NARRAS TÚ
Las clases fueron agotadoras.
Tres horas de antidepresivos, un examen escrito sobre la filosofía en el ser y
las conductas humanas, una clase sobre ética y una hora de cátedras con Nim.
Como resultado, me sentía una zombie ambulante cuyos pies tenían vida propia y
caminaban por los pasillos. Por suerte, todo esto acabó en el momento en que me
subí a mi Harley con el equipo de gimnasia en mi bolso y uno que otro libro
para los exámenes de la semana siguiente.
Ya en el gimnasio, me sentía con
fuerzas renovadas para ejercitarme lo necesario y que no pasara lo mismo que
con el Pintor, era como si por los poros
salieran todas las malas energías que he acumulado desde la última misión. Pero
debo reconocer que lo peor era terminar muerta luego de volver a la actividad
física tan exigente que me hacían ser una espía. Hice de todo; pesas, spinning,
aerobics, elongaciones, pilates, kick boxing, abdominales, lagartijas, etc. Y
era inevitable sentirse observada por muchos que iban al gimnasio para mantener
una figura tonificada o bajar de peso, quizás mi resistencia parecía de otro
mundo.
Y en casa tras ese entrenamiento,
casi tuve que arrastrarme a la bañera con agua fría debido a la disminución
notable de mis latidos cardíacos. Sentía los músculos agarrotados y a mis ojos
cerrarse a medida que el agua se calentaba con mi cuerpo caliente. En momentos
como estos, sentía que llevar una vida normal y otra como asesina era
jodidamente complicado, en especial si trataba de repartir equitativamente sus
tiempos. Ahora mismo, incluso, debía hacer un trabajo analizando el carácter de
algún famoso, pero, ¿quiénes son famosos acá? ¿Brad Pitt? ¿Zooey Deschanel?
¿Madonna? ¿Katy Perry?… ¿Kennedy? Con suerte sabía quiénes eran y esperaba que
internet no mintiera demasiado.
Entre las ideas incoherentes que
deambulaban por mi cabeza, escuché el timbre sonar. Debía ser el conserje o mi
vecino de dudosa preferencia sexual, por lo que sólo me puse una bata de baño y cubrí mi cabello con
una toalla a regañadientes ante tal…
¡M I E R D A! ¿Cómo lo pude
olvidar? ¡Se supone que tengo buena memoria!…
¿Por qué no lo pensé antes? ¿Cómo fue que se me olvidó procesar ese
hermoso, sexy, atractivo, varonil y guapo detalle? Era imposible no derretirse
viendo el escaneo general de su mirada recorriendo mi cuerpo de pies a… toalla.
Una camiseta blanca agujereada y gastada en ciertas zonas dejaba entrever zonas
de su tatuaje y unos pantalones negros contorneaban sus piernas haciéndolo
lucir más alto de lo que ya era.
Bill: ¿Llegué en mal momento?
Yo: (El jamás llegará en el peor
momento a mi departamento, sonreí avergonzada) No. Adelante, pasa… siéntete
como en tu casa.
Bill: (Se adentró a mi sencillo
departamento llegando hasta el living) Tienes una vista genial y no es
exageradamente grande como el de Andrea… es perfecto.
Yo: Ehmm… gracias, Bill (Me
acerqué a él tras cerrar la puerta=. Lamento que me veas así en vez de…
Bill: ¿Lo olvidaste? (No parecía
enojado, al contrario, estaba observándome con un semblante divertido).
Yo: ¿La verdad?
Bill: Odio la mentira.
Yo: Vale. Se me pasaron las horas
en el gimnasio y… lo siento, no lo recordé. Perdóname, Bill.
Bill: Es entendible, (name).
Cuando te concentras en algo olvidas a tu entorno.
Yo: Pero si me esperas unos
minutos, me visto y salimos ¿te parece?
Bill: No tengo prisa ;-)
Yo: Ok… ¡Ah! ahora que lo pienso,
¿eres famoso acá?
Bill: Pues… al menos camino
tranquilamente por las calles y no debo camuflarme aunque a veces me encuentro
con algunas fans pero como una vez a la semana… ¿pasa algo con eso?
Yo: Humm… tengo que hacer un
trabajo (murmuré analizando lo que hasta ahora tenía de él).
Bill: ¿Y en qué consiste?
Yo: Analizar la personalidad de
un famoso.
Bill: ¿Quieres… analizarme?
(levantó una ceja más divertido que nunca y sonrió mostrando su perfecta
dentadura).
Yo: Como eres famoso e_e
Bill: Bien, lo harás.
Yo: ¡Gracias! :D
Bill: Pero a cambio quiero algo.
Yo: ¿Algo? (mi mente parecía
buscar a una velocidad imparable ese “algo” a medida que tragaba saliva con
repentinos nervios) ¿cómo qué cosa?
Bill: (Se acercó demasiado, casi
rosando su pecho con el mío y acariciando mi sien con su nariz. Podía incluso
sentir mis rodillas temblequear) Un deseo.
Yo: ¿Un… deseo? (susurré tratando
de controlar mis hormonas).
Bill: Sip. Pero te lo diré luego,
mejor vístete o te enfermarás :)
Yo: (Será un… ¡Dios! Jugaba con
mis reacciones físicas como un verdadero experto que sabía todo de mí de
memoria) O-ok.
A penas cerré la puerta de mi
habitación, corrí en busca de la primera
prenda decente que encontrara ya que al ver la apariencia de Bill tan
informal-casual, no me desangraría en busca de algún vestido. Jeans rasgados
por todas partes (menos el culo, por supuesto), una camiseta estampada y unos
tacones fluorescentes fue lo más apto
que encontré entre tantas cosas. Solté mi cabello y lo sequé rápidamente
sin importarme su apariencia desprolija. Luego de tomar mi bolso y aumentar el
volumen de mis pestañas, me dirigí hacia Bill mirando de reojo el reloj pulsera
de mi mano. Humm… doce minutos en total.
Yo: Ya estoy lista.
Bill: (Volteó su mirada en mi
dirección escaneando nuevamente mi apariencia y sonriendo a medida que se acercaba a mí a una distancia
prudente) Lindos zapatos.
Yo: Ajá ¬¬
Bill: Lo digo enserio, (name).
Están geniales.
Yo: Vale… ¿Estoy bien vestida?
Pregunto porque no mencionaste el lugar al que iríamos.
Bill: Estás más que perfecta.
Creo que llevaré guardaespaldas para que nadie te miré el trasero o las
piernas.
Yo: Jajajajaa… da igual que
miren, nadie me tendrá como desea ;-)
Bill: ¿Y qué hay de mí?
(demasiado directo y más atrevido que antes).
Yo: Humm… ya lo tuviste, campeón
(golpeé su brazo musculoso abandonando mi departamento seguida por él). Aunque
no te duró mucho, eh.
De camino a no sé qué parte entré
en razón de que conmigo, Bill suele hablar en alemán aunque estemos en un país
que habla inglés y (en parte) español. Él me dijo que lo hacía para que no
entendieran las tonterías que hablábamos, y que solía hacerlo con Tom y la
banda, pero por sobretodo, por respeto a la lengua que su madre le enseñó e
inculcó desde que nacieron. Si, demasiado tierno.
Me mencionó
que estaban llenos de reuniones por las mañanas mientras en las noches
trabajaban en la próxima producción de Tokio Hotel, por lo que solían dormir
toda la tarde y tener los fines de semana libres para hacer cualquier cosa. Así
que ya tenía parte de mi trabajo listo con su breve relato.
Yo: ¿Sabes? Hoy en la mañana me
metí a tu aplicación.
Bill: ¿Enserio?
Yo: Sip. Y me di cuenta de que
hay demasiadas chicas y uno que otro chico, eh.
Bill: Humm… el público femenino
siempre invade nuestros conciertos.
Yo: Ajá, y… es como si quisieran
saber absolutamente todo de ustedes. En mi opinión, eso es un fanatismo
extremo.
Bill: A mí me encanta que sean
así, (name). Además, ella sólo nos ven en conciertos y en televisión o
internet, y si tuvieran la oportunidad de conocernos como ti lo haces,
seguramente no preguntarían nada en la aplicación.
Yo: Si yo fuera una de ella, los
dejaría vivir tranquilos.
Bill: ¿Segura? (sonrió
disminuyendo la velocidad frente a una zona de estacionamientos).
Yo: Humm… Si. Dejaría todo al
destino.
Bill: ¿Crees en él?
Yo: No lo sé, simplemente creo
que tarde o temprano nos debíamos conocer.
Nos bajamos de su auto bajando mi
bolso, mi chaqueta de cuera y sus pertenencias. Al parecer no desentonaba mucho
con las chicas que veía, por lo que quizás estaba en el lugar indicado. A penas
nos unimos al ritmo que llevaban todos al caminar por las calles, Bill cambió
el idioma del inglés al alemán, y fue inevitable seguirle el juego cuando en
realidad sólo me explicaba que nos encontrábamos en una zona llena de discos,
pubs y bares que solía llenarse cada noche renovando la vida nocturna de L.A.
Bill: Los paparazis suelen
frecuentar lugares como este en busca de algún famoso y así vender las fotos a
sitios webs o revistas.
Yo: ¿Y te han fotografiado alguna vez?
Bill: Que yo sepa, no.
Yo: ¿Y si te fotografían ahora
mismo?
Bill: Trataría de cubrirte para
no exponerte demasiado por tu trabajo.
Yo: Bill…
Bill: Dime.
Yo: (Tomé su mano entrelazando
nuestros dedos y deteniendo su andar para que miraba la nueva sonrisa en mi
rostro) Definitivamente eres de lo que cuesta encontrar en el mundo.
Bill: ¿En cuánto a qué? (Vale… al
menos no entendió la cursilería que se escapó de mis labios sin antes
procesarlo en mi cerebro).
Yo: A nada. Mejor olvida lo que
mencioné.
Entramos a una discopub con
guardias/gorilas/hombres de negro/toros en la entrada que ignoraron nuestra
presencia cuando subimos los tres peldaños hacia una estancia con luces de neón
en donde había música movida. La pista de baile se veía llena, mientras que las
mesas parecían estar completamente ocupadas por clientes… oh, era el día del
happy hour en este local, a eso se debía anta asistencia. Bill me condujo por
unos escalones que guiaban a una zona más ventilada y con menos gentío… los
V.I.P.
Divisé a Thomas junto a Andy y…
vale, fui invitada a una reunión sin saberlo del todo. Saludé a cada uno de
ellos siendo observado por sonrisas cómplices y ojos indirectos, los chicos
encargaron una nueva ronda de cervezas junto con algo para comer y evitar los efectos
secundarios típicos de quienes toman con el estómago vacío.
Bill: ¿Así que se reconciliaron?
Andy: Digamos que está a prueba
(sonrió quiñando un ojo sin ser vista por Tom).
Tom: Se supone que quedamos a
mano luego de sanar la herida de tu dedo y ser tu esclavo la noche pasada (dije
incrédulo ante lo que Andrea acababa de decir, era la pareja más graciosa que
he visto en mi vida, enserio).
Andy: Pero no estás perdonado del
todo, Kaulitz.
Yo: Pobre Tom (lo codeé al ver su
puchero por las palabras de su novia).
Bill: Mejor reconquístala, ¿dónde
quedaron tus dotes de macho experto?
Tom: ¡Eso no sirve con ella, ya
lo he intentado!
Andy: Já ¬¬ Y si lo vuelves a
intentar, te irá peor conmigo, eh.
Yo: ¡Pero qué mala Andy! Al pobre
lo dejas sin suministro de amor y le entra la vena depre… míralo (Tom continuó
con su puchero en dirección a mi amiga) míralo, Andy. Al pobre lo has dejado
con el corazón roto.
Andy: Ya era hora de hacerlo
sufrir ;-)
Bill: Pues no parece estar
sufriendo lo suficiente, eh.
Tom: ¡Para qué más ayuda Billi!
Bill: xD
Andy: No te preocupes, Bill. Tu
hermano sabe fingir que no sufre, pero lo hace.
Tom: ¿Algunas sugerencias para
remendar mis errores? Se aceptan todas.
Yo: Cursilerías.
Bill: Regalos.
Yo: Si, cumplidos.
Bill: Mejor invítala a bailar
esta canción =)
Yo Y luego la llevas a una cena
romántica y quedas disculpado.
Tom: ¿Enserio? *o*
Yo: Ajá.
Andy: ¿Ves? Hasta te ponen las
cosas más fáciles de lo que ya son y…
Tom: ¿Me permitiría esta balada,
hermosa dama entre tanta gentuza?
Yo-Bill: ¿¡Gentuza!? Nosotros de
ayudamos.
Tom: Vale, vale… ¿aceptaría
bailar esta balada junto a mí, señorita dueña de mis sueños, cuerpo, corazón y
pensamientos? (¡Dios! Había que ver cuán romántico era si se lo proponía,
incluso Andy estaba con una sonrisa imborrable en su rostro).
Yo: ¡Dile que si! Si hasta se
puso rojo, Andy.
Bill: No siempre puedes ver a mi
hermano así.
Tom: (Ignoró nuestro comentarios
a pesar de la honestidad de éstos y tomó la mano de Andy para captar su
atención) ¿Y aceptas?
Andy: Negarme sería un acto
deshonesto de mi parte sabiendo que no siempre te pones en plan príncipe azul…
así que, acepto :)
Sonreí aún más sabiendo que
Andrea había aceptado algo tan cursi. Era como ver una película romántica y
observar como espectador, el amor infinito y puro que se tienen la pareja
principal. Negarse al amor nunca fue la mejor decisión que tomé, y sólo llegué
a este razonamiento cuando conocí a Bill y supe que algo en él cambiaría mi
perspectiva de ver las cosas, pero quizás nunca pensé que fuera demasiado. Aún
tenía aquella cinta azul en mi muñeca, aquella cinta que sellé luego de sumirme
en una oscuridad abrumadora ante la partida de mis padres y una vida que no
elegí…
Quizás ya era hora de cortarla y
seguir dejarme llevar por los sentimientos que Bill me hacía revivir cada vez
que me observaba, sonreía o tocaba… justo como ahora, en donde nuestras manos
entrelazadas bajo la mesa, parecían hablar por nosotros mismo sin interrupción
alguna.
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Hallo Gurls!!... Sé que les dije en el chat que subiría pronto, pero no contaba con que en mi vuelta a clases luego de una vacaciones en donde casi muero por el frio, fuera estresante. Los profes nos pasan diciendo "Aww! les queda súper poco para salir, como dos meses más", y el estrés aumenta -.-
En fin... el próximo capítulo se viene humm... intenso. Ah! Y falta muuuuuuy poquito para el final de esta temporada. Así que yo si fuera ustedes, me preparo para cualquier tipo de final porque aún lo estoy pensando bien, eh.
Comenten, griten, lloren, rían, lean, escriban, respiren, etc.
Kusses sabor a Billi K.