Me Hubiese encantado tener una moto para escapar en momentos como estos en donde sólo deseo que me trague la tierra. Fue Georg quien tocó el timbre a pesar de que suponía que ya todos estaban enterados de nuestra llegada, y como un acto reflejo, tomé la muñeca derecha de Gustav esperando lo que yo suponía que era lo peor. Prácticamente deseaba que me raptaran los extraterrestres para no ver aquellos rostros, pero fue demasiado tarde cuando Gordon abrió la puerta. ¿Por qué parecía estar feliz de verme siendo yo quien mintió a su familia descaradamente?
Gordon: ¡Guau! Sigues igual a la última vez que te vimos, (name).
Yo: Gracias, Gordon. La verdad es que me acabo de enterar de que vendríamos a cenar acá u me siento completamente desaliñada y empapada.
Geo: Compramos pistolas de agua para niños y jugamos en la playa.
Gordon: ¡Ahora entiendo por qué no andas tan liso Georg!… apropósito, (name). Siéntete como en tu casa y recuerda que eres bienvenida acá y siempre lo serás. Adelante, entren chicos.
Yo: (¿Cuánto tiempo sin escuchar palabras sinceras como esas? Mucho) Gracia, nuevamente. A pesar de que me sorprende estar acá luego de todo lo que pasó hace…
Xxx: ¡(Name)!
Y por lo que parecía ser la sala de estar apareció el hermano del “Innombrable”, como le habían dicho en su momento los chicos. Era imposible que Thomas cambiara desde la última vez que lo vi junto a Andrea; seguía usando camisetas que le hacían lucir sus músculos y sus trenzas negras. Lo abracé tratando de buscar fortaleza para hablar con Bill, quien seguramente debía estar cerca o por acercarse, si es que me quiere ver.
Tom: Pensé que ya te habías olvidado de lo que acordamos…
Yo: Siempre lo he tenido presente, sólo que no me armaba de valor.
Tom: ¿Y ahora sí? (dijo separándonos para verme directamente con una sonrisa en su rostro).
Yo: Bueno (dije mirando a los chicos que me observaban con rostros burlones), uso amigos tuyos adelantaron lo que yo planeaba hacer en un mes a hoy. Se supone que iríamos a cenar a no sé dónde.
Tom: ¡Ah! entonces tú eras la invitada de la que mamá hablaba.
Yo: ¿Simone? Entonces lo sabía todo.
Gus: Sip. Ella ha hecho que sea posible estar acá y que todos se despisten de nuestra ausencia.
Andreas: Y Gordon también.
Gordon: Bueno, más que nada apoyé a Simone en lo que podía.
Yo: ¿Y… es aquí donde viven?
Geo: Bueno, nosotros debemos ir a cambiarnos de ropa porque apestamos. No nos olviden, eh.
Gordon: Yo iré a ver la cena (todos se fueron dejándome frente a Tom ¿acaso ya habían planeado esto?).
Tom: Mis padres suelen venir cuando tienen vacaciones ya que no aceptaron venir con nosotros. De hecho, se irán en unos tres días por el trabajo de mamá… así que, se podría decir que Bill y yo casi siempre estamos solos.
Yo: ¿Y Andrea?
Tom: Está en una misión en Las Vegas, pero volverá pronto. Según ella es una de las últimas que tenía pendientes antes de presentar su renuncia así que acordó con su nuevo jefe terminar lo que ya tenía asignado antes de retirarse definitivamente.
Yo: Ahora entiendo por qué aún figuraba en ciertas cosas. ¿Y… tu mamá? No me ha saludado hoy.
Justo en ese momento habíamos llegado al patio trasero en donde había una enorme terraza y una piscina grande además de áreas verdes bastante coloridas y bien cuidadas. No me sorprendía mucho ya que Tom y Bill siempre han tenido buen gusto en todo. Pero el silencio de Tom me inquietó pensando lo peor a pesar de que su rostro seguía pacífico.
Tom: Bill estaba con treinta y nueve y medio de fiebre… y mamá está intentando disminuirla.
Yo: ¿Qué le pasó para que estuviera así? (murmuré un poco atónita ya que jamás he visto a un hombre, ni mucho menos a Bill con fiebre).
Tom: Georch, Gust y Andreas me dieron ochenta euros para mantener a mi hermano acá, sin salidas.
Yo: Eso ya me lo dijeron los chicos anoche.
Tom: ¿Tuviste una orgía con ellos? O__o
Yo: ¡No! ¡Qué asco Thomas! Jamás haría eso.
Tom: ¡Era broma! (dijo riéndose de mi expresión asqueada).
Yo: Y… ¿qué le pasó a Bill ayer?
Tom: Cayó en la piscina mientras bañábamos a nuestros perros y olvidó secarse y cambiarse de ropa. Ahora me culpa de que esté resfriado y con fiebre así que no me quiere ni ver, por lo que mamá lo cuida. Así que no te sorprendas si parece estar poseso porque es normal en él.
Yo: Treinta y nueve y medio es preocupante, Tom.
Tom: Lo sé, pero prefiero que mamá lo vea. A no ser que…
Yo: ¿Qué?
Tom: ¿Sabes? Dudo que mamá baje hsta acá por el estado de Bill, así que tendremos que subir ;)
Yo: Pero no…
Tom: No te morderá ni te hará daño, así que no rechistes más.
Sé que pude haber puesto en práctica mis ataques de defensa personal cuando tomó mi codo y me arrastró con él por las escaleras dándome una vista panorámica de la casa, pero todo lo que me hacía ser una espía/asesina/perra se desvanecí l saber que estoy junto a ellos. No es que me sintiera como una adolescente hormonal e histérica, pero era como si tuviera una invitación a la puerta de la normalidad por más que ellos fueran famosos, qué contradictorio ¿no?
Pude ver una tenue franja de luz reflejarse en la pared opuesta de donde provenía, supuse que era en donde se encontraba Bill. A medida que nos acercábamos podía oír levemente una respiración jadeante y uno que otro murmullo que hacía que volviera a sentir las casi-muertas y olvidadas mariposas en mi estómago y mis pulsaciones aceleradas e incontrolables… y todos esos síntomas se reducían a una palabra, no, a un nombre. Bill Kaulitz Trümper.
Tom: Espérame acá. Iré a buscar a mamá para avisarle de tu llegada (dijo a lo que sólo asentí).
Tras quedar sola y casi a oscuras en el pasillo, no deparé en la pared que afirmaba mi espalda para no perder el equilibrio, ni mucho menos en las gotas saladas que corría por mis mejillas, sino que sólo escuchaba ese jadeo hiriente que provenía de la rendija que se encontraba frente a mí por la cual entró Tom. Me sentía tan culpable del estado de Bill que inconscientemente evalué las posibilidades de huir por una ventana como cobarde… si no hubiese aceptado la llamada de Gustav y Georg, seguramente estaría acá en Los Ángeles sin irrumpir en la familia de los gemelos y la banda.
Xxx: (Name)… (Murmuró aquella voz tan acogedora que me recordaba a mamá).
Yo: Oh… lo siento Simone. Todo esto es únicamente mi culpa, y la verdad yo…
Me sorprendió recibir un abrazo acogedor de su parte. Si, era como sentir a mamá consolándome tal y como lo hacía durante mi corta niñez rosa. ¿Cómo era posible que Simone no me odiara tras huir de las conexiones que me guiaban a su hijo? ¿Es posible tener un corazón así de grande como el de ella?... me sonrió y yo sólo pestañeé ante la sorpresa. Simone respiraba calma y paz, todo en ella irradiaba felicidad.
Simone: No debes disculparte… Bill es quien se olvidó de secarse luego de la piscina y ahí ves los resultados, cariño.
Yo: …Gracias, Simone (dije separándome de ella para limpiar los restos de lágrimas en mis mejillas a pesar de que éstas aún caían sin parar). ¿Cómo está él?
Simone: La fiebre ha bajado a treinta y ocho y medio… ahora se estaba quedando dormido.
Yo: …Yo… no sé si entrar y…
Simone: No te preocupes, está dormitando y no diferencia la realidad del mundo onírico. Sé que quieres ver cómo está, (name). Ve y entra, que estás en tu casa.
Yo: Muchas gracias.
Simone: ¡Ah! Bienvenida a Los Ángeles. Y te espero en diez minutos abajo para cenar junto con Tom (dicho esto, desapareció por el pasillo dejándome frente a la puerta).
Sin embargo, no quise acercarme en esos diez minutos ni mucho menos cuando Thomas me llamó desde esa habitación… y es que mi llanto brotaba por mis mejillas sin mi consentimiento cada vez que me proponía entrar por la puerta frente a mí. Fue Gustav y Tom quienes me acompañaron al baño y ayudaron a secar mis mejillas ya que yo ni reaccionaba producto de los jadeos que escuché y que seguían revoloteando por mis oídos como una melodía contagiosa. Luego de sentarme en el borde de la bañera siendo observada por ellos, pude calmarme y dejar de hipar, quitándome el velo insensible que me cegaban de la realidad.
Tom: ¿Ahora estas mejor? (murmuró atento a mis expresiones).
Yo: No quería verlo así a pesar de ser una tonta fiebre.
Gus: (Name) no es tu culpa. Además, está disminuyendo de a poco su temperatura.
Tom: ¿Ves? No va a ser la última vez que Bill se enferme, ni tampoco es la primera. No te culpes, porque fue él quien se cayó a la piscina y se quedó con la ropa húmeda puesta.
Yo: Es que… ¿Y si me odia?
Tom: ¡Pff!
Gus: Sabes que no es así. No seas terca… él es quien te ha esperado desde el día en que te fuiste.
Tom: Si. Además, ya estás acá. Y debes cumplir tu parte de la promesa.
Yo: Hablar con Bill y pedirle mi diario (dije sorbiendo mi nariz y blanqueando mis ojos tras escuchar esas palabras cansadoras).
Tom: ¿Entonces? Hablen. Aclaren sus diferencias y empiecen de cero… ¿tan difícil es eso?
Yo: ¿Y acaso crees que tu hermano va a querer hablar de esto sin antes echarme de su casa?
Gus: Eres la invitada de Simone, y por eso no puede.
Tom: Y también mi amiga ;-)
Yo: No me gustó oír a Bill así, Tom. Fue… horrible.
Gus: Nadie dijo que tener fiebre era una de las mejores cosas del mundo.
Tom: Fue mala idea llevarte con él tan precipitadamente… debí suponer que reaccionarías así tras sólo escucharlo.
Yo: No, está bien. Ni si quiera yo supe que reaccionaría así. No me controlé.
Cuando me tranquilicé completamente y mi rostro ya no tenía pequeñas manchas rojas en mis mejillas de tanto llorar, Tom me llevó a su cuarto y me pasó un pantalón de Andy (que me quedó demasiado ajustado a pesar de que ella era una talla más grande que yo) y una camiseta vieja de él para que me cambiara a algo que estuviera más seco que lo que traía puesto, y luego bajamos con los demás para cenar. Prácticamente pude saber lo que pensaban con sólo ver sus caras mirándome arrepentidos, pero traté de sonreír lo que más pude y decirles que ya me encontraba bien y que no se preocuparan. La cena consistía en prácticamente un banquete sobre la mesa de roble; había sushi, pizza, pollo asado con aliños típicos de Alemania, aderezos, entre otras delicias que hacían que mi estómago brincara de felicidad… no comía desde la mañana.
Simone: Quise preparar muchas cosas porque no recordaba tus gustos (se excusó con una sonrisa).
Yo: No se preocupe, Simone. No hago dietas ni nada por el estilo, de hecho me gustan muchas cosas que tengo frente a mí.
Geo: Si te comes todo, engordarás y no entrarás al auto porque reventarás los neumáticos con tanto peso xD
Yo: No creo. Una vez comí seis hamburguesas y mantuve mi peso intacto e_e así que no seré una bola de grasa ;)
La cena no se hizo tan incómoda como pensé ya que fue un conjunto de bromas y risas que me hacían sentir como si estuviera en mi casa. Gordon y Simone me preguntaban de lo que había hecho durante este último año y todos escuchaban atentos mi relato (omití la parte de mi problema con las drogas porque era algo muy vergonzoso como que se enteraran), incluso les mostré el tatuaje y todos se sorprendieron a excepción de Toma, quien ya lo conocía… quedaron tan maravillados que Simone le sacó una foto para pintarlo en cuanto llegara a Alemania. Por otra parte, vi el nuevo y primer tatuaje que Tom se hizo, “06:20” era la hora en la que nació, y mencionó que si gemelo tenía si hora en la otra mano junto a lo que parecía ser un tatuaje en toda su mano, y por supuesto también vi su nuevo piercing en el labio, comentándome que el video de cuando se lo hizo lo publicaron en su aplicación para Android Market y Apple Store. Luego de tanta insistencia por parte de Geo y Tom, compré la aplicación en mi Smartphone y vi algunas fotos, pero no podía seguir con rodeos por mucho tiempo… por muchas distracciones que tuviera, sabía que debía subir las escaleras y verlo.
Yo: Discúlpenme pero… creo que debo subir (dije observando el enorme patio en el que me encontraba).
Tom: ¿Quieres que te acompañe?
Yo: Prefiero hacer esto yo sola, Tom. No te preocupes, estaré bien.
Simone: Cualquier cosa nos avisas, cariño.
Yo: Ok. Gracias Simone.
Abandoné el patio dirigiéndome a pasos agigantados hacia las escaleras, y subiendo éstas de dos en dos con el corazón latiéndome a mil por hora cuando me encontré frente a la puerta que me separaba de Bill. ¿Acaso este momento sería guardado como un antes y un después en mi vida? ¿Cuántas veces deseé tener la oportunidad de verlo y decirle cuánto lamentaba haberle mentido? Lo añoré un montón, y si hay un Dios, sólo él lo puede saber… ¿cómo una persona puede significar tanto para ti en menos de un año? ¿Qué hizo conmigo? No hay tiempo para respuestas, no ahora cuando todo lo que me importaba era verlo. Giré la manilla de su puerta abriéndola lo suficiente como para entrar, bajando mis paredes mentales esperando cualquier cosa. Mi respiración se llenó de él, de aquel aroma adictivo e indescriptible que se convertía en mi nueva forma de oxígeno, en mi olvidada droga. Si habitación era grande, con un escritorio en donde había una foto enmarcada de él y su gemelo entre otras cosas… y es que no me quería fijar en muchos detalles.
Pude sentir nuevamente una ola de lágrimas nublarme la vista y a mi corazón vivo al verlo en su cama… era Bill, ¡era Bill! Era el chico que salía en todas mis conversaciones de cada día, quien me hizo llorar meses y me debilitó en un abrir y cerrar de ojos… era quien me enseñó a ver mi vida de un modo diferente, quien hizo que me sintiera viva después de tanto tiempo, y quien me enseñó a amar.
Me arrodillé frente a su cama, admirando a aquel que me cambió, al que me hizo más humana. Seguía siendo el mismo, el chico de Las Maldivas… aquel de labios cálidos y protectores, de ojos brillantes e hipnotizadores… aquel a quien me rendí. ¿Poe qué me hacía sentir tan vulnerable? ¿Por qué por más que lo intenté no pude dejar de amarlo? ¿Por qué se fijó en mí habiendo tantas chicas en el universo que son mejores que yo? Quería su perdón, quería que me mirara a los ojos y me dijera que todo estaba bien… deseaba que me nombrara cien veces y me abrazara hasta que mi respiración cesara. Necesitaba de él ahora que lo veía a menos de un metro de distancia.
Yo: Bill… (Susurré secándome imposiblemente las lágrimas ya que seguían brotando haciendo que parpadeara repetidas veces).
Xxx: … Extraña… mi extraña conocida… mi (name)… mi Invasora.
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Hallo Gurls!!! Traté de subirles durante toda esta semana ¡se los juro! pero por vez que escribía un poco en el notebook, me quedaba dormida -.-
Aún así hoy he cumplido y les dejo este cap. para que queden con ganas de leer más!! muahajajajajajaja..... >:)
Muchas gracias por todos los comentarios hermosos que han escrito tanto en el chat, como debajo de cada capitulo, enserio se los agradezco porque hacen que me auto-obligue a pensar en cómo seguir y tener más ideas no antes vistas en otros fic.
Bien... el próximo capítulo será raro pero tierno (¿?) y aún no sé cuando se los subiré pero trataré de no demorar mucho a pesar de que la próxima semana tengo como mil evaluaciones u.u
Kusses sabor a Bill Kaulitz con sus brazotes jugando tenis *¬*
Bye//Bye