NARRAS TÚ
Ulliel: No entiendo cómo puedes
comer tantas cosas y no vomitar.
Yo: Como lento (dije tomando un
sorbo de mi coca cola), además, desayuné pésimo.
Ulliel: ¿¡Lento!? Ya vas por tu
segunda pizza tamaño familiar en menos de 6 horas… ¿estás bien? ¿Sigues
pensando o Dina? Porque tu justificación del desayuno no me la creo ni estando
borracho.
Yo: Dina da igual (mordí mi trozo
de napolitana ante la cara de asno de Gaspard).
Ulliel: ¡No sé no so quiera por
qué acepté venir contigo! Odio los centros comerciales, incitan al consumo y
endeudamiento de la población.
Yo: ¡Porque eres hombre y
necesito de uno ahora!
Ulliel: Las mujeres saben más de
regalos que los hombres.
Yo: Pero es la primera vez que
regalo a alguien en su cumpleaños… a excepción de Pantera.
Ulliel: Entonces piensa en lo
contrario de corazones y flores y bombones. Así de fácil.
Yo: ¿Qué? ¿Piensas irte? Acabamos
de llegar y…
Ulliel: Y lo primero que hacer es
comer dos pizzas familiares luego de pasar a un Starbucks.
Yo: ¡Tengo hambre y punto! (gruñí
cansada de sus quejas).
Se resignó a acompañarme mientras
se reía de mi repentina gula. Por petición de Tom y Bill, Gaspard se quedaba
hasta esta noche en L.A., bueno, se suponía que era hasta el cumpleaños de los
gemelos dentro de una semana, pero dijo que extrañaba mucho a Lily, su
hermana/novia. En cuanto a Bill y yo, creo que no nos hemos separado durante
cuatro días, incluso hoy lo obligué a que fuera al estudio con Tom. Creo,
además, que en los últimos días hemos tenido sexo como dos o tres veces al día
porque uno busca al otro, o insinuamos descaradamente lo que queremos
contagiando de las ganas al otro. Ahora necesitaba un regalo, mi primer regalo
de cumpleaños para Bill. ¿Qué regalarle a alguien que lo que quiere, lo tiene?
¿Qué darle a alguien que recibe millones de dólares por ventas de su música a
otros artistas y a los fanáticos?
UlliEl: Te estás exponiendo
demasiado, (name).
Esas cinco palabras bastaron para
detenerme frente a una tienda de música observando detenidamente a Gaspard,
quien repentinamente lucía demasiado serio y formal. Un escalofrío recorrió mi
espalda traicionando a mi mente. Algo me decía que dejara de oír sus palabras
pero el masoquismo me ganó y mi mirada contuvo la suya al tiempo que me quedaba
estática.
Yo: ¿Exponerme? ¿A qué?
Ulliel: Ya eres conocida en
sitios de internet como “La Novia Kaulitz”. Ayer Tom y Andrea vieron fotos de
ti y Bill muy cariñosos en la calle… y en varios programas han tratado de saber
quién eres.
Oh… eso era. Y soy consciente de
saber en qué mierda me estoy metiendo, y Bill también pero nadie ha mencionado
nada sobre el tema en absoluto. Había visto lo de “La Novia Kaulitz” pero me
dejé cegar por ser la primera foto en la que salíamos besándonos… eran de ese
día en que follamos en los probadores, uno de los mejores días junto a él.
Ulliel: Si esto sigue, pronto
sabrán tu nombre y aparecerás en televisión continuamente. Muchos te verán,
muchos tipos en otras mafias sabrán por dónde comenzar a encontrarte si te quieren cerca de ellos.
Yo: Lo sé, Gaspard. Pero no sé
qué hacer.
Ulliel: Debiste pensarlo antes de
meterte con un famoso cantante alemán.
Yo: No puedo renunciar a la
mafia. No ahora que les debo mi rescate.
Ulliel: ¿Y luego de que estén a
mano, qué vendrá? ¿Qué será lo próximo?
Yo: Yo no… espera, ¿Bill te dijo?
Ulliel: ¿Qué cosa?
Yo: Que quiere que renuncie.
Ulliel: No. No tenía ni idea…
pero apoyo su deseo si sigues con él.
Yo: Gaspard…
Ulliel: El punto es que si te
expones al mundo de la fama, expondrás a Bill a las mafias.
Yo: No puedo renunciar,
entiéndelo.
Retomé el paso con lentitud
tratando de retomar el equilibrio en mi cuerpo que repentinamente se sentía
demasiado gastado. A medida que mis pasos eran más estables, noté ciertos untos
que nunca analicé en lo que llevo de relación con Bill. No importa cuánto me
esmere en mantener mi relación alejada de mi trabajo, ambos se atraían y temo
que se unan lo suficiente como para poner a Tom, Andy, o Bill y sus padres en
peligro. Sé cómo trabajan los espías y los caza recompensas, y lo peor es que
les estoy dando mi vida sin que ellos indaguen demasiado. A este paso, todo
parecía ser una bomba de tiempo en donde en cualquier segundo todo estallaría y
se revelaría el verdadero caos en mi vida y la de Bill. No quería mencionar
aquellas horrorosas palabras en mi mente o boca, sin embargo, ya las notaba
presentes a punto de ser estrujadas por la punta de mi lengua.
Ulliel: A Andy le llegó una
amenaza escrita y anónima, (name).
¿Qué…?
Lo observé fijamente sintiendo
las arcadas avecinarse por mi garganta. A lo lejos divisé un baño y corrí a él
escuchando mi nombre y sus pasos detrás. Al parecer, era cuestión de días o
semanas para que dicha bomba detonara, y sólo había una forma de evitarlo. Esto
era demasiado. ¿Cómo podían llegar a Andrea tan fácilmente y amenazarla? No, no
era una amenaza para ella. Me estaban advirtiendo que ya conocían mi círculo
social.
Alcancé por suerte de segundo a
arrodillarme frente al inodoro y expulsar los restos de pizza que había comido
con tanta hambre y ansiedad. Las arcadas me evitaban respirar y sentía cómo
lágrimas caían de mis ojos debido a la fuerza con la que mi estómago se
contraía para vaciarse en su totalidad. Sentí las manos de Gaspard tomar mi
pelo y acariciar mi espalda mientras expulsaba los últimos vestigios de bilis y
las arcadas salían vacías y mudas. Cuando noté todo más normal, fui consciente
de que un hombre en un baño de damas se veía mal, y más si nos observaban
impresionadas de la situación tapando sus bocas. Sentía la garganta en llamas y
respiraba con cierta dificultad… seguramente debía lucir terrible.
Yo: Necesito… agua (murmuré
mientras me paraba).
Ulliel: Toma del lavabo.
Yo: Deberías irte… estás en el
baño incorrecto.
Ulliel: No es la primera vez que
invado uno (sonrió a las observadoras y éstas dejaron de observar
avergonzadas).
Yo: Típico de ti (me reí notando
que todas se iban una tras la otra).
Ulliel: ¿Estás bien? Últimamente
tu gula y bipolaridad asustan.
Yo: No tengo gula ni bipolaridad,
sólo tengo ansiedad y… ¡ni si quiera sé por qué justifico mi comportamiento
contigo!
Ulliel: ¿No estarás estresada o
enferma? Se supone que tú eres la aspirante a loquera, no yo.
Yo: Estoy bien… ¿qué decía la
amenaza?
Ulliel: ¡Qué voluble, (name)!
Modera esos cambios, eh.
Yo: Entonces guíame por un camino
en donde no termine vomitando.
Ulliel: Decía que se alejara de
la zona de persecución o el atentado iba a ser peor de lo que estaba en los
límites de su imaginación.
Yo: Yo soy a quien la presa a
cazar (murmuré con la voz aún ronca mojando mi rostro y tratando de despertar
de esta pesadilla).
Ulliel: Exacto.
Yo: ¿Por qué a ella?
Ulliel: Deben estar vigilando los
perímetros de todos. Y seguramente debe ser porque Andrea es la espía que más
se ha relacionado contigo a lo largo de lo que llevas en las mafias.
Era una amenaza directa que hasta
la persona más ilusa no tardaría en descifrar ni un segundo. Ellos, a quienes
yo quería, era los que estaban estorbando para quienes querían hacer de las
suyas conmigo. Quizás querían negociar una oferta laboral, o querían
aniquilarme, pero para eso, debían despejar paulatinamente el blanco. Estaba en
jaque, y sólo había una solución posible por mucho que mis neuronas buscaran en
su desesperación otras escapatorias.
Yo: ¿Cuánto tiempo queda?
Ulliel: Después de la primera
amenaza, suelen quedar dos o tres semanas antes de la primera señal de
advertencia.
Yo: Es muy poco y…
Ulliel: Ahora es cuando deberías
dejar tus sentimientos de lado, (name). Piensa fría y calculadoramente porque
de ti depende que ellos sigan vivos. Si fuera mi caso, me alejaría de Lily a
como dé lugar.
Yo: No sé cómo decirle a Bill
(murmuré imaginando su rostro y su hermosa sonrisa).
Ulliel: No pienses con el
corazón, piensa con la mente. Hay vidas de por medio. Y sé que ellos son lo más
sagrado que tienes en esta vida.
Bill… justo ahora que todo iba
tan bien me tenía que separar de él. No era justo tener que dejarlo y
desprenderme de su apasionado corazón precisamente cuando estaba en la cima de
mi felicidad. ¿Acaso era el karma? ¿Tanto mal he hecho en estos años que ahora
debo pagarlos alejándome del centro de mi mundo? ¿No entendían que yo quería
estar con él?
Yo: ¿Y si renuncio a la mafia?
Ulliel: Saldrás perdiendo. Eres
inmune estando en ella, (name).
Yo: En estos momentos no
(farfullé apretando los puños).
Ulliel: No, no lo eres. Pero si
te vas, ellos tomarían ventaja y no tendrías con quién protegerte.
Yo: ¿Y el FBI o la CIA?
Ulliel: Te faltan pruebas que
afirmen lo que dices y no crean que vas de paranoica por la vida.
Dios mío. Esto era demasiado
complicado. No importa cuántas preguntas sobre presuntas posibilidades hiciera,
la mejor respuesta siempre sería alejarme de Bill para protegerlo. Era como si
me dijeran que me quedaban minutos de vida, y que en esos minutos sólo podía
elegir entre disfrutar con mis seres queridos o preparar un testamento. Sé que
la opción correcta sería disfrutar con aquellos a quienes amo, pero era mejor
asegurarle el futuro a cada uno de ellos.
En estos momentos no debía pensar
como (name), sino como la Invasora. Mente calculadora, manos listas para destripar
o ahorcar, ojos enfocados en el enemigo y respiración profunda y calmada. O era
Bill, o era yo.
Salimos del baño en silencio, con
el regalo de Bill y de Tom en la mente a medida que avanzábamos por los
pasillos llenos de gente normal que no tenía que lidiar con amenazas de vida o
muerte. Me detuve frente a una vitrina simple y sin muchas luces ni detalles
como las otras encontrando lo que tenía en mente. Me volví a Gaspard que
observaba lo mismo que yo con las cejas levantadas y sorprendido.
Yo: Tengo dos opciones. La
primera, es movilizarme por mi cuenta hasta dar con quien envió el mensaje y
luego matarlo cueste lo que cueste.
Ulliel: Pero es demasiado
arriesgado porque ellos pueden tomar a Bill o a cualquier como rehén a cambio
de tu vida, e incluso pueden usar la clásica técnica del “ojo por ojo”.
Yo: Por eso tomaré la segunda (lo
miré directamente a los ojos, y él pestañeó aún sorprendido por lo que veía).
Ulliel: ¿(Na…me)?
Yo: Es tu opción, Uranio.
Ulliel: ¿Segura?
Yo: No pienso arriesgar su vida
ni la de su familia (susurré volviendo a ver la vitrina).
NARRA BILL
Tom: Listo. Mamá dijo que
llegaría en el vuelo de las diez de la noche el viernes.
Yo: Podríamos cenar en la casa
(sugerí ordenando las letras de las canciones).
Tom: Apoyo la idea. Creo que
cumplir años me hace sentir más viejo y sinceramente prefiero no exponerlos al
escrutinio de los programas de televisión.
Yo: Lo sé.
Tom: ¿Viste lo de tú y (name)?
Yo: Ambos lo vimos pero no lo
hemos hablado.
Tom: No puedes…
Yo: Lo sé, por eso negaré
absolutamente todo diciendo que es una de las productoras del nuevo disco.
Tom: Claro, y cuando no aparezca
su nombre en el CD, se darán cuenta de que era una de tus mentiras, ¿verdad?
Yo: ¿Sugieres una idea mejor?
Tom: Sugiero que ella se disfrace
cuando salgan, y que no se besuqueen en público ni anden de la mano por las
calles. Simplemente parezcan conocidos.
Yo: Pero ella…
Tom: Recuerda que no es una
simple chica, Bill. Te estás metiendo con un mundo lleno de pleitos.
Yo: ¿Y tú no? Que Andy haya
renunciado no quiere decir que estés totalmente libre de la mafia.
Tom: Por eso no la beso en
público. Tratamos de lucir como “socios de negocio”.
Yo: ¿Y? aún así te fotografían
con ella luciendo sonrisas bobaliconas cuando ella te mira.
Tom: Hmmm…
Yo: Si, “hmm”.
Tom: ¿Le mencionaste que en unas
semanas tendremos que ir a Alemania?
Yo: No… aún.
Tom: Vale, eso quiere decir que
esperarás a decirle cuando queden días para irnos.
Yo: Es que… no sé cómo
reaccionará.
Tom: No creo que se enoje.
Yo: No lo hará. La conozco muy
bien, simplemente no sé si quiera venir con nosotros o quedarse y seguir con
sus estudios.
Tom: No la obligues a nada.
Yo: Nunca hago eso.
Estaba ansioso. Era mi primer
cumpleaños junto a ella y el primero en donde lo pasaría con la mujer que más
he amado en la vida. ¿Qué otros deseos podía pedir que estar acompañado por la
dulce y embriagadora sonrisa de (name)? Deseaba que llegara luego ese día y así
ver la sonriendo y luciendo hermosa sólo para mí. La amaba demasiado, era un amor
más que profundo, infinito. (Name), era la primera con la que me proyectaba
hasta el fin de mis días, quizás con hijos o sin ellos, pero siempre con ella a
mi lado animándome a continuar cada día y dándome las fuerzas necesarias para
vivir por el resto de mis tiempos. Planeaba presentársela a quienes aún no la
conocían, hacerles sentir envidia porque yo obtuve el boleto ganador de la
lotería y ellos no. Pretendía demostrarles a quienes nos vieran, que yo era su
único dueño y que la amaba más de lo que cualquiera pudiese imaginar.
Con ella, las canciones surgían
como lluvia por mi cabeza. La inspiración se volvía mi amiga y todo funcionaba
de maravilla. Muchas de las canciones que creé tras su regreso, fueron a parar
en otras bandas que las volvieron un “hit” en las radios internacionales y que
ahora mucha gente corean a penas las oyen. La Invasora era un hermoso trébol de
cuatro hojas que debía cuidar para que no se secara, y que a cambio me brindaba
la mayor de las suertes y felicidades.
Yo: ¿Qué pasaría si alguna vez te
separas de Andrea?
Tom: ¿En qué sentido? (murmuró
afinando una de sus guitarras Gibson favoritas).
Yo: En el sentido de no estar
juntos (blanqueé los ojos ante su comentario).
Tom: Creo que la seguiría amando
a pesar de que no estemos juntos. Seguramente hasta seríamos amigos con
derechos.
Yo: Pero imagina que lo tuyo con
ella… que el amor entre ustedes se apagó.
Tom: Pues, creo que trataría de
ser su amigo. No me gustaría que termináramos mal como suele pasar con otras
parejas. Quiero que sea feliz con alguien pero que siga confiando en mi.
Yo: ¿Acaso eso es posible?
Tom: Bill, el amor no se va de la
noche a la mañana, y eso tú lo sabes mejor que nadie.
Yo: ¿Lo dices por (name)?
Tom: Ajá. Pasó un año y algo, y a
penas lo volviste a ver, la amaste más que antes.
Yo: Lo sé… simplemente me asusta
la idea de que terminemos.
Tom: Entonces simplemente ámala,
sorpréndela, hazla reir… jamás la aburras.
Yo: Eso hago.
Tom: ¿Entonces, por qué tanta
preocupación por perderla?
Yo: Porque ya ha pasado
anteriormente.
Tom: Ninguno de los dos quiso
acabar con la relación.
Yo: Pero…
Tom: ¿Sabes? Creo que te hace
falta comer. La fatiga te hace hablar incoherencias e imaginar estupideces.
Yo: Tom…
Tom: Ésta vez, te invito a un restaurant
de comida árabe que me enseñó Andy hace unos días atrás, ¿vale?
Si mi hermano me hacía esquivar
aquella extraña sensación de que sin ella prácticamente me muero en vida, era
porque intuía lo mucho que la amaba. A diferencia de su relación con Andy, la
mía se basaba en una relación mucho más complicada debido a que si estaba con
ella, automáticamente estaba con sus fantasmas, manchas, y con la mafia.
Pero aún así la amaba más que a
nadie en este mundo.
Si, a ella. A mi extraña
conocida.
A mi querida Invasora.
A mi (name).
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Hallo Gurls!!!
Bueno, seguramente (aun no lo sé muy bien), quedan dos capítulos o uno... no lo recuerdo bien.
Trataré de subirles el próximo, dentro de este mes. Por suerte, ya no tengo exámenes hasta nuevo aviso ;)
Espero que estén bien y que comenten y expresen lo que quieran en el chat o debajo de cada capitulo. Porque aunque no lo crean, ustedes son las que me obligan mentalmente a seguir con el fic y animarme a subir capitulos y estrujar mis neuronas ;)
Kusses...
Bye//Bye