tránsito y no quiero problemas con
la policía. Relájate…
Bill: Vale… confío en ti.
Yo: Gracias (sonreí viendo que
lentamente se relajaba y sus músculos se acomodaban al asiento, por lo que
cambié la radio a la emisora que tenía puesta antes).
Bill: Dobla a la izquierda.
Yo: ¿En dirección a la costa?
Bill: Ajá. Y luego te metes al
primer desvío señalizado.
Yo: ¿Dónde vamos?
Bill: A mi casa.
Antes de continuar conduciendo,
estacioné brevemente junto a la calzada para acomodar el asiento del conductor.
Debido a su altura y sus piernas largas, Bill tenía el asiento demasiado atrás.
Ante esto, se rió de mí por ser más baja que él, aunque no tan minúscula. A
través de sus indicaciones, pude dar con la ruta que recordaba de aquella vez en
la nos vimos las caras luego de un año y algo.
Yo: ¿No es que te habías cambiado
de casa?
Bill: Si, pero llegaremos por una
ruta más despejada.
Yo: Ok.
Bill: Toma el retorno que se
aproxima y sigue el camino hacia la costa.
Yo: ¿El del letrero azul?
Bill: Si.
Obedecí sus indicaciones poniendo
total atención a cada letrero y al paisaje que me rodeaba. Frente a mí, notaba
la luna reflejada en el mar como en óleos y cuadros que siempre se ven en
galerías y calles.
Yo: Vives casi en el centro de
L.A (dije notando que nos adentrábamos en una zona residencial donde cada casa
tenía una estructura diferente a la otra, de hecho, juraría que cerca de ahí
compré los muebles de mi departamento, pero no estaba tan segura tampoco).
Bill: ¿Ya te manejas por acá?
Yo: Algo así. Pero nos dimos una
vuelta de tontos para llegar hasta acá, Bill.
Bill: Odio el tráfico, nos
habríamos demorado el doble o más ahí.
Yo: ¿Enserio?
Bill: Sip. Dobla a la derecha y
luego a la izquierda.
Yo: Si, señor (seguramente
tendría que llamar a algún taxi para llegar a casa sin perderme con tantas
vueltas).
Bill: ¡Ah! Yo te iré a dejar a tu
departamento así que nada de taxis, eh.
Yo: ¿Qué comes que adivinas?
(sonreí ante su comentario casi igual al que tenía en mi mente).
Bill: ¿Por qué?
Yo: Justamente pensaba en llamar
a un taxi.
Bill: ¡Guau! Creo que… con sólo
ver tu expresión supe esto.
Yo: ¿Expresión? ¿Qué cara tenía?
Bill: Sigue derecho hasta el
portón de madera con paredes blancas… creo que te conozco más de lo que crees,
(name).
Yo: ¿Y eso es bueno o malo?
Bill: Para mí, bueno. Para ti no
lo sé.
Yo: Ah…
Si casa era más pequeña que la
anterior, con portón automático y árboles gigantes que aportaban más
privacidad. Era más sencilla pero hermosa, y a juzgar por las hermosas flores
que habían en el jardín, Simone debe conocerla de hace mucho y debió ayudar con
sus finos gustos en parte de la decoración tanto exterior como interior. Bill
me dio la última indicación de aparcar frente a la puerta principal ya que
seguramente me iría a dejar si yo no me negaba a eso. Cuando me uní con el
frene a la puerta de entrada, tomó mi mano adentrándonos juntos en su casa. Al
menos esta, era más clara que la anterior y se veía más sencilla.
Yo: Prefiero ésta a que la
anterior (concluí en voz alta).
Bill: Yo también. Su piscina es
más grande al igual que el patio… ¿deseas tomar algo?
Yo: ¿Con todo lo que tomamos? No,
gracias (sonreí y él soltó una risita cómplice).
Bill: Créeme… he tomado más en
otras oportunidades.
Yo: ¿¡Qué!? ¿Bill Kaulitz ebrio?
(fingí asombro abriendo demasiado la boca mientras me guiaba por las escaleras
más estrechas que las de la anterior casa) ¡Qué dirán tus fans!
Bill: ¿Acaso tú no?
Yo: Una dama no tiene memoria.
Bill: Se supone que es un decir
masculino, (name).
Yo: Pero es mejor que sea unisex.
Así no suena tan machista.
Entramos a su nuevo cuarto. Eran
los mismos muebles en un espacio más amplio y claro. Nuevamente me sentí
rodeada de su embriagante aroma único en donde todo se nublaba a excepción de
su nombre. Las cortinas eran de un azul marino que le daban un toque elegante a
las paredes, y unas lámparas de noche eran la única iluminación que aclaraba
cada espacio.
Bill: Mi cuarto.
Avancé siendo observada por él,
pasando mi mirada por cuadros artísticos que colgaban de las paredes y las
fotos de él, su hermano gemelo, amigos y familia. En cambio en mi departamento,
sólo hay un gran espejo y unos cuadros de pintores abstractos, nada con algún
valor sentimental. Me senté a los pies
de su cama soltando un suspiro a medida que veía a Bill abrir unos cajones de
su escritorio buscando no sé qué cosa. La situación era extraña comenzando por
el qué somos, porque está más que claro que no somos conocidos ni amigos… pero
tampoco novios. Además, me encontraba en SU casa, sentada en SU cama y sólo
estábamos él y yo. Se acercó con una mano empuñada como escondiendo algo de mi
vista.
Yo: ¿Qué tienes ahí?
Bill: (Se sentó a mi lado en
silencio observándome fijamente con nuestros rostros lo suficientemente cerca
como para oír sus susurro) Averígualo.
Tomó mi mano abriéndola,
depositando a escondidas de mi vista algo frío y un poco escurridizo. Miles de
ideas descabelladas pasaron por mi cabeza antes de abrir la mano y ver de qué
se trataba todo esto. No debí hacerlo. O quizás sí. Pero algo pareció doler en
mi corazón haciendo que su pálpito aumentara notoriamente. Era el regalo que
Simone nos hizo aquella primera y última Navidad juntos, aquel símbolo
completamente universal con infinitos significados diferentes según la
situación; El Ying y el Yang. Sentí nostalgia al ver a ambos en mis manos,
unidos entre ellos pero en diferentes cadenas. ¿Qué hago? Esas dos gotas
brillaban en la palma de mi mano queriendo llamar mi atención, gritando una
emoción inaudible para cualquiera, menos para mí.
Bill: No quise devolverlos. Es el
único recuerdo con el que me quedé de esa Navidad. En aquel entonces, te odiaba
por mentirme y por no confiar en mí. M e sentía… traicionado cuando lo nuestro
se terminó y… traté de borrarte de mi mente vendiendo los regalos de esa
Navidad y quemando tu última carta entre otras cosas.
Yo: ¿Por qué te quedaste con
éstos?
Bill: Porque aún recuerdo cuando
te emocionaste al verlos y cómo tus ojos brillaban al recibir un regalo de
Navidad después de tanto tiempo. Pensé que si en un futuro te volvía a ver,
quería darte uno de ellos estuviésemos o no juntos. Además, mamá se habría
puesto muy triste si se lo devolvía.
Yo: Entiendo…
Sin nada más que decir, tomó la
gota blanca con la inscripción de su nombre al reverso, aquel que me
correspondía debido a que tenía la cadena más fina, y me la puso. Yo en cambio,
no se lo puse y preferí guardarlo en el bolsillo de su pantalón tras observarlo
pidiéndole cierta autorización para hacerlo. Apoyé mi frente en su pecho
suspirando e inhalando su aroma mientras me sentía aprisionar por sus brazos de
manera protectora y cálida, dejando cierta electricidad en la piel que él recorría
con sus manos. Besó mi cabello y mi mejilla a medida que yo lo acercaba aún más
a mí y viceversa.
Bill: Quédate acá esta noche.
Yo: No puedo, Bill. Mañana voy a
Las Vegas.
Bill: ¿Y si voy a dejarte?
Yo: No quiero arriesgarte. No a
ti, ni ahora, ni jamás.
Bill: Humm… prométeme por lo que
más quieras que te cuidarás y volverás sana y viva. Prométemelo.
Yo: Lo prometo (besé su mentón
con los ojos cerrados sintiendo cosquillas por su barba de días, y dirigiendo mis
manos traviesas a su pecho musculoso y cálido, hasta dejarlas en su cabello
corto y rubio). Lo prometo por ti.
Bill: Y ahora idme que te
quedarás esta noche conmigo (estaba a un paso de besar la comisura de mis
labios cuando hizo un puchero gracioso y tierno a la vez)… ¡por favor!
Yo: Sólo con la condición de que
vayamos a mi casa mañana temprano a buscar mis bolsos con… armamento, y me vas
a dejar al terminal de buses.
Bill: Si, si, si… lo haré =)
Yo: Entonces acepto.
Bill: Aunque si fuera por mí, te
raptaría.
Yo: (Sonreí volviendo a dejar
caer mi cabeza bajo su clavícula) No puedo dejarlo, Bill. Por muy peligroso que
sea, por muy manchadas que estén mis manos con sangre inocente de gente que ni
si quiera conozco en su totalidad, por mucho que me insistas, no lo dejaré.
Bill: Lo sé (name). Y aunque tus
manos estén manchadas, como dices, esas manchas son las más hermosas que he
visto y las que te hacen ser mi queridísima Invasora. Mi extraña conocida.
Quizás es porque Bill me hacía
feliz, porque me amaba, o porque la idea de perderlo se me hacía terrible, pero
fue inevitable no llorar cuando dijo esto y cuando besó mis labios con tal
pasión y desesperación, haciéndome amarlo aún más de lo imaginable. Sentía que
volvía a necesitar de él tal como él de mí. Como el Ying Yang… una necesidad
natural en la que ambos sobreviven si el otro lo hace.
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Hallo Gurls!! bien, mi demora es por el motivo de siempre así que creo que de nada sirve decirles lo de siempre xD... además, me regalaron un notebook por subir mis notas y aún sigo instalando los progamas y cosas por el estilo :-)
Bien, no se me ocurres qué decirles...
Ah! comenten lo que quieran porque así más me obligo a mi misma a escribirles el cap.
Kusses sabor a Bill K. y su tatuaje misterioso :$
Bye//Bye
PD: Trataré de no demorarme demasiado con el próximo cap.
Amo tu fic!
ResponderEliminarAmo leer cada capitulo, son fantasticos! Cada vez que leo uno de tus capitulos se me pone la pien de gallina!!
Felicidades por la notebook! :D
Espero que el proximo capitulo sea tan bueno como todos los otros!! Besoos!
aaaaaahhh! Quiero más me encanto, espero y puedas subir pronto. . . .
ResponderEliminarMe encanta la fic
cuidate y un abrazo :)
AYYY ESTUVO HERMOSO....MUY TIERNO ESPERO QUE YA PRONTO ESTEN JUNTOS UN BESO
ResponderEliminarMe encantoooo, nonono, me fascinó. Sigue así pequeña :)
ResponderEliminarSaludos
Me fascinó, estuvo tan tierno! Espero que subas pronto, por fis! Cuidate, un beso!
ResponderEliminarMe pregunto que pasara en el sgt Capitulo..!! ¡Me a encantado! ^^
ResponderEliminarGenial como siempre... :D
Espero leerte pronto !!
EE.
!!
puues me gustó mucho! esta genial la fic! felicidades por el notebook! y espero que puedas subir muy pronto! cuidatee! bsos!
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